Boletín Oficial de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra

domingo, 26 de junio de 2016

Los principios no negociables fracasan cuando el PP gana

ELECCIONES

     CONOCEMOS los resultados electorales de hoy, el 26 de junio. En el conjunto de España:

  • Podemos ha sufrido su descalabro
  • Ciudadanos también
  • El PSOE está para el arrastre (pierde 5 escaños) aunque le satisface no haber sido superado  (el llamado "sorpasso") por Podemos
  • El PP está feliz, pues ha subido en escaños (+14), votos totales (+650.000) y porcentaje de voto (+4,3%).


Está visto que cuando todos están contra el PP, éste o desaparece o se refuerza.
También es cierto que el miedo al neo comunismo de Podemos ha hecho que muchos voten con la nariz tapada al PP. 
El gran capital, la plutocracia y las instituciones económicas prefieren más a cualquier otro que a Podemos. 
Lo cierto es que un perdedor y otro perdedor juntos no pueden ser ganadores.

Ahora bien, con esos resultados, los carlistas no estarán contentos, sino muy apenados.

No estarán contentos en sentido absoluto, porque el PP es un partido abortero, consiente y colabora en la manipulación de embriones etcs.... Es un partido pro muerte, además de perjudicar al matrimonio, la familia, la educación, la memoria de la Patria etc.

Pero tampoco estarán contentos en sentido relativo, porque siempre es posible que haya partidos peores por lo mismo que en el Infierno hay grados. Bajo el sol se se tiene mucho gustirrinín si te dejan en paz, lo que ocurre es que mientras tanto muchas personas son eliminadas en silencio. 

Que haya gente mucho o poco contenta con el triunfo del PP es mala señal, salvo que su aversión a la izquierda y al separatismo sea mayor que su aversión a las leyes contrarias a la vida, el matrimonio, la familia y en cierta escala también la educación. 

Otra cosa es que los españoles se hayan librado de la chulería, la prepotencia y capacidad vengativa de la izquierda y los separatistas, en Euzcadi ni pocos de ellos pro etarras. De esto se nos alivia; sin embargo lo teníamos asumido para así poder apostar por las verdades del barquero y -en otra dimensión más profunda- las divinas. La prepotencia de la izquierda impactaría a los sentidos exteriores. Pues bien,  los sentidos interiores quedan tremendamente impactados por las aberraciones consentidas, legisladas y promovidas por el PP, partido pagano de "derechas". 

Si nos hubiera disgustado el triunfo de PSOE-Podemos, nos disgusta en muchos aspectos fundamentales el triunfo del PP. Ahora bien, con los escaños que tienen a ver qué hacen o les dejan hacer. 

Hace mucho daño en un plazo medio y largo, que la sociedad sana y bienpensante -que aún queda, y creo que más de lo que parece- se complazca en los resultados del PP sobre PSOE-Podemos, que se adormezca, que no quiera salir de la pésima situación pepera, que juegue con las palabras para sestear o "balconear", que se codee con el masonismo como antaño la CEDA, que tolere todo con tal de no sufrir las alteraciones radicales de Podemos y los separatistas, y sigamos todos con el alma deshecha, así como con los cuerpos deshechos.

Es aberrante que se vote a un partido que hace 4 años decía algo sobre el aborto, y ahora ha mantenido y ha tragado la legislación de aborto libre. Lo ha hecho con Podemos delante o sin él.  El avance de esta iniquidad hace que el éxito del PP lo tengamos como un inmenso fracaso para la religión católica, para el derecho a la vida, para el derecho natural más básico, para los españoles y España misma.

Mucho me temo que el PP no va a gobernar para todos los españoles, en contra de lo que dice querer. No lo va a hacer porque ni lo ha hecho, ni va a cambiar no pocas leyes aberrantes, que en parte son suyas. Está preso de sí mismo y de la secta. Además, no deja de ser un partido de la partitocracia.

Lo claro es que los españoles no quieren el neo comunismo, ni el separatismo, y que si esta tendencia de "no a todo eso" encierra otras muchas cosas saludables (vida, familia etc.) sin embargo estas últimas las posponen a lo primero. Y eso es un cálculo miserable y egoísta.  

Casi se nos olvida la participación -nacie habla de ella- que ha bajado del 73'2% al 69'84%. Un 30% de abstención es  mucho y como la abstención denuncia al sistema, los políticos y sus coriferos periodísticos se lo callan.

Ramón de Argoz
Pamplona 27-VI-2016

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