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| San Francisco Javier, patrono de Navarra y las Indias, nuestro hermano mayor, según la pintura de Soltz en la cúpula del Monumento de Navarra a sus Muertos en la Cruzada Foto:JFG2011 |
Que el santo nos proteja y cuide para que seamos fieles a la fe católica recibida y hecha vida, y para que mantengamos los bienes religiosos, espirituales y morales que siempre han configurado nuestra milenaria comunidad. Esta es la primera y principal de nuestras aspiraciones.
Le rogamos para que también nos ayude a redescubrir los valores humanos, culturales y temporales que identifican a los navarros, lo que supone una variedad entre los hermanos de una misma Familia que se hizo troncal, y la unidad de la gran Familia navarra en su verdadera naturaleza. Esta naturaleza surgió de la historia milenaria y el Derecho, es vida y cuño de la misma Casa, entendida ésta en su personalidad social y jurídica, y como activo auzolán y labor creativa de todos.
La vida cristiana aunque no sea tan fértil como antaño, la unidad constitutiva en la variedad aunque algunos la quieran transformar en exclusión y hasta encontronazo, y el Fuero -los Fueros- es lo que Navarra pudiera dar a España y, a través de ella, al mundo. Amén de los misioneros que ha dado la vida cristiana de nuestros padres. Pero para dar, es preciso que las comunidades navarras se rehagan a sí mismas, y que la religión imbuya la sociedad y -cómo no- la política, haciendo realidad el "Benedictus dominus Deus meus" del antiguo escudo del Reino.
Es una tragedia de alcance histórico que, hoy y delante de nuestros ojos, el derecho inalienable a la vida del concebido y no nacido se quiebre en el suelo de Navarra, fruto último de la expulsión de Dios de las instituciones y las leyes. Con esto que no nos hablen de derechos del hombre, de "Estado de Derecho" cuando el mismo derecho se frivoliza, de amor por los pobres y débiles, de cultura cuando ésta se rebaja a la barbarie, de vasquismo cuando repugnaríamos al ama y echecoandre, de Fueros cuando se quiebra el primer Fuero, de respeto a la ley cuando también los nazis y comunistas tenían sus leyes injustas, de "bienes posibles" cuando el mal más horroroso se instala en nuestras calles, del "no puede hacerse otra casa" cuando los políticos tienen el poder, los pueblos libres desplazan estructuras caducas, buscamos nuestros placeres y bienestar, y cuando reducimos la acción a ser unos parlanchines, que nos nos hablen tampoco de Constituciones de 1812 y 1978, de la LORAFNA de 1982... pues todo esto y mucho más se convierte en un dramático paripé.
Sólo así podremos ser, y encontrar la felicidad que es posible en esta vida, la concordia, la simpatía, empatía y apertura al resto de España, al mundo, y hasta la misma prosperidad material. Sólo así superaremos el actual individualismo e insolidaridad tan contrarios al sentido de comunidad de nuestros pueblos de los cuatro puntos cardinales.
San Francisco Javier ruega por nosotros. Lagundu, munduan zure Berri Ona zabaltzen ari diren misiolariei!
Con un reconocimiento y saludo muy especial a todos los misioneros navarros dispersos por el mundo,
En un lugar de Navarra, 3 de diciembre de 2011
Vocalía de celebraciones y festejos de la
Junta Carlista de Navarra
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