Galería de fotos
LA JUVENTUD carlista de Pamplona celebra su fiesta de la Inmaculada Concepción de María, el domingo siguiente a su octava, por especial privilegio de San Pío X. Lo hace desde comienzos el siglos XX. Ya han pasado cien largos años de celebración ininterrumpida.
Es maravillosa la unidad y continuidad de los carlistas de todos los tiempos. Sólo se advierte bien cuando se llega a cierta edad. Sin conexión física o biológica, separados por décadas en el tiempo, con continuidades y desaparición de estirpes familiares, otros toman el relevo. Forman una maravillosa cadena de humanidad y saber vivir, de fe católica, de ideales sociales y políticos, de fidelidades a la dinastía providencial que Dios dió y, tras la actual orfandad, dará de nuevo para España. En esa cadena liberadora, con una procedencia y un destino concretos personales, cada cuál es un eslabón necesario.
Esta fiesta es de los jóvenes. Hubo más jóvenes que nunca, lo que significa que hay interés, relevo y manos blancas para trabajar con rectitud y entusiasmo.
Después de la Santa Misa y la consagración de los jóvenes a la Inmaculada, los saludos a la salida fueron seguidos de la foto "de familias" y del canto del Oriamendi.
Entre la Santa Misa y la ofrenda floral en el monumento de la Inmaculada, se celebró un acto político en la plaza de los ajos o de las Recoletas. Los carlistas saben que cualquier vivencia ad intra debe manifestarse ad extra: no son una mera asociación de padres sino una parte de la sociedad que tiene algo o mucho que decir al resto social. El Carlismo tiene una indudable proyección política, y para la política local, regional y nacional. Quieren ser recuerda y fermento, y ahí están, en las calles y plazas mostrándose como son.
En el acto político intervinieron con megáfono una joven margarita de Pamplona y luego el presidente de la Comunión Tradicionalista Carlista en España. Hubo muchos curiosos a distancia, pues los mensajes iban para ellos. El ambiente fue óptimo, el día era anticiclónico, limpio y lucía el sol. Esta concentración fue paralela a la desarrollada en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona en protesta por la defenestración de la alcaldesa Sra. Ibarrola, por la entrega de la alcaldía del PSOE/PSN al EH Bildu. Garisoain y Garralda ya habían comentado este miserable hecho desde el punto de vista tradicionalista en el digital "Ahora-Información" y, el segundo, también en El Irrintzi. Como la fiesta de los jóvenes está instituida para este día, la celebraron con mucho gusto.
Para Javier Garisoain (vid. Ahora Información), los carlistas no son a modo de apagafuegos, ni cipayos, ni mamporreros de los partidos políticos de la derecha regional y española. Son contrarios a un sistema que necesita dos patas, la derecha e izquierda -y quizás "centro"-, para mantenerse en pie, llevando así a la sociedad española al desastre porque aquellas se inspiran en ideologías tan falsas como el Liberalismo y su heredero el socialismo. La estrechísima relación entre ambas hace que seguir a los partidos correspondientes a tales ideologías impida resolver los problemas y que continuamente cree otros nuevos. Es como si todos fuesen en el mismo autobús, turnándose los chóferes de unos y otros por conducir ambos a distintas velocidades hacia el mismo destino. Y un destino nada bueno.
Tras el acto político se fue a la plaza de la Inmaculada para depositar la ofrenda floral a los pies del precioso monumento a Ntra. Señora.
Ya en el restaurante, volvió a intervenir una joven margarita para exponer las actividades que realizan los jóvenes. Tomó la vez el joven Javier, de Pamplona, que mostró una preocupación y una petición. Su preocupación es ser consciente de la necesidad de estar fuera del sistema, entre los disidentes, y en una disidencia no controlada. Como joven se opone a no hacer nada, a aburguesarse, y prefiere actuar en vez de seguir debates muy elevados -muy sano y propio de la edad-. Como petición, dijo que los jóvenes buscan acción, pero a veces les falta fuerza propia para impulsarse. "Movednos para seguir la batalla cultural, sin aburguesarnos, convirtiendo un ejército que reza en un ejército que también se forma y actúa. Rezar y actuar: "hambrientos de actuaciones, aprovechadnos".
El joven Gabriel hizo patente su gozo de celebrar la Inmaculada Concepción, de la que tanto necesitamos cobijo y ayuda. Los liberales han implantado leyes muy injustas, han expulsado a Dios de la política, y siguen creyendo en la Constitución y la democracia liberal. Él quisiera militar en un Ejército de cruzados, convocando a los hijos de la inmaculada, pues Ella nos necesita.
