¡Mañana martes no faltes! Concentración en apoyo a los miembros de la Benemérita y sus parejas que fueron agredidos en Alsasua.
Martes 17 de abril a la 19:30h, Plaza de Merindades.
Más información:
Carta de la madre del teniente agredido en Alsasua:
«Pido, sin odio, justicia»
"Me da mucha pena esa gente que vive llena de odio y frustración. Debe ser muy triste no poder disfrutar de la vida. Me siento muy agradecida, aunque la experiencia ha sido muy dura. Hemos tenido la oportunidad de conocer a muchas buenas personas y sentirnos arropados y rodeados de cariño. Ahora empieza el juicio y todo se remueve otra vez. Vuelve la tensión, la angustia, la tristeza, pero sé que sólo será cuestión de unos días. Confío en la Justicia. Pido a Dios que quienes tienen que dictar sentencia gocen de paz, serenidad y puedan tener la mente clara para así poder tomar las decisiones que sean más justas". (La Razón)
Tomado de "Hispanidad" 16-IV-2018
Pues sí; es una gran pena que se esté dividiendo y luego enfrentando a la sociedad.
Esto es lo que hacen quienes creen que la lucha de clases es el motor de la Historia.
Esto es lo que hacen quienes creen que la lucha de clases es el motor de la Historia.
Es más; es una gran pena que el grado de las penas de los encausados por la agresión cometida en Alsasua (Navarra) se utilice POR OTRO MOTIVO, como arma arrojadiza para conseguir OTRA COSA.
Estas formas de hacer -enfrentar, manipular y provocar- son antiguas y traen pésimas consecuencias, por la manipulación que suponen, el engaño a no pocos manifestantes de buena fe, y su indebida utilización por los comunistas que en el País Vasco son los principales adalides de las independencias para crear una URSS ibérica. Los del PNV versus Geroa Bai son sus comparsas útiles.
Ahora bien, más que consideraciones sobre la Albania y Cuba comunistas que algunos pretenden en 2018, nos preocupa aquí y ahora que se haga justicia sobre los atentados en Alsasua porque las víctimas son unos honrados ciudadanos y también porque son unos miembros de las fuerzas de Seguridad. Que los ciudadanos y los componentes de la fuerzas de Seguridad no puedan vivir una vida normal supone sembrar un terror incívico.
La Redacción
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