Boletín Oficial de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra

martes, 8 de mayo de 2018

Terrorismo sangriento, terror psicológico y moral. Corrupción que se acelera.

Sobre el comunicado de disolución de la banda 
terrorista E.T.A. del 16 de abril.
Si es buena noticia que no se vaya a asesinar más, 
demos a cada uno lo suyo. En principalísimo lugar a ETA, pero sin  olvidarnos de otros. 

Calle del Carmen (Pamplona), abril 2018
ETA y su entorno no han estado solos. Los políticos del Liberalismo y Socialismo tienen una gran responsabilidad en el mantenimiento de ETA durante décadas, en el acceso de los amigos de ETA -que no condenan el terrorismo- a las instituciones políticas, y en lo que vaya a ocurrir desde ahora.
ETA se autodefinía como “organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional". Víctor Manuel Arbeloa precisa así: "Es decir: organización marxista-leninista y nacionalista-independentista vasca, que, por medio de la violencia y el terror, intentó la separación de Euskadi y Navarra del Estado Español, para, junto con el País Vasco Francés, conseguir en su día una Euskalherría unida como Estado independiente, marxista-leninista y euskaldún" ("Pero ¿existió ETA alguna vez?", "Diario de Navarra", 3-V-2018)
ETA es marxista-leninista, y utiliza el nacionalismo como pretexto de lucha de clases y naciones. Para Lenin: "Es necesario... emplear cualquier artimaña, treta, métodos ilegales, evasivas, y disimular la verdad" (recogido por William C. Bullitt, 1947)
ETA no ha sido derrotada, en contra de lo que afirma el editorial de "Diario de Navarra" (4-V), que por autocomplaciente y para aupar al sistema liberal prefiere comulgar con ruedas de molino. A ETA se le pudo derrotar policialmente y no se quiso. Los responsables sabrán por qué. Por su parte, a ETA no le conviene seguir como estaba, hacer lo que hacía, verse como le ve más de medio mundo. Dice que es ahora  cuando ha cambiado su "ciclo histórico" y que por ello ha modificado su estrategia. Dice que el terrorismo fue durante 60 años su propia "iniciativa política" y ahora anima a todos a embarcarse en una nueva "tarea" para "solucionar el conflicto". La terrorista ETA dice haber sido responsable y honesta. 
Los de Bildu y otro amigos de etarras que no condenan el terrorismo, hoy mandan en las instituciones y reciben subvenciones públicas. Pues bien; a muchos no les huele nada bien que el "cuatripartito" surja para mandar. ¿Será ésta la primera concesión a la autodisolución de ETA?
Además del terror sangriento, hemos sufrido el terror psicológico y moral durante sesenta años, que se ahondará cuando la banda terrorista sustituya su terrorismo de sangre por un sectarismo activo civil. La manipulación y arremetida contra el monumento de “Navarra a sus muertos en la Cruzada” es un ejemplo. Nada tienen que ver los que sacrificada y heroicamente salieron al frente de batalla con lo ocurrido en ciertas retaguardias.

