OPINIÓN
Ante las futuras elecciones al Parlamento Europeo-2014,
he aquí un texto de 2008 sobre la entrevista que se hizo a Rajoy en dicho año,
que tiene una plena actualidad electoral. ¿Cómo extrañarse de lo que ahora está haciendo? En realidad, Rajoy mantiene la política de ZP con el voto cautivo de muchos católicos o que por pereza o habitual torpeza en estos gravísimos temas no se enteran.
¿Qué confianza merecerá la candidatura que él avala al Parlamento Europeo?
IMPULSO SOCIAL exige otra cosa. Exige el respeto más sagrado a: la Vida desde su concepción, el matrimonio como Dios manda, la Familia, la Educación, el Bien Común. Estos bienes son básicos y universales, los demuestra la mera razón humana, y quedan sólo garantizados y protegidos -y además sobreelevados- en las raíces, tronco y todos los buenos frutos cristianos que muchos católicos viven para sí y todos sus conciudadanos. Dios es el fundamento de todo, incluidos los tratados internacionales. Los pueblos del viejo continente se fundaron y crecieron alrededor de sus catedrales, donde la naturaleza humana se afirma y encuentra seguridad, reposo y debido desarrollo (JFdeM, 2014)
Soy cristiano, ¿debo votar al PP?
Tras leer la nota que ha publicado
la conferencia episcopal con "orientaciones morales" para las
próximas elecciones, todos los medios de comunicación y todos los partidos
–menos el PP– se han rasgado las vestiduras: ¡Los obispos piden que se vote al
PP! Los católicos leen con más interés el periódico que los documentos de la
Conferencia Episcopal, así que es fácil que muchos hayan concluido que,
efectivamente, los obispos les están diciendo que la única opción válida en las
próximas elecciones es votar al PP. A algunos les sorprenderá, pero a muchos
vendrá a confirmarles su intención de voto: en definitiva, votar al PP es lo
único que puede hacer un cristiano, ¿no? Ya sabemos que no es perfecto, pero es
lo más "cristiano" que se presenta…
Pues no. No es que con la pastoral
de los obispos en la mano sea dudoso que se pueda votar al PP; es que la
postura de este partido en algunos puntos claves, como la defensa de la vida,
le convierten directamente en incompatible con el voto de los católicos. Nadie
que se considere católico y quiera seguir las directrices de la Iglesia puede
votar al PP. Veamos por qué.
Oigamos, en primer lugar, a un
obispo español, Mons. Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, en una de sus
últimas cartas pastorales.
"Si para
ganar votos ese partido promueve o tolera el divorcio, o las uniones
homosexuales, o el aborto, o la píldora del día después, o la manipulación de
embriones, ese partido, sea de derechas o de izquierdas, no merece el voto de
una familia cristiana". (Mons. Demetrio Fernández, Carta Pastoral Y, ¿qué es la familia cristiana?).
–¡Pero el PP no ha promovido el
divorcio exprés, ni el "matrimonio" homosexual, ni el aborto! ¡Ha
sido el PSOE quien ha realizado esas leyes! Hay que votar al PP para desalojar
a los socialistas: si el PP obtiene mayoría, podrá cambiar todas esas leyes
injustas.
¿Ah sí? Desde luego, si obtiene
mayoría, podría hacerlo (aunque durante varios años con mayoría absoluta no lo
hiciera). Muchos cristianos le votan exclusivamente porque creen que va a
hacerlo. Pero los que piensan así deben ser de los que ni siquiera leen el
periódico.
Veamos lo que dijo Rajoy en una
entrevista en el diario El Mundo:
P.- ¿Modificaría usted la Ley del
Aborto?
R.- No, nosotros hemos convivido con la ley actual entre 1996 y 2004. Lo
que procuraría es que se aplicara.
P.- ¿Pero no se está poniendo de
relieve que esa ley incluye un gran elemento de hipocresía, que es el de la
salud psíquica de la madre?
R.- Si hay un grave riesgo para la
salud psicológica de la madre, yo estoy de acuerdo en que se pueda interrumpir
el embarazo. El Tribunal Constitucional ha dicho que eso es constitucional.
P.- Lo que pasa es que es un
concepto tan subjetivo y tan amplio que, en la práctica, España se ha
convertido en uno de los países de Europa en los que se practican más abortos y
en un periodo de gestación más avanzado.
