Boletín Oficial de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra

viernes, 24 de julio de 2020

25 de julio: Santiago, patrón de España

FESTIVIDAD

25 de Julio de 2020, 
Santiago patrón de España

Himno al apóstol Santiago.
Santo  Adalid, patrón de las Españas,
Amigo del Señor:
Defiende a tus discípulos queridos,
Protege a tu nación.
Las armas victoriosas del cristiano
Venimos a templar
En el sagrado y encendido fuego
De tu devoto altar.
¡Gloria a Santiago,
Patrón insigne! 
Gratos tus hijos
Hoy te bendicen.
A tus plantas postrados, te ofrecemos
La prenda más cordial de nuestro amor.
Defiende a tus discípulos queridos,
Defiende a tu nación. 

F. de M. 

No podemos callar hoy, día 25, a las 8 de la tarde.

AGENDA

Este es el principal problema que hay en España, tras expulsar a Dios de las leyes.
Nosotros  no queremos
asumir este holocausto silencioso.

Coordinadora por la vida
os convoca HOY, 25 de julio,  festividad de Santiago, 
enfrente del Parlamento de Navarra, 
a las 8 de la tarde.

Si callamos, aquí sólo se indignará aquel 
a quien le llegue su "turno". 
Al callar, tenemos mucho de qué acusarnos. 


España sigue chorreando sangre
Cada uno llevará la pancarta PRO-VIDA que desee.
La nuestra: "ABORTO NO. Dios ama al embrión"

Vocalía Vida y Familia de la CTC de Navarra
Pamplona, 25 de julio de 2020

viernes, 17 de julio de 2020

Qué fue eso del 18 de julio en España



                                              por José Fermín Garralda

Nos asociamos a nuestros correligionarios de Madrid, Sevilla y el resto de España, ante las actuales persecuciones de "guante blanco" que comienzan a pulular por nuestra Patria en contra de las conmemoraciones no gubernamentales. Lo que se ha hecho es aplicar el ingenio para evitarlas. 

En esas y otras ciudades y pueblos, hoy se celebra el 18 de julio, como resistencia a una Revolución en inmediato camino de imponerse por la fuerza allá en 1936. Era media España la que se resistía a morir, según Gil Robles.

También el 18 de julio fallecía don Carlos VII en Varesse, rey de España en la península y luego en el destierro, que tan unido estuvo a su hermano que será Alfonso Carlos I y a sus queridos españoles.

Alfonso Carlos I es a Carlos VII, como el marxismo es al liberalismo: no hay uno sin el otro. Carlos VII combatió al liberalismo y Alfonso Carlos I a su heredero el marxismo.

Ante estos dos hechos fechados el 18 de julio, se evidencia la actual hipocresía partitocrática en los sectores socialista-comunista y separatistas, tan amigos de prohibiciones a los demás y de relatos oficiales, así como de aquellos que les ríen las gracias o callan la verdad por cobardía e interés. Quienes creen estar a salvo por guardar silencio -nos referimos a no pocos periódicos liberales- sepan que luego les tocará a ellos. En efecto, los tiempos de la llamada transición democrática se están agotando, y no pocos quieren sustituir el régimen liberal-socialista por otro bolivariano o socialista-comunista, que es como llaman al marxismo actual para diferenciarlo de estalinismo.

Hoy no hay libertades que desmientan el hipócrita mito del país de la Libertad. No hay igualdad en derechos ni justicia que pongan en entredicho el mito del país de la Igualdad. No hay solidaridad horizontal hacia los demás porque no hay amor vertical hacia los padres en nuestro mentiroso país de la fraternidad.  

Es decir, si la socialdemocracia, de alma marxista, procede del Liberalismo, supone a su vez la muerte de éste cuando niega final y subrepticiamente todas sus utopías, ya parcialmente negadas por el propio Liberalismo. Los errores y vicios no se mantienen solos sino que todo lo corroen y acaban  víctimas de sí mismos. 

La Revolución liberal es la madre -madrastra- de la socialdemocracia y ésta de los comunistas -sean estalinistas, eurocomunistas de Carrillo, Marchais o Berlinguer, y hoy  bolivarianos-, que se suceden en cadena, pues unos llaman a los otros en un "progreso" coherente pero contradictorio.

No canten maravillas que saben falsas. No se escondan tras la República como antes los liberales se escondieron detrás del trono. Los rasgos de democracia que hubo pronto quedaron viciados y enseguida fueron eliminados por la izquierda republicana. Para 1936, la Revolución había acabado con la República, y durante la guerra los comunistas controlaron al PSOE, anularon la izquierda burguesa, apartaron definitivamente a los socialdemócratas no bolchevizados (ej. Besteiro), y eliminaron a los  anarquistas al estilo Durruti. Finalmente de la República no quedó nada: hasta el presidente Azaña era un pelele.

La Revolución que devoró la República hizo que luego se devorase a sí misma hasta dar paso al control estalinista y al dr. Negrín. Es Saturno devorando a sus hijos. Es conocido el libro de Ricardo de la Cierva titulado  1939. Agonía y victoria (El protocolo 277) (Barcelona, Ed. Planeta, 1989) sobre el golpe de Estado del general Segismundo Casado. 

