Esta tarde el llamado Parlamento de Cataluña -sin poderes legales y con importantísimas ausencias- ha consumado el golpe de Estado que se estaba realizando por entregas. Así, ha declarado su independencia respecto de España -la madre patria que cuenta con muchos amantes pero también con algunos hijos descastados y traidores- y se ha proclamado República.
Lo de menos es que los Puigdemont se hayan ocultado en la masa y todos en el voto secreto para eludir la Justicia.
Lo de menos es que los casos de corrupción de los Pujol y amigos..., y los que se juzgan sobre el PP, PSOE.... estén cayendo en el olvido. Sin Dios, llega la corrupción, y en España llega muy rápidamente. De la corrupción política se pasa a la social y luego a la económica (el robo, la extorsión, la fuga de capitales...), y de la corrupción económica se multiplica la política... en una espiral envolvente e in crescendo.
Lo más importante es el enorme bajón y descontento social, así como el desamparo que sufren los buenos españoles. No está bien pedir tranquilidad a los españoles, como hace el Sr. Rajoy, pues muchas veces la ha pedido y poco o nada dado para justificarla.
Lo más importante es que España y los españoles van a perder hasta las entretelas. Todo suena a pacto previo.
Lo peor está por venir.
De ello tan culpables son los Gobiernos del bipartidismo (y los que se les sumen) como los nacionalistas separatistas (el nacionalismo periférico siempre ha sido y sigue siendo separatista), aunque cierto es que son los separatistas quienes han consumado un GOLPE DE ESTADO vergonzoso y por entregas.
Esto se dice del separatismo en Cataluña, pero también del separatismo en Euzcadi y el que están haciendo anidar en el antiguo Reyno de Navarra que Euzcadi quiere anexionarse.
¿Se dejarán los navarros anexionar? ¿Se dejarán los españoles manipular y ser objeto de presiones multidireccionales y de compra-venta?
El llamado "procés no es tanto síntoma de la quiebra previa de España como del abuso y sinvergonzonería de las élites directoras nacional- separatistas. Por lo mismo que la instauración del régimen de 1978 no es tanto síntoma de los errores del llamado "franquismo" -víctima de todos los abusos posteriores-, como de ciertas élites directoras del Estado y de la Iglesia en España de aquel momento. (Y nadie diga que los carlistas, perseguidos por el franquismo, quieren volver a aquello).
Temo que en 2018 se una toda la partitocracia y hasta los clérigos bobalicones que empiezan a despuntar y quieren sumarse al carro del bla bla bla, y hacerlo para ahondar más los tremendos males de la Constitución de 1978 relativos a qué es España. ¿Pedirán a los españoles que cedan el que España es una nación una e indivisible? ¿Pedirán que cedan el Estado federal -de hecho ya lo es- y el confederal como quiere Otegui etc.? ¿Qué pedirán al honrado y sufrido pueblo español, incluida la millonada de pueblo español que hay en Cataluña?
No servirá para nada bueno lo que algunos propondrán -así lo creo- en el próximo 2018, como no iba a servir -y sin duda no ha servido, pues así hemos llegado hasta aquí- lo que se propuso/impuso en 1978 a los españoles.
Qué bobada es que todos hablen de libertad -¡oh palabra talismán para mentir con ella a troche y moche!- para dinamitar todo lo existente, confundiendo lo bueno que hay con lo malo, huyendo de la verdadera solución a los problemas, y haciendo cada vez más imposible la aplicación de los bueno que se necesita: la tradición española, la religión católica de siempre y la honradez, los Fueros en este caso del Principado de Cataluña, y el Derecho y los cuerpos e instituciones sociales libres de la partitocracia.
Ramón de Argonz
Pamplona/Iruña, 27-X-2017
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