CRÓNICA
UNA SIMPÁTICA FIESTA DE LA JUVENTUD CARLISTA
DE PAMPLONA.
21 de diciembre
de 2014. Se
ha celebrado con un gran gozo la fiesta de la Inmaculada de la
juventud carlista (jaimista cuando se concedió el privilegio) de Pamplona.
Se reunieron muchas familias, a pesar de faltar otras de forma justificada y por escrito, que omitimos recordar. Nuestros mejores saludos a Ángel Armentia (Álava) –recordemos: Álava foral y siempre española-, y a Jaime Bordegaray (Etxebarri)… Las fechas no son buenas para todos, y Jaime, a sus noventa y pico años aunque sigue sintiéndose joven, perdió el autobús. Hay que agradecer mucho la presencia de Fernando Merino.
La Santa
Misa de este domingo IV de Adviento, que es centro de la vida
cristiana y de nuestro homenaje, la ha celebrado nuestro pater. En el
presbiterio, extendidas las banderas de Navarra y de la Cruz de Borgoña –bellamente bordada-
aportada ésta por los amigos valencianos.
En su
homilía el pater se ha explayado sobre el motivo central de la celebración que nos convocaba: la Inmaculada Concepción,
que celebra a juventud carlista de Pamplona de una forma oportuna eclesialmente
y muy próxima a la Navidad. El
pater ha hecho hincapié en la virtud de la humildad de María, fruto de su
disponibilidad total hacia Dios, y en su pureza virginal. Ha exhortado a los
jóvenes y a todos los presentes, a ser humildes y castos como Ella, cada cual
en la vocación que Dios le ha dado, mostrando la grandeza de ambas virtudes
–humildad y castidad-, su coherencia interna, y su necesidad para ser felices
en esta tierra y eternamente en el cielo Su homilía ha sido una verdadera
meditación, dirigida a todos y especialmente a los jóvenes.
Al final
de la Santa Misa
con comunión general, se ha rezado la renovación de la consagración de la
juventud y de todos los presentes a Santa María Inmaculada, y entonado la Salve regina.
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Instantánea en la plaza de la Inmaculada o Aduana. Foto:JFG2014 |
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Hemos recibido con gozo un los animosos jóvenes valencianos,
entre ellos Sergio Plaza, a los que se agradece muchísimo la visita. Han sido
muy bien recibidos por Sancius y los
jóvenes de Pamplona, que la noche anterior celebraron el encuentro en el casco
antiguo de la ciudad.
Al final y fuera de la bellísima iglesia de las MM.
Recoletas, de pulcro y afamado retablo barroco, ha tenido lugar la fotografía
“de familias”, lo que ha sido un bonita novedad.
Fue el momento de repartir los calendarios de este año con
el lema: “Cataluña será cristiana o no será”, junto a la imagen del Tambor del
Bruch y la oda a la
Inmaculada de Jacinto Verdaguer.
La ofrenda de flores en el monumento de la Inmaculada ha sido
seguida de unas palabras de la juventud, saludando a la Virgen, haciendo memoria de
su presencia en nuestras vidas. Aunque faltó altavoz para lanzar la voz
política a la calle, de nuevo el Oriamendi se escuchó en el centro de Pamplona.
En un restaurante de Pío XII se ha continuado la
celebración. Dos banderas tradicionalistas y la del Reino de Valencia alegraron
un salón que bullía de gente. El menú, variado
y exquisito como siempre.
A los postres de nuevo tomaron la palabra los jóvenes. No en
vano hoy era la fiesta de los jóvenes. Sancius
presentó a los oradores: cinco minutos cada uno, un verdadero record de
disciplina.
Carlos, el joven secretario, encomió a los jóvenes
a servir al Ideal.
¿Estáis dispuestos a hacer
lo mismo que vuestros mayores y que todos los que nos dan ejemplo de entrega a
una verdadera Causa? Pues sí, hay que dar un paso al frente. Es necesaria la
militancia política, lo que supone creer realmente en el Dios, Patria, Fueros y
Rey y en sus concreciones. La
Revolución progresa en deshacer los lazos naturaleza,
mientras que la contrarrevolución (hacer lo contrario a la Revolución) progresa
rehaciendo dichos lazos.
Jarte sumó a lo
anterior que aquello que digamos y hagamos debe estar dirigido a recuperar, dar
vida y salvar a nuestra generación.
Esa es nuestra
responsabilidad. En su ejercicio es cuando los jóvenes pueden sonreír, pues hoy
vemos que los jóvenes no sonríen. La juventud con los que vivimos día a día es nuestra principal preocupación. En nuestro quehacer e ilusiones, nuestro estandarte más fundamental es la Cruz y la Virgen (la Generalísima), que
son estandartes eternos. Por eso, no debemos de tener miedo a ser católicos en
la vida pública, a mostrar una Fe delicada y fina, a ir a las periferias de
nuestra sociedad a recordar a los jóvenes que debieran de estar alegres y comprometerse con el bien común de una forma efectiva y eficaz.
Sergio Plaza, al que junto a su grupo de jóvenes recibimos
con los brazos abiertos, explayó sus palabras en nombre propio y de la Junta de Valencia a la que
representaba.