R.- Ese es un fraude en la
aplicación de la ley; lo importante es que la Justicia actúe, como ha ocurrido
en las últimas fechas. Yo estoy lógicamente a favor de la vida, y sólo en las
circunstancias excepcionales que contempla la ley se debe poder practicar un
aborto. No estoy a favor de que se haga porque sí, ni en el quinto mes de
embarazo, ni en el tercero, ni en el segundo.
P.- ¿No habría, como mínimo, que
poner un límite temporal al momento en el que se puede abortar invocando la
salud psíquica de la madre?
R.- Yo no modificaría la Ley del
Aborto, procuraría que se aplicara. Y le recuerdo que el Tribunal Constitucional se pronunció en su
momento contra la Ley de Plazos.
Así que está "a favor de la
vida", pero no piensa tocar una ley que permite la muerte de miles de
niños al año… Muy cristiano no parece, ¿no?
–Seguro que se trata de una
manipulación; no me fío de los medios de comunicación, siempre hacen decir al
entrevistado lo que ellos quieren, o publican cosas que no ha dicho.
Efectivamente, muchas veces es
así. Por eso, lo más sensato es recurrir a la propia página del PP. Esta página
tiene un apartado en que los usuarios pueden plantear sus dudas, y un
representante del partido les responde. Veamos qué contestaron al preguntar
sobre la posibilidad de cambiar la Ley del aborto:
"El Partido Popular no
incluirá en su Programa electoral ninguna modificación sobre la Ley del aborto,
una Ley sobre la que existe un amplísimo consenso social. Apoyamos la
legislación vigente y exigimos su exacto cumplimiento".
Vaya, pues parece que la
entrevista de El Mundo no estaba manipulada, ¿no?
Volvamos a la carta de D.
Demetrio:
"Si un partido promueve O
TOLERA […] no merece el voto de una familia cristiana". No basta con que
un partido redacte leyes inmorales, no basta con que promueva el aborto o los
matrimonios gays para que un católico no pueda darles su voto: si un partido,
pudiendo hacerlo, no suprime estas leyes injustas, no merece el voto de los
católicos, y éstos, si quieren ser fieles a la Iglesia, no deben dárselo.
–¡Pero ése no es mi obispo! Él
puede enseñar a sus fieles lo que quiera, pero a mi obispo diocesano no se ha
pronunciado; no me afecta lo que diga el obispo de Tarazona (más aún: ¿dónde
está Tarazona?).
Pasemos por alto el error
eclesiológico de quien razona así. Vale que se trata de una recomendación del
obispo de Tarazona, una diócesis más bien modesta. Sin embargo, hay otro obispo
que sí se ha pronunciado: el de Roma.
Por ejemplo, en la carta pastoral Sacramentum Caritatis,
Benedicto XVI recuerda que
"En efecto, el culto
agradable a Dios nunca es un acto meramente privado, sin consecuencias en
nuestras relaciones sociales: al contrario, exige el testimonio público de la
propia fe. Obviamente, esto vale para todos los bautizados, pero tiene una
importancia particular para quienes, por la posición social o política que
ocupan, han de tomar decisiones sobre valores fundamentales, como el respeto y
la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural, la
familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de educación
de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas. Estos valores
no son negociables" (SC 83).
Por si queda alguna duda, una Nota
de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 24 de noviembre de 2002 lo deja
bien claro:
"Quienes se comprometen
directamente en la acción legislativa tienen la "precisa obligación de
oponerse" a toda ley que atente contra la vida humana. Para ellos, como
para todo católico, vale la imposibilidad de participar en campañas de opinión
a favor de semejantes leyes, y a ninguno de ellos les está permitido apoyarlas con
el propio voto. […] La conciencia cristiana bien formada no permite a nadie
favorecer con el propio voto la realización de un programa político o la
aprobación de una ley particular que contengan propuestas alternativas o
contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral [...] Este es el
caso de las leyes civiles en materia de aborto y eutanasia (que no hay que
confundir con la renuncia al ensañamiento terapéutico, que es moralmente
legítima), que deben tutelar el derecho primario a la vida desde de su
concepción hasta su término natural".
Vaya, vaya. Así que no basta con
no haber redactado las leyes injustas: es necesario oponerse a ellas. Por lo
visto, el obispo de Roma coincide con el de Tarazona: ningún político que
tolere la pervivencia de leyes tan gravemente contrarias a la enseñanza de la
Iglesia en materias tan sensibles como el aborto merece el voto de los
católicos.
