Guerracivilismo en 2023

 Opinión

Un día como hoy, hace 84 años, terminaba afortunadamente la desgraciada guerra civil en España. Una guerra que para muchísimos de aquel tiempo, y también algunos hoy, fue una Cruzada salvadora, en defensa de la Religión católica, de las parroquias, familias y pueblos que la profesaban, de sus casas y lugares de trabajo, de sus libertades fundamentales y sociales, de la Patria. Los carlistas añadían la legitimidad de todo Gobierno bien constituido, la autoridad del Rey, el entronque con lo mejor de España -por entonces totalmente desnortada-, y una verdadera representación política.

Un día como hoy terminaba esa guerra tan penosa -como todas, aunque sean legítimas y defensivas-, provocada por el conglomerado partitocrático de la República sectaria anticristiana de 1931; por los partidos marxistas, las masas anarquistas y las oligarquías separatistas en 1934; y por el mismo Largo Caballero y compinches del PSOE, PC y otros desde febrero de 1936. El llamado Frente Popular se cargó la República, hasta con trampas electorales ya bien probadas. El Frente Popular no eran "los republicanos". También eran republicanos Mola, Cabanellas, Queipo de Llano y tantos otros sublevados, como la CEDA y Falange que habían aceptado la forma republicana como un hecho a mantener.

Pero, claro, los marxistas se escondían tras el proletariado, tras la República y, hoy -año de gracia de 2023-, tras la honradez corrompida del PSOE y amigos, y la Democracia que ellos corrompen. Los separatistas fueron y son los tontos útiles utilizados para multiplicar la lucha y el conflicto general en el que, hoy -año de gracia de 2023-, ellos ya no se juegan nada sino que les dan buenos réditos económicos. Piensen en el actual separatismo anticatalán -golpista y fascista-, antivasco -con su reguero de sangre inocente que se quiere hacer olvidar- y antigallego -un esperpento inane fortalecido por la labor del PP-. Todos ellos han ganado: España es su cortijo, y los españoles y españolas su pastel. Reparto, reparto, reparto...

Oiga Vd., que "demócratas" son los amigos de ETA que no condenan el terrorismo y, a pesar de ello, ocupan poder en Navarra y echan m. sobre los nobles y bravísimos navarros que derrotaron a sus adversarios en el frente de batalla, guiados por la Cruz. A su vez, piense Vd. en la ilógica arremetida de los actuales guerracivilistas contra el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada, levantado en Pamplona, que no puede ser empañado por horrores de retaguardias en Navarra, Guipúzcoa, Vizcaya y tantos otros lugares. ¿Qué haría el moderno frentepopular con este monumento en el caso de haber sido levantado a los brigadistas, milicianos y gudaris...? Hoy todos estaríamos obligados por el BON a peregrinar a él dándonos golpes de pecho. Son un imperio de hipocresía. De paso con ello quieren blanquear a ETA....

Algunos quisieran volver a un nuevo guerracivilismo que, muy al estilo maoísta, primero lava el cerebro, secuestra las almas y luego tapa las bocas, para, finalmente, sujetar los cuerpos y las vidas desde el mismo Estado. Primero con el BOE y ciertas decisiones de la UE, luego con el poder omnímodo de la administración y Hacienda públicas, y finalmente con la decisión de quién puede cobrar subvenciones o pensiones, quién producir, quién comer y hasta respirar. Quisieran saber qué hace Vd. en cada momento, en qué gasta su poco dinerillo -hace tiempo ya no hay herencias-, y cuál es su perfil "exterior" en los medios. Quisieran "vacunarle" y no sé de qué. Y lo lograrán si les dejamos.

La corrupción es un medio más que trabaja en los dos sentidos, dominio de las almas y sujeción de los cuerpos, y además sirve para retribuir los servicios prestados, que les dejan pero sin que se note. Una mordida o "bocadito" de tiburón, vamos. Hartos de la corrupción que ellos mismos han provocado, los marxistas auto considerados los más puros, como modernos jacobinos, se cargarán todo lo que unilateralmente deseen asociar a la corrupción, para poner la máxima corrupción en la cúspide, que es el Nuevo Orden Mundial, el gran capitalismo transnacional de gente "forrada" al que siempre han servido.

Ayer el verdadero ídolo de los españoles fue la Constitución -la "mentirosa" le han llamado-, en la que ya pocos creen, y hoy es la Agenda 2030, a la que debemos combatir por su hipocresía. Sí, la Jerarquía católica elevó una Constitución sin Dios -sin Dios y, por ello, contra Él, convirtiéndola así en un ídolo- queriéndole hacer compatible con el Altar, y se ha quedado sin pueblo católico. Como eleven dicha Agenda al mismo nivel, pues vamos aún más rápido a las catacumbas. La creación del "ídolo democrático" fue el gran problema, el quid oculto de la cuestión, la paralización general de los católicos y su entrega a un partido político engañador como ninguno. Todos sabemos que el Maligno es mentiroso y asesino desde el comienzo.

Lo único importante para los actuales "guerracivilistas" es acceder a poder y, luego, a pesar de sus mil barrabasadas, mantenerse en el poder a toda costa. Como en Cuba y Venezuela. China no, que es Oriente e Imperial. Con alianzas contraria a España -separatistas y amigos de terroristas- si es necesario. Con alianzas mil contra el más mínimo sentido común y la misma decencia. Entregando España a sus mayores enemigos... para que desaparezca. Utilizando los resortes del poder (la manipulación del CIS, la TV, las subvenciones, el amiguismo etc.), y con trampas electorales si fuese preciso.

Ellos saben que los justos motivos de la reacción de 1936 siguen en vigor, aunque no sus medios, pues esta vez son ellos los que los poseen con toda posesión y dominio afianzado para bien de todos. Eso dicen. Y dañan u seguirán dañando.

Sólo nos queda lo que decía Manuel de Santa Cruz, y es que los católicos deben estar dispuestos -aunque sin buscarlo-  pasar por  la comisaría, los tribunales, juicios y... pero no porque lo que ellos hagan esté mal, sino porque sus enemigos manipulan lo que queda de la Constitución, por las leyes injustas y totalitarias que están promulgando en el BOE y autonomías. Uno de los grandes males fue y es confundir -con una sola vez  bastó- la Democracia con el Derecho: en fin, arrodillarse. Ello paralizó totalmente a los católicos y gente de sentido común hasta hoy. Luego confundir la Democracia con el "todo vale". Y ahora confundir la Democracia con manipular la propia Constitución, como la que es sobada por todos.

Está claro que fuera de la Palabra divina y el ejemplo de Nuestro Señor, todo es manipulable y fútil. ¿Pero vivir en sociedad no es tan importante, conforme a la naturaleza humana? Claro, el Liberalismo dice que no, y ha dejado colar todo lo que él mismo ha provocado y a lo que se sigue sumando.

JFG