Mostró la especial
vinculación entre Navarra y Valencia, pues ambas son Reinos, sus gentes de paz quieren
ser fieles a su tradición e historia, a sus padres y la verdad política, ambas sufren
las ambiciones de los nacional-separatistas de algunas Comunidades vecinas, y
en ellos hay una fuerte impronta tradicional. Mostró la necesidad de la
religión como fundamento de la política, y de decir hoy día las cosas muy
claras sobre el liberalismo ideológico y político. Hizo hincapié en la necesidad
de la formación cristiana, y de la organización. España necesita una nueva
generación –transmisión- de carlistas. Al final y pasando a la acción inmediata
concreta, anunció el Primer Foro tradicional juvenil “Reina Margarita” a
celebrar los días 19, 20 y 21 según se anunciará próximamente.
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Como un racimo de joven edad entorno a la
Inmaculada. Foto: JFG2014 |
Los jóvenes fueron “respondidos” por los veteranos. El
brindis le correspondió a Jaime Arriaga.
Según lo anotado y bajo la responsabilidad exclusiva de este cronista, Jaime Arriaga dijo lo siguiente:
“La
tradición no implica quedarse siempre en el mismo sitio y de la misma manera,
sino que exige creatividad para hacer lo que las cosas deban de ser. La
tradición no es, sin más, “lo de siempre”, pues eso es el conservadurismo. Como punto de partida, la tradición sólo se
engendra en el bien. Una realidad que sea abusiva, jamás será tradicional.
Dicho de otra manera, los carlistas no son una copia del
Antiguo Régimen: esto es una acusación
perversa. (Repetida en todos los libros escolares –añado-, no lo
olvidemos). El folleto de Suárez Verdaguer “Renovadores, innovadores y
conservadores” hace ver la realidad del ayer. Confundir tradición y
conservadurismo ocurrió ya antes de las Cortes de Cádiz, y aclararlo era
necesario por entonces como una nueva forma de restaurar España. Conservador
es mantener todo igual porque beneficia a un sector social. Innovador supone derribar todo. Renovar implica ser fiel a lo
sustancial, y tener en cuenta la realidad cambiante. Por ejemplo, nosotros no deberíamos
restaurar ahora la monarquía de los Reyes Católicos.
Jóvenes: os toca una etapa bonita y dura. La actual termina en
el vacío. Hay que ser renovadores, no
conservadores ni revolucionarios.
En segundo lugar: ¿por qué España se identifica tanto con la Inmaculada Concepción?
Así ha sido y es hasta el punto que hay una plaza en Roma, la plaza de España,
dedicada a Nuestra Señora. Y se identifica porque el español entendió que aquello
que le quedaba por hacer a cada hombre en el ejercicio de su responsabilidad es
acercarse al ideal de la Tota pulchra, cuyo fundamento teológico es
ser Madre de Dios. El fundamento de los carlistas es que tenemos la esperanza
de que Cristo debe reinar en la sociedad,
y que la abanderada de ello es la Inmaculada. Invocar a Dios no es algo piadoso. El trilema es
concatenado: la Patria
es una consecuencia del amor a Dios en Quien debe fundarse, los Fueros son
consecuencia del amor a la
Patria (los Fueros son la Patria), el Rey es consecuencia o está al
servicio del amor a los Fueros, a la
Patria y a Dios.
Un consejo: tomaros muy en serio el poneros bajo el amparo de la Inmaculada. San
Pío X tuvo la gran intuición de otorgar el privilegio a la juventud carlista de
Pamplona para que celebrase la
Inmaculada el domingo siguiente a la octava de esta gran
fiesta universal.
El meollo de la cuestión siempre y actualmente está en el Corazón
inmaculado de María. En esa chispa, que aparentemente es nada a los ojos de los
mundanos, está la esperanza. Si esto desapareciera, y si vosotros
desapareciéseis, no habría multiplicación de los peces y panes. Para que algún
día se dé esta multiplicación, es preciso conservar –mejorándolos- estos cinco
panes.
Así pues, brindo para que seáis continuadores y
perfeccionadores, porque el anhelo de felicidad es de todo ser humano”.
Pues eso: formación,
organización y compromiso en la acción. Quizás las palabras tan subidas de los intervinientes, que
por otra parte estuvieron muy acordes con las circunstancias de la fiesta,
deben redondearse con la clarividente aportación del secretario Carlos.
Como finalmente recordó Javier Garisoain, Secretario General
de la CTC:
El reto es cómo meter la
grandeza de lo que significa el Dios-Patria-Rey en algo tan limitado como la CTC, que es una organización
compuesta por personas normales de la calle, llamada a crecer, a potenciarse y
a organizar a todo aquel que quiera hacer algo. Porque la gente está deseando
“que alguien haga algo”. Pues bien, para ayudar a los “pobres carlistas” se
aúna en entusiasmo de la juventud, que sabe por qué, para qué y para quiénes
vivir y servir. Hoy, la fiesta es principalmente de los jóvenes.
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En la calle junto a los grandes problemas de nuestra sociedad.
Foto:JFG2014 |
Tras el Oriamendi, los cantos populares, jotas y villancicos
alargaron la tarde. Los niños, estaban –como siempre- por medio. Echamos en
falta a los amigos que no pudieron venir, y en especial a Ángel Armentia
–recordado con cariño por todos- y los amigos de Leiza y Echarri Aranaz.
Quizás, la afirmación con más perspectiva política se la escuché a Carlos Ibáñez Quintana cuando dijo en
conversación: “Hay que unir otra vez a
los españoles”. Pues ahí está como muestra el calendario de este año.
José Fermín Garralda
Pamplona / Iruña 21-XII-2014