Boletín Oficial de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra

sábado, 15 de abril de 2017

¡Aleluya!... también para la política

LA GRAN NOTICIA

COMO COMUNIDAD POLÍTICA, configurada básicamente en una suma innumerable de familias al servicio del Bien Común, los tradicionalistas o carlistas, como parte de la civilización católica, admitimos con gozo y proclamamos la Gran Noticia de que Cristo Jesús, el Hijo de Dios, ha resucitado, ¡Aleluya!

Esta Gran Noticia no es sólo una proclamación piadosa y del fuero interno y quizás social, sino también una proclamación política pues es en Dios donde se encuentra nuestra más profunda esperanza política. La resurrección de Jesucristo nos enseña que el Bien ha triunfado sobre el mal, que toda criatura -también el poder civil supremo- debe dar el culto debido al verdadero Dios, que lo bueno lo es realmente para nuestra sociedad y el hombre, y que la comunidad sólo es sanable en su raíz y con eficacia en Cristo Jesús, más allá de los muchos e importantes temas que Dios ha dejado a la libre discusión de los hombres. 


Que sólo nos interesasen en política los temas opinables, soslayando o abandonando los que se refieren a la perfección moral y cristiana, no sería sino una claudicación ante la radical novedad de la Resurrección, ante la necesidad de iluminar de una u otra manera todos los ámbitos de la vida, y ante la fuerza divina vinculada a todo el hombre y sus obras. 



Cristo Resucitado (1)

Es obligación del poder civil poner las condiciones sociales para facilitar ya en esta tierra la salvación temporal y eterna de cada hombre, allanar el terreno a la acción de gracia divina, y en última instancia servir indirectamente la acción de Dios pero sin sustituirla. 

La Resurrección exige que el poder civil busque el Bien Común y la felicidad de los ciudadanos en ésta tierra, sin enfeudar políticamente a la Iglesia. Allá donde el poder civil se separa totalmente de la Iglesia, se convierte en soberano, en absoluto, y tiende a utilizar a la Iglesia que se ve tentada a ceder para garantizar su mejor conservación. En España hemos visto a eclesiásticos enfeudados al sistema político vigente y además a pesar de ser radicalmente liberal (Mons. Tarancón), o excesivamente vinculados a ciertos personajes políticos (Mons. Cañizares respecto a Adolfo Suárez). Incluso a veces se ha hecho con cierto descaro. Pues bien, creemos que nada de esto es adecuado.


Agradecemos al Señor Jesús que entre muchísimas cosas ponga cada realidad humana en su sitio, según su propia verdad intrínseca y con un sentido claramente liberador, al servicio siempre de la Iglesia -las realidades divinas- o al servicio del Bien Común temporal -y no sólo el orden público- en el caso de las realidades sociales. 


Nada sin Dios. Todo con Dios en la sociedad... y en la política. Ojo, que la política es una gran virtud, una de las mayores por versar sobre el bien de toda la comunidad. Por eso, en el fuero interno pero también en las instituciones políticas y públicas, Dios debe estar presente con su fuerza sanadora y salvífica.


Ramón de Argonz
Domingo de Resurrección 16-IV-2017


(1) Imagen de Cristo Resucitado en la sede de la Hermandad de la Pasión de Pamplona. 
Esta imagen será inaugurada hoy domingo, día 16-IV-2017, por el sr. Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela. Ha sido cedida por el Cabildo de la S.I. catedral de Pamplona a la Hermandad de la Pasión. Fotografía:JFG2017

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