INVITAN A TODOS
EL LUNES día 16 de julio, conmemoraremos el VIII centenario de la batalla decisiva de Las Navas de Tolosa ocurrida en 1212.
Este día, los Amigos de la Catedral de Pamplona invitan a los siguientes actos:
- Sta. Misa, 12:00 horas, celebrada en la Colegiata de Roncesvalles por el vicario episcopal don Juan Carlos Elizalde.
- Ofrenda floral al rey Sancho VII el Fuerte, ante su tumba de la capilla de San Agustín en el claustro de dicha colegiata.
- Visita-explicación del retablo de Las Navas en el recinto de la Catedral de Pamplona, a las 17: 30 horas, realizada por Jorge Urdánoz.
Tapiz conmemorativo de la batalla en el palacio de Navarra
Para amenizar el espíritu sobre cómo se realizaron los fastos y acontecimientos en 1912 con motivo del VII centenario de Las Navas, se ha montado una exposición en la Biblioteca de Navarra (Mendebaldea), que permanecerá abierta hasta el 31 de julio. Su comisario es el dr. José Javier Azanza, autor de "La memoria de la memoria. 1212-1912. Tras las huellas artísticas del VII Centenario de las Navas de Tolosa".
APUNTE HISTÓRICO. La Cruzada internacional organizada por Inocencio III para detener a los almohades culminó en la batalla de Las Navas de Tolosa (Jaén) en 1212. En el ala derecha del Ejército participaron doscientos caballeros navarros, junto con sus peones y escuderos. Lucharon codo con codo al lado de la tropas de Castilla (Alfonso VIII) que lideraba la batalla, Aragón (Pedro II), Portugal y otras del resto de la Europa cristiana. Se conoce bien la batalla por la Historia del arzobispo navarro que lo era de Toledo, don Rodrigo Ximénez de Rada, y por la Carta del rey castellano al Papa.
"Et salieron a la batalla, ordenadas sus haces..."
Monumento conmemorativo de la batalla en el lugar donde se desarrolló, que representa la unión de los reinos cristianos aunados por el peligro almohade. |
En el momento más difícil de la batalla, el rey castellano dijo al obispo Rodrigo: "Arzobispo, aquí mueramos, ca tal muerte conviene a nos et tomarla en tal artículo et en tal angostura por la ley de Cristo; et muramos en él". Y el arzobispo Rodrigo le respondió: "Señor, si Dios plaze esse, corona voz viene de victoria, esto es, de vencer nos, et non de muerte, nin morir mas vevir; pero si de otra guisa ploguiere a Dios, todos comunalmiente somos parados para morir convusco" (tomado de la obra de García-Villoslada).
Y Dios les dio la victoria, que fue un gran triunfo para la cristiandad frente al ataque decisivo de la nueva oleada musulmana de los bravos y peligrosísimos almohades.
Se dice que esta victoria frente a los sarracenos en defensa de la religión dio origen a las cadenas del escudo de Navarra, mientras que la moderna Cruzada de 1936 -así la vivieron gran parte de los navarros de la época- dio origen a la laureada de su escudo. Si un emblema heráldico es fruto y expresión del esfuerzo supremo y heroico de los hijos de un pueblo, máxime si recoge un claro contenidos religioso, debe ser mantenido por sus sucesores. No vaya a ser que los muslines que hay en Navarra soliciten algún día sustituir las cadenas de nuestro escudo casi milenario por las "rayas y bolas" del pretendido escudo exhibido por no pocos jurrus de ahora.
Pamplona, 11 de julio de 2012
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