REPENSANDO NUESTRA ACCIÓN PÚBLICA CONTRA EL ABORTO, POR LA VIDA
AYER, último día de mes, tuvo lugar la acostumbrada concentración por la vida, "ABORTO NO. Dios ama al embrión" organizada por la Comunión Tradicionalista Carlista. Muy discreta en sus siglas para que todo sean facilidades al público, ésta concentración desea que se encuentren presentes otras pancartas en defensa de la vida, originando así una amplia plataforma de acción.
Es terrible que en Navarra no haya otras pancartas en la calle en defensa de la vida, salvo las de la CTC y -también- la de los jóvenes de "Alerta Navarra", que ya llevan un año en el Rosario por la Vida ante el abortorio de Ansoáin los últimos viernes de mes.
Este 31 de julio hemos asistido, al comienzo de la concentración, a una persona que sufrió un ataque de epilepsia enfrente de nosotros, y al que intentamos socorrer. Fue atendido por la policía y, a la llamada del 102, por DYA. Otra persona acusó al PP de engañarle en las elecciones porque el ministro Gallardón dice que va a mantener la ley de 1985 sobre el aborto. Una tercera persona dijo que la paralización social era porque no éramos santos. No le falta razón.
Nuestras preguntas y cuestiones de fondo son:
P R I M E R A. ¿Qué ocurre en nuestra católica sociedad en la que nadie hace nada contra la ley del aborto, salvo votar -¿engañados?- a los abortistas del PP que van a mantener la ley de 1985?
- Que... ¿qué ocurre? Ocurre que somos pero que muy pecadores por acción y omisión. No es que no seamos santos, sino que somos sumamente pecadores, porque para defender el derecho a la vida en público no hace falta tener aureola de santidad.
Ocurre también que, quienes debieran, no hablan del tema, ni estimulan a la acción en la calle. ¿Es que la calle no es un lugar propio y -además- cada vez más necesario para todo lo bueno? ¿Es que el pecado público no debe ser rechazado públicamente?
S E G U N D A. El sistema político actual ha convencido a la gente que la única expresión con valor práctico en política es la de las urnas, y además la de los partidos políticos -partitocracia- que se presenten.
¿Qué importa que el sistema ensalce la expresión diaria de las propias convicciones, si es mentira que ello tenga el grado de eficacia que se le atribuye?.
En efecto, el sistema es no sólo es deficiente por su liberal-socialismo, sino que hace positiva y directamente mucho mal. El sistema político actual ni es participativo ni representativo.
Que lo políticamente correcto hable de derechos fundamentales, es otra mentira, ya que hoy el derecho a la vida del niño concebido y no nacido no es considerado en doctrina ni prácticamente un derecho fundamental. La Constitución de 1978 no debería callarse este derecho fundamental cuando se sabe que vulnerarlo está en mente de algunos, que se vulnera en todo Occidente, y que la argucia es: "Quienes son "todos" en el todos tienen derecho a la vida?".
Añada el lector que las urnas quedan subordinadas al supuesto "mal menor" -una vez más se ha visto que es mentiroso- por el cual, con unos u otros, España se desangra en sus hijos asesinados por sus madres y los del juramento hipocrático.
El sistema es mentira porque exige a los partidos políticos triunfar políticamente a cualquier precio, haciendo que su principal objetivo sea llegar al poder .
T E R C E R O. España es un mar de sangre, y por eso precisamente nadie tiene derecho a quejarse de la horrible crisis económica que nos ahoga. ¿Cómo va a vivir tranquilamente la sociedad que mata a sus hijos, que se calla ante ello, que nada hace públicamente para evitarlo? Dios es misericordia, pero por misericordia pudiera castigarnos y castiga dejándonos, cuando nos empeñamos, al arbitrio de nuestras pasiones. Y la naturaleza no perdona nunca. Dios es verdadero Padre pero no un abuelo que chochea.
C U A R T O. Además, ¿me hará creer el lector que quien nada hace públicamente por la vida es porque hace mucho en la vida social y privada, porque atiende a las mujeres que se le acercan con problemas y porquen reza mucho a los santos? Pues bien, a Dios rogando y con el "mazo" dando. Desde luego, fue una gran mentira decir, como en su día se dijo, que no importaban mucho las leyes civiles, sino que sobre todo importaba la conquista de la sociedad y mantenerse uno sano.
No, las leyes civiles importan en la práctica tanto o más que lo demás citado, hasta el punto que con malas leyes hoy la virtud tiende a ser minoritaria. Sí, las leyes son causa ejemplar de la sociedad, y además de su valor coercitivo tienen un importantísimo -sobre todo hoy día donde prima el estatismo- valor orientativo.
NI ABORTO PSOE NI ABORTITO PP.
NI 2010 NI 1985.
¡SÍ A LA VIDA!: ABORTO CERO.
POR ESO NOS MANIFESTAMOS DURANTE AÑOS ENFRENTE DEL PARLAMENTO DE NAVARRA. ENCERECEMOS A QUE OTROS NOS IMITEN Y LO HAGAN MEJOR.
Pamplona, 1 de agosto de 2012
José Fermín Garralda Arizcun
En septiembre es bastante posible que otra pancarta se sume a la ya tradicional concentración ante el Parlamento de Navarra.
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