ABOCADOS A LA POBREZA
ALGUNA DENUNCIA Y MAYOR SOLUCIÓN.
LAS UTOPÍAS DE LAS ACTUALES PARTITOCRACIA Y PLUTOCRACIA, DICEN QUE "AMAN" MUY MUCHO A LOS ESPAÑOLES.
(escribo algo "larguito" porque así es la pena)
DESDE QUE hace décadas se perdió el salario familiar, ha triunfado el más cruel individualismo en España. Ayer, familias numerosas enteras de padres con seis hijos vivieron con el salario paterno. Por lo visto nuestros padres eran ricos sin saberlo. Díganlo hoy día, que no les creerán. Ahora hasta los niños pequeños tienen que ir -los pobres- a la guardería nada más nacer, como si fuesen hijos de la sociedad. Ya de por sí esto es muy miserable. También hoy son muchos los que no se han valido ni valen por sí, y nunca han recibido ni reciben nada.
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LO PRIMERO. Pero a lo que voy: no pocos han mantenido la familia toda la vida con un solo sueldo -y sueldico-, y han vivido con una gran justeza mientras que otros tenían dos salarios, los funcionarios crecían con amplios y cómodos ropajes (es un símil), unos se forraban vendiendo y construyendo casas, muchos oficios cobraban sin piedad, y otros hasta gastaban lo que no tenían. El "dios" dinero. La "democracia" del "becerro de oro". Pues bien, los del sueldico también mantenía al esposo o la esposa o un hijo en paro. Un poco penoso, ¿no? -sobre todo por agravio comparativo-. Primera conclusión. Hasta ahora, unos hay vivido pero que muy bien; y otros mal y e incluso muy mal. España iba bien, sí -o no, si nos comparamos con nuestros padres- ¿pero para quién?
Bueno pues, ya ha pasado el tiempo como todo en esta vida. Cuanto más se vive menos se quiere hablar de cómo y quien vive -y a costa de quien-. Sólo Dios es justo y misericordioso. Ahora, los que ayer vivieron muy mal van a pagar obligatoriamente a quienes ayer vivieron muy bien, es decir, las consecuencias de la corrupción generalizada, las utopías socialistas de dar dinero a unos y otros, los graves excesos del Estado de todo tipo, de las CC.AA. y de los Ayuntamientos, la rivalidad de la partitocracia a ver quien hace más cosas, quien gasta más, y quien tiene más clientelas y votos... Por supuesto, también van a mantener a quienes han vivido por encima de sus posibilidades, a quienes no han devuelto ni pueden devolver sus créditos, e incluso a quienes han caído en el paro y cobran -por ahora, claro- un subsidio mayor que el sueldico de quienes dan comienzo a esta historia.
Segunda conclusión. Ahora, el Estado, pero también "los precios" que no pueden bajar, aprietan las tuercas a los que ayer vivieron con gran dificultad. ¿Qué decirles ahora?: que sólo me dan lástima los que ayer vivieron muy mal y ahora les obligan a mantener a los muchos que ayer vivieron muy bien y no compartieron anda con ellos (salvo el decir que si uno mejora, todos mejoran con él -sí, su tía-).
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LO SEGUNDO. Entre las razones de nuestros males las hay de carácter político ya mencionadas, que hoy se suelen callar. ( - ¡Pero, por Dios, no quiera ser tan políticamente incorrecto! ¡Siempre llevando la contraria! -me dice la posibilista avestruz-). Todo lo más se habla de los muchos funcionarios y del excesivo gasto de las autonomías (o las "autonosuyas" de Vizcaíno Casas). ¡Qué pena que no hiciesen caso a los tradicionalistas o carlistas hace no sé cuántas décadas! ¡Qué penita, pena!
Hablemos de las clientelas políticas y partitocráticas. Hablemos del afán por huir hacia adelante en pos del mito del Progreso, para obtener votos y más votos, y así vencer al rival político, manteniéndose y perpetuándose en el poder. Hablemos de la defenestración a Dios de la Constitución española supliéndolo por el mito de ser felices sin Él, y de querer sin Él un paraíso en la Tierra-del-Estado-del-Bienestar...
No, no es que "esto" sea la democracia (individualista), sino que esto es la democracia ideológica (liberal-socialista), es decir, partitocrática. Esta última, es pésima en todos los sitios, y sobre todo en España. Y la anterior democracia individualista también lo es en todos los lugares, especialmente en España debido a nuestra peculiar idiosincrasia. Por eso, los castizos españoles, los tradicionales, tenían una vez más la razón, pues libres de interés propio otearon y otean con "olfato" y experiencia políticas.
Era y sigue siendo difícil convencer de esto a nuestros conciudadanos: ayer porque las élites de poder -muy interesadas- les influyeron hasta saciarse identificando la democracia actual con la democracia clásica -primer error-, la democracia con la verdadera y única representación -segundo error-, e incluso la democracia con el liberal-socialismo -un tercer error mayor-, y hoy porque la gente no ha oído otra cosa.
A ver si la crisis actual abre los ojos y cae el apasionamiento "democrático" (la "ultra democracia"), que olvida el hecho irrebatible de que el sistema ha sido una ruina (partitocracia, enchufismo, estatismo central y autonómicos, dilapidación de medios) y que además no es verdaderamente representativo.
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Nos resistimos a denunciar lo PRIMERO y a callar esto último o SEGUNDO. Que nadie se escandalice: cada uno como individuo sabe muy poco y "ve" menos, en nuestras agrupaciones de pertenencia (laborales, profesionales...) sabemos y "vemos" más, y con la experiencia de generaciones el saber se multiplica. Podemos y debemos tener una representación por instituciones (en ellas sí "sabemos" y tenemos intereses), instituciones aunadas como un gran puzzle, vinculadas por el bien común, y sin lucha entre ellas. Vivir el bien común es necesario. Como hoy no hay verdadera representación, todos estamos "cabreados". El que don Juan Carlos presidiese en último Consejo de Ministros sólo refleja que quien sea monarca debe reinar porque gobernar.
Hemos empezado con las familias empobrecidas y de vida dura ayer y hoy. Hemos seguido con el hecho que hoy y mañana ellas van a soportar la crisis sin culpa alguna (incluso siguen pagando los intereses de su casa al banco). Y añadimos para la siguiente colaboración escrita -las palabras se las lleva el aire, importan los hechos- que tales familias van a ser empobrecidas y ahogadas aunque ya no pueden más. Los gays -me dicen que en el Madrid pepero, ¡pobres votantes!, de Esperanza Aguirre o Ana Botella, van a institucionalizarles una fiesta- no tienen ese problema.
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Concluyamos: los hombres de ideología liberal-socialista mintieron, decían que íbamos a ser felices y nos han hecho desgraciados porque inmorales -sin Dios- y arruinados, y que conmemorar la Constitución de 1812 es muy propio de la utopía liberal aunque ésta haya dado al traste a España y los españoles. ¡Pues que vivan los pobres!.
Iruña, 20 de julio de 2012
Ramón de Argonz
(el olentzero tristón)
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