La continuidad entre Alfonso Carlos I y Carlos VII es evidente, y expresa la continuidad de España y de los españoles que pueden salvar a todos. De ahí que don Carlos VII dijo al salir de España en 1876, una vez vencido por las Armas del Estado liberal: "¡Volveré...!". Malas lenguas liberaloides dijeron que "no volvió", pero 60.000 requetés se levantaron en Armas en toda España frente al poder de unos partidos y sindicatos politizados que estaban haciendo la Revolución radical y violenta al estilo bolchevique. 

Decenas de miles de requetés del solar patrio se unieron por Orden de S.M. don Alfonso Carlos I, el hermano de don Carlos VII, frente al marxismo estalinista, heredero del Liberalismo. Si el marxismo fue cruel con el Liberalismo porque lo eliminó, y sobre todo con millares de liberales quizás bienintencionados, los carlistas se propusieron salvar a todos los españoles que lo quisieran y a España misma. Gracias a los tradicionalistas o carlistas muchos liberales pudieron respirar en la paz. Que al menos estén agradecidos, aunque sabemos que la memoria y el agradecimiento no prima en el viejo solar ibérico, rico en individualidades y supuestos agravios.

Los requetés ganaron la guerra y perdieron la paz. Tras la paz se fueron a sus casas con el deber cumplido, siendo no pocos de ellos perseguidos por sus actividades. Lo que importa de veras es que "Ante Dios nunca serás héroe anónimo". 


El latir del alma española se esconde en mayor o menor medida en muchos autores no carlistas, como el de este librito escrito para niños. No obstante, en este caso el autor muestra un claro encono dinástico anticarlista. Esto colma su despiste, pues tras  aprovecharse del esfuerzo realizado por  sesenta mil de requetés voluntarios en la Cruzada, es incapaz de mostrarles agradecimiento alguno, lo que corre parejas con el nulo reconocimiento de los propios errores. Decimos de él que es dinástico, isabelino o alfonsino, que no liberal. De por sí, el término "liberal" no significaría ser generoso, abierto, donante, sino  persona que  extraña la realidad bien configurada y exagera una libertad a su vez malentendida. 
JFG

martes, 7 de julio de 2020

Sanfermines y coronavirus 2020. "A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón..."

Festividad de San Fermín

¡Viva San Fermín!... 

Estamos de fiesta, aunque no de fiestas

Las fiestas podemos retrasarlas un año por fuerza mayor, ante la amenaza del coronavirus. La prudencia es una obligación moral. Por eso, si tanto se nos debe querer al menos moralmente, es que valemos algo a los ojos de los hombres, aunque valgamos mucho -muchísimo- a los ojos de Dios. 

En este año atípico profundizaremos sobre la necesidad de celebrar a nuestros santos con una mayor intimidad y menos distracción. 

Según nuestro señor arzobispo mons. Francisco Pérez: "Los santos no solamente aman y perdonan sino que nos embelesan tanto que, ante ellos, no podemos resistirnos a no creer (en Dios). Son como el rayo de luz que procede del sol. No es el sol pero su luz procede del sol. El santo, al ser luz procedente de la Luz que es Cristo, tiene la cualidad de disipar las tinieblas" ("La Verdad", nº 4.208, 3-VII-2020). 

Nos agrada escuchar tales palabras. 

Ahora, añadiremos algo nuestro. Decimos que se nos debe querer, porque los españoles se han sentido menospreciados por su Gobierno central y, en consecuencia, los Gobiernos autonómicos, en el tema de la prevención y atención frente a la pandemia del coronavirus. Nunca se nos olvidará. Tampoco se nos olvidará la exageración de las iglesias cerradas, aunque siempre se mantuvo un rayo de esperanza en las pocas iglesias que por caridad -y por justicia- estaban abiertas. Por eso, en estas no-fiestas, hemos de profundizar en el abandono sufrido. El Gobierno es responsable de los millares y millares de muertos en las residencias de ancianos o tercera edad -los mayores- con coronavirus a causa de abandono y por no haberlos admitido en las instituciones de Sanidad pública. Es una eutanasia indirecta. Y es responsable de muchas más cosas. Mientras tanto, el Gobierno sabrá -o no sabrá- lo que hace. 


Resistimos de milagro,  porque la Esperanza en Cristo, expresada en los muchísimos sacerdotes católicos y profesionales sanitarios que se han sacrificado hasta la muerte, es más fuerte que las tinieblas horrorosas de una sociedad y una política alejada de Dios. 

Sin la Esperanza de un Cristo que nos consuela, un pueblo bravo hubiera derribado ipso facto al Gobierno inepto, incompetente o peor. Ahora bien, el consuelo no impide el derribo. Por eso precisamente este Blog habla del desastre de la partitocracia, de la ambición desmedida, y de la necesidad de velar por el Bien Común. Si los profesionales hubieran tenido el poder que les usurpan los políticos ignorantes y ambiciosos, otro gallo nos cantaría. Más sociedad  y representación, y menos Estado... y además partitocrático. 

Fermín de Musquilda