Sigamos preguntando a Rajoy:
P.- ¿Derogaría usted la Ley del
Matrimonio Homosexual?
R.- Sólo hay tres países que le
llaman matrimonio. A mí eso no me gusta, y por eso la he recurrido ante el
Constitucional. Voy a esperar a la sentencia. En cualquier caso, si yo hiciera alguna modificación,
sólo afectaría al nombre y no a los derechos y obligaciones que establece esa
ley.
P.- Pero si el Tribunal dice que
el nombre cabe en la Constitución, ¿respetaría ese criterio y mantendría esa
denominación?
R.- En este momento sólo me puedo comprometer a
respetar los derechos que esa ley otorga a las personas.
Así que, "nombre no, derechos
sí": le cambiaremos el nombre a la ley, pero la dejaremos igual. Que
parezca otra, aunque sea igual. No suena muy honrado, ¿verdad? D. Mariano, nos
está usted decepcionando...
P.- ¿Derogaría usted la Ley del
Divorcio Exprés?
R.- Nosotros no hemos votado en
contra de esa ley, ni nos hemos opuesto a ella, y, por lo tanto, no la voy a cambiar. Pero deberíamos hacer pedagogía sobre
el valor de la estabilidad familiar.
–¡Pero bueno! Si yo pensaba que el
PP defendía la moral cristiana. ¿Cómo es posible?
Preguntemos a Rajoy:
P.- ¿No se han confundido
demasiado en éste y otros asuntos las posiciones del PP con las de la Iglesia
Católica?
R.- En absoluto. La Iglesia
católica defiende posiciones morales desde hace 2.000 años. En algunas cosas, el PP coincide con la
Iglesia y en otras, no. Siempre he dicho que lo más importante es preservar la
propia independencia frente a todo el mundo.
Hasta ahora, por lo visto, la
mayor coincidencia del PP con la Iglesia era que muchos de sus votantes salían
de la feligresía católica. Pero ahora ya sabemos que las coincidencias terminan
ahí: en los temas que más preocupan a los católicos, en aquellos que la Iglesia
ha dicho que no se admiten componendas (porque está en juego la vida de seres
humanos y el futuro de la familia), la postura del PP es opuesta a la de la
Iglesia. Ningún cristiano debería darles su voto. Lo han dicho los obispos. Lo
ha dicho el Papa.
Autor: J. O. (omito en nombre por no tener permiso para decirlo) seminarista fallecido
a sus 28 años
ADDENDA. Pero,
¿existe algún partido que sí esté a favor de la vida y de los valores
cristianos?
Pues sí. A
las próximas elecciones se presentan varios partidos que asumen en sus
programas, desde varias perspectivas, la doctrina cristiana acerca de la vida y
la familia: Familia y Vida (www.familiayvida.es),
Alternativa Española (www.alternativaespañola.com),
Comunión Tradicionalista Carlista (carlistas.es) y SAin (www.partidosain.es). En
varios archivos adjuntos puedes leer sus propuestas, y comprobar cómo,
efectivamente, sí hay partidos a los que un cristiano puede votar sin
traicionar su conciencia ni desobedecer las enseñanzas de la Iglesia. Enviamos
también un artículo en el que se explica cómo la doctrina del mal menor, que en
otros casos es lícita, no lo es en estas elecciones, en la que sí puede optarse
por el bien posible.
Si, a pesar
de todo, ninguno de estos partidos te convence, es preferible votar en blanco o
emitir un voto nulo que abstenerse, es decir, dejar de acudir a las urnas. De
hecho, no votar es entregar el voto al partido mayoritario, y no es una opción
éticamente válida para un cristiano.
SI ESTÁS DE ACUERDO CON LO QUE HAS LEÍDO, DIFUNDE
ESTE MENSAJE
Texto y Addenda completa enviado por M. G. 2014
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Esta es la pancarta que los Bildu han manipulado últimamente en su propaganda gráfica,
diciendo -torpe y mentirosamente- que esta pancarta asume la ley abortera de Gallardón (PP).
Pues no, señores: la combate.
Dicha propaganda Bildu tiene abundantes medios materiales facilitados por un Sistema que les beneficia, al que ayer sirvieron como contrapunto y hoy al punto también sirven ... pero ¿a cambio de qué?
FdeM, 2014 |
Una vez más, de alguna manera cualquier futuro depende de su pasado.