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El Parlamento de la UE ha caído en la ignominia. Sobre todo de los políticos, pues no sabemos si también los votantes por aquello de la manipulación de masas y del abismo entre la Europa real y la oficial.
Esto es un suicidio colectivo, porque el Parlamento europeo primero asesina: ¿derecho al aborto en la Carta de Derechos fundamentales de la UE?. Eso también supone suicidarse moralmente en favor de los enemigos del hombre que rondan la Agenda 2030, así como de los enemigos internos y externos de Europa, en realidad de la Europa cristiana que no hay otra.
Declarar como derecho el matar al hijo que se lleva en el seno materno, indica la mayor podredumbre moral.
Sólo tres países pueden hacer la oración de Lot: Malta, Polonia y Hungría, que se oponen. Pero también sólo ellos pueden hacer improbable que este supuesto "derecho" se incluya en la Carta de Derechos, pues la inclusión necesita la unanimidad.
En España han votado en contra de tamaña barbaridad los del PP, Vox y parte de la delegación de Ciudadanos. En este punto nos alegramos mucho.
Se ha caminado desde dentro hacia la anulación y destrucción de Europa de una forma deliberada: destruir Navarra, destruir España, destruir Europa. Me lo advertían textualmente hace 45 años mis maestros; y ya ha llegado el momento.
Tu y yo algo tendremos que hacer en este momento: rezar con esperanza a Nuestro Señor, unirse socialmente, no callar... y trabajar.
El 25 de todos los meses, a las ocho de la tarde, concentración y Santo Rosario con la pancarta ABORTO NO. Dios ama al embrión, enfrente del Parlamento de Navarra. Llevamos años haciéndolo, muchos se acercan y todos hemos de perseverar. Digámoslo de nuevo: el secreto es perseverar.
La Redacción
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