Calle del Carmen, abril 2018
Hoy sufrimos in crescendo un terrorismo psicológico y moral, al ver la vaciedad y cinismo del pasado comunicado de autodisolución de ETA, al sospechar  la impunidad de los criminales y de quienes les apoyan, al escuchar la "recompensa"  del acercamiento de los presos defendida por Urkullu y Barkos, al ver los apoyos organizados a los terroristas en sus pueblos, al constatar el reinicio de una agitación masiva y callejera con muchos medios económicos, públicos y la presencia de las instituciones políticas... El entorno de ETA se organiza, ocupa instituciones, actúa con fuerza, aumentará su activismo con el sectarismo activo de la banda terrorista, tiene los medios públicos a su alcance, son okupas del palacio del marqués de Rozalejo en Pamplona... mientras las instituciones del Estado se debilitan, la sociedad sana está desvertebrada por ideologías como el Liberalismo y Socialismo, la gente piensa en el trabajo que no hay y en pasarlo bien como evasión...
Creemos que:
No es para aplaudir por la decisión que ha tomado ETA. Que ésta no condene el  terrorismo que ha sembrado durante 60 años, o la diáspora de cientos de miles de personas del País Vasco, no asegura nada bueno. ETA debe pedir perdón por todo y a todos; es imposible hacer borrón y cuenta nueva y no puede poner el contador a cero. Debe entregarse a la Justicia para seguir judicialmente sus más de 358 -esto maravilla a cualquiera- asesinatos... ¡sin resolver! Si no debe pedir nada a cambio, ni su decisión le debe suponer algún beneficio, basta que los políticos insistan en decir que "no" van a beneficiar a los etarras, para que sea que "sí". Así prometió el presidente Rajoy el 23 de abril: ETA “no conseguirá ninguna ventaja por desaparecer” (“Diario de Navarra”, 24-IV-2018), aunque casi dos semanas después, el Gobierno dice que sólo dará beneficios a presos etarras que asuman el daño cometido (DdN, 7-V-2018). El acercamiento de los presos etarras, ¿les hará dormir entre los vecinos honrados? ¿Permitirse enaltecimientos o recibimientos triunfales a quienes han sido terroristas? Llamemos las cosas por su nombre: los asesinos contra las víctimas, el terror contra la paz.  Exista un "relato" colocando a ETA y a sus cachorros en su propio lugar. No manipulen la palabra, ni los hechos de ochenta años atrás como tapadera para lavar los actuales crímenes etarras. 
El fin de ETA no significa el final del terrorismo, pues hay muchos que amparan y legitiman la actuación de ETA o no se arrepienten de haberlo hecho  (Javier Caballero, en "¿Fin del terrorismo?, "Diario de Navarra", viernes 4-V-2018).
"Diario de Navarra" (IV-2018)
Parece que ahora viene lo peor: la angustia continua, se ahonda el terror psicológico y moral por la impunidad y chulería, el desgobierno ... el acceso de los amigos de ETA a las instituciones… y quizás ello traiga fatales consecuencias.
Preferimos una ETA identificada con la sangre y fuera de la ley, a una ETA sin arrepentirse y trabajando en el ámbito civil. Esta segunda hace más daño a la sociedad que la primera, y además tienta a un Gobierno liberal, débil y complaciente.
¿Quiénes tienen que pedir perdón? Pídanlo ETA, el PNV que ha recogido las nueces, y los políticos que han dado pábulo a ETA. En vez de los obispos de las cinco Diócesis -cada cuál responda de la suya por separado-, deben pedir perdón ciertos miembros del sacerdocio y la Iglesia por omisión y comisión por sus "complicidades, ambigüedades, omisiones".
Ante noticia de la disolución de la banda ETA, temo la claudicación tanto de las instituciones civiles del Estado como de algunas instancias clericales para empezar lo que pueden llamar "una nueva época". En un sermón en Pamplona he escuchado hablar de víctimas, del gran dolor que hay que subsanar, pero también de una reconciliación. ¿Quien debe reconciliarse? ¿La sociedad sana y honrada? ¿No pasa la reconciliación por reconocer la verdad de lo ocurrido, pedir perdón, desagraviar etc. etc.? En 2004 el Vaticano decidió dejar enfriar el asunto de la Provincia Eclesiástica Vasca, porque no se daban las condiciones sociopolíticas adecuadas. Ojo: que nadie en esta "nueva época" pueda recoger las nueces malditas del suelo. 
El nacionalismo/separatista vasco nada tendría que hacer si no es por el marxismo que lo utiliza de maravilla como elemento de lucha de clases y naciones, y si no es por la existencia de ETA que es marxista-leninista. Los Arzallus han recogido muchas nueces. Recordemos de nuevo que para el buen leninista "es necesario... emplear cualquier artimaña, treta, métodos ilegales, evasivas, y disimular la verdad" (LENIN).

Ramón de Argonz

Fotos del autor (IV-2018)




Calle del Carmen, abril 2018

Calle Arrieta (Pamplona), abril 2018

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