La cartita de Pedro Sánchez

Opinión

LOS CARLISTAS callaremos ante el "affaire" de la cartita de Pedro Sánchez a los españoles, porque a nosotros quienes nos importan son los españoles y sus pueblos, España  como patria de todos los españoles. 

Entre los allegados, paniaguados, chupatintas y corruptos que rodean a Pedro Sánchez... y entre aquellos que le extorsionan en sentido libertino y  ultraizquierdista, burgués y marxista separatista... todo son loores al sonriente don Pedro, plantado como un ejecutivo. ¿Qué palabras y expresiones de afecto resonaban desde todos los autobuses, fletados por el PSOE, para apoyar al líder con un prolongado eco audible por toda España?:

"Pedro no te vayas, que te quedes, majo, que te necesitamos, que sin tí nada somos, que te queremos, que contigo todo lo podemos, esto es, vivir de subvenciones y corruptelas, robar a manos llenas como premio en tu cortijo, imponer y difundir comunismo sin que se note mucho, extorsionar y separarnos de  España, una y otra vez humillarla, ensalzar a los terroristas y encaramarlos en las instituciones, repetir golpes de Estado hasta que se harten de nosotros y nos manden a la porra etc. etc. Eres un líder, gran timonel, el doctor más docto, el no va más...: ¡Oh!..., don Pedro"

Los que tienen algo de sentido común, saben que detrás del "affaire" Begoña-Pedro, Pedro-Begoña, está el caso Pegasus (el contenido del móvil intervenido a todo un sr. presidente), el Mossad que ha dado -sin duda- información a los cuerpos del Estado españoles por presuntos delitos penales del sr. Sánchez, el apoyo de Sánchez a Palestina frente a Israel, las pretensiones del amo de Rabat... esto y más, más que la tal Begoña Gómez de la que su esposo se muestra tan enamorado.  Adolescente. El motivo último de la cartita habría que buscarlo en Rabat y Tel Aviv, y secundariamente en los negocios y corrupción bananera de los Sánchez-Gómez, tan  amigos del pueblo.

Los que tienen algo de sentido, también saben que la jugada de la cartita es de libro o manual: un plebiscito basado en el arrebato sentimental al mejor estilo dictador cubano, un paso atrás para dar dos adelante al mejor estilo leninista, una maniobra de dictador comunista que se va pero para quedarse, un pulso contra España, los jueces, la poca prensa libre que queda, y hasta la sumisa oposición... El "me voy" es un amago, pero que no quedará tan sólo en ello, pues el tal Sánchez tendrá que justificarlo: no nos va a hacer perder cinco días a los españoles para nada. Y el tal Feijoo en Babia, el mansito que todo lo aguanta...  De un guindo pende la fiscalía del Estado -al servicio de Sánchez-, la abogacía del mismo, y la oposición que permanece a la espera "a ver qué y cómo cae". Ellos harán lo mismo: la Agenda 2030. Algunos también dicen que Sánchez pondrá como sustituto interino al Sr. Rodríguez Zapatero -su mentor y el portavoz de las dictaduras bananeras, persona que se ha enriquecido a mansalva, con olvido de los españoles totalmente desmemoriados-, o bien que se mantendrá él mismo haciendo algo para justificar la famosa cartita...

Los más deslenguados hablan del ego narcisista y enfermizo de Sánchez, que es lo único que él no controla; de una situación vergonzosa y esperpéntica ante la opinión internacional; de charlotada -la misma en todos los países-y un "plan" propio del sistema para que los periodistas que reciben sobres bajo manga, aplaudan hasta convencerse, y todos (incluido Page) cierren filas ante el próximo asalto al poder. Los más brutos hablan de un detritus del hampa, de una máquina de fango, que el PSOE es una secta y no un partido.

Bien está todo esto. Pero, ¿qué dirá Soros? ¿Qué dirá la masonería en España? De esto nadie habla.

Nosotros recordaremos que ESTO que ocurre no es España. Nuestra patria, España, no puede estar pendiente de sus políticos, y menos de estos políticos.

ESTO que ocurre a los españoles, es porque ellos se lo han buscado. Es producto del sistema al que se han dejado uncir, y que han aceptado a pesar de las mentiras y complejos, engaños y majaderías... Es consecuencia del intento histórico de dar la vuelta a España como un calcetín, según dijo el tal Alfonso Guerra, intento que se empezó a hacer mucho antes, ya con Franco en el poder, y han consumado entre todos, derechas, izquierdas y centro, metiendo en el sistema a todos los que desde la ultra izquierda, el separatismo y los terroristas odian a España y los españoles.

Repasemos cómo han caído todos los presidentes de Gobierno de la mal llamada "democracia", que en realidad es un sistema de oligarquías de poder que se sirven a sí mismas como premio por servir a sus amos, enemigos declarados del pueblo español. Aquí nadie -o casi nadie- sirve al verdadero pueblo español. Suárez cayó por sus mentiras y el auge terrorista cuyo amo aún desconocemos, Calvo Sotelo por los mismos de su partido, González porque desayunábamos corrupción, Aznar por el 11-M, Rodríguez Zapatero por desgastarle sus excesos y la corrupción, Rajoy por ser un inane y por corrupción en su partido, y Sánchez -el más tramposo- no cae ni con corrupción. Si, los españoles estamos bien agarrados. 

Diremos algo que todos callan. Este es el quid de la cuestión: abandonando a Dios y la religión de nuestros padres en las instituciones públicas y la misma Constitución, Dios respeta nuestro libre albedrío aunque caigamos en el libertinaje y miseria más honda, y nos deja a merced de nosotros mismos. Ya quisiéramos que el buen Dios fuese nuestro Señor, porque realmente nuestro amo es el tal sr. Sánchez y las manos ocultas que lo dirigen, como dirigieron a los presidentes anteriores.

El odio a la España de siempre, tan vinculada al catolicismo a pesar de los requiebros y mentiras liberales, es tan grande, que se busca su ruina y destrucción a conciencia desde hace muchas décadas, su sustitución biológica por pueblos que nada tienen que ver con ella, la tratan como un cortijo, y la humillan constantemente una y otra vez en manada.

La salvación de España exige volver a sus raíces cristianas y tradicionales, a lo mucho católico y tradicional que atesora en su alma antes de llegar a la corrupción final, al respeto hacia sus pueblos y toda la nación, a la vivencia de qué es la legitimidad.

Una vez más preguntaré: españoles, ¿quién es vuestro Dios?

Hemos de saber que, en España, debido a su idiosincrasia, o hay unidad católica o bien hay trampa y disgregación en manos de la secta, que nos trata como si fuéramos su cortijo.

Acabo con lo que debía encabezar estas líneas, y todo el mundo calla. Simplemente, y no es poco, lo que está ocurriendo a los españoles es un castigo de Dios. Le expulsamos de la Constitución en 1978, luego de todas las leyes hasta la corrupción más miserable... ¿qué esperábamos? ¿Nos daremos cuenta para corregirnos? Pobre Ecce homo, imagen visible del Dios invisible. 

Fermín de Musquilda