Tiempos de cinismo
SON TIEMPOS de cinismo y de escudarse en buenas causas, como la condena de la injusticia. Nosotros no queremos enredar, no es nuestro estilo, sin que por ello dejemos de condenar la injusticia venga de donde viniere. Es más, lo hacemos con una mayor eficacia.
Ha llegado a su fin la exposición "Navarra 1936", en versión del Sr. Urtasun, realizada en el Parlamento de Navarra del 8 al 20 de abril. Exposición ésta de vergüenza, todo indica que para ofender y provocar. A todas luces, la soberbia que dicta el poder absoluto y arbitrario es, hoy día, enorme.
Los navarros hemos tenido que sufrir el Trágala de esta exposición, calumniosa y abiertamente ofensiva contra la verdad histórica, las creencias religiosas de muchos católicos, y, lo que es más importante, contra Dios mismo a través -de nuevo- de la Sagrada Eucaristía.
Nuestros tiempos son así por culpa del liberalismo y de las dejaciones de muchos, de las que los carlistas sin duda no somos responsables.
Con la profanación blasfema ocurrida en el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada a finales de 2015 y enero del presente año, ya todo es posible: desde el comecocos de reescribir el pasado -repetimos que condenamos todo abuso y con más eficacia que cualquiera-, el insulto y la persecución, hasta el ser injustamente señalados e injuriados, y -quién sabe- si con el tiempo hasta "cazados" como recientemente han hecho los etarras con mil asesinatos en tiempos de paz y miles de heridos y extorsiones, que hoy tienen el apoyo de quienes todos sabemos y que tienen el cinismo de cacarear la "Justicia".
Según la prensa digital y convencional, han existido reacciones ante la Exposición y su memoria "impostada con la que ahora se pretende reescribir la realidad, que no significa nada, que sólo pretende ganar votos y generar odios en el presente y que, además, no sirve para entender cómo es posible que llegara a desencadenarse la Guerra Civil de 1936" (Navarra Confidencial, 20-IV-2016).
Es muy comprensible y justo el requerimiento notarial presentado por el sr. Del Burgo Tajadura a la presidente Sra. Ainhoa Aznárez para que eliminase de la exposición las alusiones a su padre y su hijo.
También son comprensibles muchos rechazos producidos en la sociedad, en los políticos, en la prensa de "Diario de Navarra" y, entre otros carlistas, el de don Ramón de Argonz según publicó en Navarra Confidencial y en elirrintzi.blogspot.com
Cerrada la exposición, perpetuada la ofensa y con la amenaza de nuevas agresiones contra la realidad y la convivencia de los navarros, lea Vd. la disposición del Jefe Regional del Carlismo navarro don Joaquín Baleztena del 24 y 25-VII-1936, quien será incluido en la Junta Central Carlista de Guerra de Navarra. Ésta última encargará a sus amigos, simpatizantes y en particular a sus fuerzas armadas que "procuren constantemente dar ejemplo de la verdadera convivencia y fraternidad" (EPN, nº 11.987, 26-VII-1936, p. 1)
"El Pensamiento Navarro", nº 11.985 (24-VII-1936) p. 6, y nº 11.986 (25-VII-1936) p. 8 |
Lea Vd. así mismo las razones del heroísmo del capitán de requetés don Jaime del Burgo Torres en el frente de batalla. La inquina de algunos agresores hacia don Jaime, digno hijo de don Eusebio del Burgo y bibliotecario de Navarra e historiador reconocido, corre parejas con la cobardía del agresor.
Los nacionalistas de Navarra y Álava se sumaron a la sublevación: aquí Campión en Navarra, ahí Landaburu en Álava:
"Los nacionalistas alaveses ante el movimiento nacional.
El diputado nacionalista señor Landaburu dice que no caben ya disyuntivas ante la anarquía reinante, que unos hombres de buena voluntad y sano patriotismo están desarrollando una cruzada de regeneración espiritual y fortalecimiento material, que el comunismo no consentirá al país Vasco ni un mínimun de bienestar y de libertad y excita a sus amigos nacionalistas a coadyuvar al éxito de los que van a redimir al país y a gritar con ellos: ¡viva España!" ("El Pensamiento Navarro", nº 11.993 (4-VIII-1936) p. 1 y 6.
Para el 19 de julio, jóvenes navarros que se decían nacionalistas se habían sumado a los Tercios de requetés formados por miles de voluntarios por Dios y por España, y aprendieron a gritar con ellos, como sus mayores y su familia: ¡Viva España!
Vale. Dejemos el pasado a los historiadores, no creemos ni hiramos heridas, miremos al futuro, y arreglemos el presente.
Ramón de Argonz
Pamplona-Iruña 20-IV-2016
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