Ikurriña NO
(Los carlistas se suman a la
manifestación del 3 de junio)
1. La Comunión Tradicionalista Carlista
de Navarra se suma a la iniciativa ciudadana que convoca a todos los navarros a
manifestarse el próximo 3 de junio en defensa de la bandera de Navarra, tras la derogación por el cuatripartito de la norma
de símbolos de Navarra del año 2003.
Nos alegra el carácter ciudadano de la
convocatoria, superando la partitocracia en favor de lo que une, del bien
común, y del interés más básico como es la bandera de todos como Comunidad
Foral. Esta acoge a todos los navarros de una Comunidad diferenciada, en una
unidad dentro de la pluralidad, yendo desde luego más allá de cualquier partido
político del actual sistema.
Sin pedir aporte humano a otras
comunidades próximas a diferencia de lo acostumbrado por la ola nacionalista,
la iniciativa ha seguido la divisa de nuestros infanzones de Obanos: “Pro
libertate patria gens libera state”, esto es: “Por la libertad de
la patria permaneced libres como pueblo”.
El viejo Reino de Navarra se ha
configurado a lo largo de más de mil años de historia. Es una síntesis genial
que une en profundidad la diversidad de sus valles y comarcas, las familias,
temperamentos y lenguas, sus pueblos y gentes. Y lo hace sin el racionalismo
disgregador ni el sentimentalismo romántico nacionalista que mutuamente se
instrumentalizan.
Rechazamos que se imponga la ikurriña
-esto es, la bandera de Euskadi- en cualquier institución pública de Navarra
por la mera voluntad de cada una de ellas, porque Navarra es una Comunidad
unida y diferenciada, y sobre todo es un viejo Reino milenario con vocación
además integradora. Rechazamos también las actuales trampas y manipulación
política que comienza a sufrir la bandera de Navarra, artimañas que vulneran
hasta nuestra propia dignidad.
La bandera de Navarra no es partidista y
se vincula directamente con esa Comunidad de comunidades que es España -las
Españas-. Los navarros, al manifestarse el 3 de junio, no admiten que se difame
ni manipule esta iniciativa social. No están en contra de gobierno alguno,
salvo que éste, por arte de birlibirloque partidista, vaya contra su bandera no
sin astucia y contradictoriamente, y actúe contra lo que ésta significa
quebrando así el Fuero o pacto que han jurado respetar y amejorar.
2. La Comunión Tradicionalista Carlista reconoce que los navarros han desaprovechado muchas ocasiones para manifestarse. La unidad y singularidad de Navarra conlleva preguntarse qué es Navarra. Ésta ha sufrido muchas situaciones límite desde que se vulneró el “Benedictus Dominus Deus meus” de la Leyenda del antiguo escudo del Reino, y se omitió la presencia vivificante de Dios Jaungoikoa en las leyes, valedor y escudo de los más débiles y que nada tienen. La separación radical, permanente y artificial entre la política y la religión católica -que siempre ayudó a salvaguardar la persona y sociedades en nuestra tierra- ha desembocado en vulnerar realidades básicas que a todos afectan y son superiores al mero querer, con quiebra del alma de nuestro Fuero privado y la sociedad navarra, que es anterior y superior al Fuero público manipulado hoy por la partitocracia: la vida de concebido y aún no nacido, el matrimonio, la familia, la adopción, los padres como primeros y principales educadores, la casa navarra…
Súmense otras necesidades de nuestra
sociedad, como son: recuperar los derechos usurpados por una política y
administración pública pre totalitarias, lograr la representación política de
sus cuerpos sociales y las merindades, evitar la falsificación de la historia,
el imperio del respeto y las libertades…
Un derecho positivista que considera que
todo es relativo y que todo vale siempre que sea voluntad del que manda,
quiebra finalmente la realidad que pretende hacer a su medida, fruto del
egoísmo y afán de poder, del cálculo partidista, de las medias verdades, las
mentiras y -hoy- de unas trampas más que descaradas.
3. Los carlistas o tradicionalistas nos sumamos a la manifestación por varios motivos: porque la convocatoria se realiza por la bandera del viejo Reino de Navarra y su historia milenaria, por la incertidumbre jurídica que genera la actual derogación de la ley de símbolos, por la manipulación de la historia que quiere hacer odiosas distintas realidades de Navarra, por las trampas y manipulaciones ideadas para imponer la ikurriña, y por los deseos que manifiestan los nacional-separatistas al respecto. ¿Permitirían que otros hiciesen en la CAV lo que ellos hacen en Navarra? Los carlistas nos hemos sumado a la convocatoria y nos sumamos a la manifestación, trabajando por ella con los demás navarros. Lo hacemos desde nuestra tradición y lealtad navarra, ajenos al espíritu partitocrático, y sabiendo qué es Navarra.
Felicitamos a los convocantes de la manifestación. Pero
también queremos dejar constancia de nuestro malestar por la prohibición que se
ha hecho de acudir a la misma con banderas que incluyan la cruz-laureada de San
Fernando. Todos sabemos que lo que ha provocado esta manifestación no
son los elementos de nuestro escudo sino el intento ladino de introducir la
ikurriña nacionalista en los ayuntamientos. Por nuestra parte, el día 3,
acataremos las consignas de la organización, pero nunca renunciaremos a una
parte de nuestro escudo -la cruz-laureada- que tiene un significado similar o
superior al de las cadenas. Pues si en 1212 hubo 300 caballeros en Las Navas
para hacer frente al Islam, en 1936 fueron muchos miles los combatientes
navarros que se alzaron libremente, llamados por su Diputación Foral -no por
Franco-, en contra de un gobierno que consideraban ilegítimo y sectario. Uno y
otro son episodios de nuestra historia y es absurdo pretender su olvido.
4. Recalcamos la importancia del trabajo
cotidiano, el del día siguiente, manteniendo qué duda cabe el esfuerzo social. Mientras otros vociferan, no condenan el terrorismo,
imponen artificialmente sus planes y hacen trampas…, hasta hoy Navarra ha
estado desmovilizada por la mala costumbre de dejar la política a los políticos
que viven de ella, confundir participación con partitocracia, y creer que el
actual sistema es una verdadera representación social.
Julián Marías escribió en cierta ocasión: “Hay que
pedir a cada persona individual que pierda su pasividad, su servilismo, su
tendencia a plegarse a las consignas” (ABC “Rebelión contra la
mentira”, 25-II-2000). Pues en eso estamos nosotros desde hace mucho tiempo.
Muchísimos se han adherido a esta
manifestación del 3 de junio como si se tratase de una nueva Gamazada,
pues si bien son los jerifaltes nacional-separatistas con estímulos ajenos y
desapego del propio suelo los que han provocado el problema, a su vez han
puesto y ponen en entredicho -aunque no quieran- la justicia de las decisiones
administrativas al abandonarlas a los munícipes más atrevidos, vulneran y
permiten vulnerar una y otra vez la unidad e integridad de Navarra, y con sus
trampas ponen en solfa la misma dignidad de los navarros. Y, amigo mío, con los
navarros hemos topado. Ikurriña, no.
José Fermín Garralda
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