Sancho, joven miembro de la permanente de la Junta de Gobierno, animó a aprender a vivir y a que cada cual cumpla la misión que se le encomienda. Entre los carlistas no hay ingenuos, sino personas que tienen fe. Si se esfuerzan es porque saben por qué luchan. Ni nosotros ni nuestros mayores somos fanáticos. Ellos no lo eran porque la mitad de los combatientes de 1936 no querían salir a la guerra por estar en plena cosecha. Fueron las mujeres las que les animaron: ellas la recogerían gustosas. Y lo hicieron de maravilla. Animó a la fidelidad y entrega, a ser muy buenos cristianos y ciudadanos muy conscientes de lo que está ocurriendo. Es muy posible que nos toque sufrir en la vida, pero estemos listas a sufrir con alegría.
Su buen decir y entusiasmo, su transmitir convicción personal, su calidad de padre de familia numerosa, levantó los ánimos que nunca están decaídos sino preparados para seguir a los líderes, porque -añadimos- en nuestra sociedad hay una gran falta de líderes convincentes, de testigos.
Finalmente tomó la palabra el presidente de Navarra, que reconoció las difíciles circunstancias que se está viviendo en todos los ámbitos, absolutamente en todos. Un modo de estar bien preparados es vivir en comunión, de estar en la Comunión Tradicionalista Carlista. El para qué es bien sencillo: para ser y transmitir, para vivir y protegernos unos a otros, para multiplicarnos y poder ser felices en lo que podamos en esta vida.
Agradeció a la larga cadena de generaciones, aunque se conozcan entre sí los eslabones más inmediatos, varios de los cuales -al menos tres- están aquí presentes: abuelos, padres e hijos. Pero hay otros eslabones que están en el recuerdo inmediato -los bisabuelos- y los anteriores que son desconocidos pero no por eso menos queridos y reconocidos.
De ahí, que agradeciese a los pamploneses, casi todos de ellos hoy anónimos, que desde 1905 han celebrado anualmente la fiesta de la inmaculada Concepción. Agradeció también al Circulo Familiar Virgen del Camino, donde los de su quinta se educaron a la vera de don Ignacio de Orbe -barón de Montevilla-, Miguel Garisoain Fernández amigo de la acción organizada, y Santiago Arellano. A este último le encomendamos y recordamos especialmente por ser uno de nuestros formadores. Recordamos sus clases hace casi 50 años sobre El problema de Occidente y los cristianos (F. Wilhelmsen) y Signo de contradicción (Karol Wojtila). Siempre estuvo entre nosotros como faro y guía, con su oratoria amable y chisposa -ahora gozará del ardor divino-, con su prudencia como persona responsable de velar por nuestra juventud, para no ser utilizados por otros. Insistía en que la contrarrevolución no es una revolución contraria, sino lo contrario a la revolución, como decían los clásicos (Donoso Cortés, Chesterton). Para él tenemos que estar con todo lo bueno, esté donde se encuentre.
Agradeció al capitán e investigador Carlos Etayo porque todo lo que nos enseñó sobre la revolución mundial, se está cumpliendo ante nuestros ojos. Yo sólo me quejó de que si bien ellos vieron los males, se quedaron "cortos", pues no podían saber que iban a llegar tan rápido y con tanta radicalidad. Agradeció a Teófilo Andueza y Mari Carmen Lafuente, su devoción a Ntra. Sra. de Garabandal. Añadamos ahora la prodigiosa memoria del primero, y la defensa que hizo Mari Carmen Lafuente, de la laureada de nuestro escudo, el día de la gran manifestación de 9 de marzo de 2007 bajo el lema "Fuero y libertad. Navarra no es negociable". Disgustadísima porque tuvo que ir a rescatar una bandera laureada que -con orden de sus superiores políticos de UPN- la policía foral secuestró a unos manifestantes carlistas, falleció a las pocas horas de un infarto. El presidente recordó a Felipe Vives conocido por todos, a Elizalde y a Jesús García Daspa que, a pesar de no poder estar presente en los salones del Círculo, lo apoyaba. En fin, estos son nuestros mayores inmediatos.
Pero ahora tenemos que agradecer a José Luis G. y Mª Teresa A., miembros de la junta de Navarra, toda una vida de servicio en la Junta regional carlista. Agradeció también a los padres presentes, que son la esperanza porque sin la familia no hay solución, a sus hijos y a los campamentos de Cruz de Borgoña, que tanto debemos apoyar.
Para terminar ofreció cuatro consejos. Formarnos continuamente mediante buenos libros y hoy también en la Red. Ser agradecidos en todo momento valorando a los demás sus servicios, cualidades y esfuerzos. En esto los carlistas somos algo "austeros". No dejar a nadie solo e ir a por más. Y practicar la solidaridad entre nosotros, dentro de la Comunión, y con la sociedad, pues no somos una secta y debemos apoyar y agradecer todo lo bueno que otros hacen. Seguir, continuar en el bien, que es lo único que vale la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario