Boletín Oficial de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra

lunes, 13 de mayo de 2024

Abstención exagerada en Cataluña 2024: el 57'9 % del censo

De elecciones

(Jan Jansson, Catalonia, 1652)


EL domingo 12 de mayo, fueron las elecciones autonómicas en Cataluña. Nada esperábamos de ellas, sino el mantenimiento de nuestros males, del mentiroso sistema, y la ingobernabilidad política, contraria a los intereses de los catalanes y -por extensión en la piel de toro- del resto de los españoles. 

Ya sabíamos que el sistema político liberal no es de veras representativo. 

Pero expresión de ello están la enorme desorientación de los votantes, expresada en un gran cambio en el voto, y una elevada abstención, aunque haya bajado 6 puntos respecto 2021. 

¿Qué decir de la desorientación del votante, expresión de la inestabilidad del voto?: la gran subida del PP (+ 12) y del triunfador PSOE-PSC (27'96% de los escaños; +9 respecto a 2021); el bajonazo de ERC (- 13), la subidita de Junts (+3), la bajadita de Comuns-Sumar (- 2), y el bajón de la CUP (- 5), la desaparición de la novedad de Ciudadanos (- 6), y la aparición de Aliança Catalana (+ 2). Vox mantiene sus 11 escaños pero, a pesar de la persecución partitocrática e institucional, sube en votos hasta llegar a un cuarto de millón de votantes. 

¿Qué decir de la abstención? Pues que, situada en el 42'1% del censo, es exagerada o muy elevada. A pesar de los males ingentes que sufrimos, nadie ha sido capaz de catapultar la conciencia electoral de la sociedad, quizás porque la sociedad quiere "otra cosa" y no la encuentra, ahogada por la partitocracia y lo que denominamos el sistema

Dicho de otra manera, la participación del 57'92% en 2024 es mayor que en 2021, que fue escasísima bajando al 51'29% . Como esta última la motivaron las restricciones para evitar contagios durante la  pandemia del Covid, resulta que en circunstancias normales, la abstención sería parecida en ambas fechas. Pues bien, en vez de lanzarse el electorado a participar en una situación crítica como la de 2024, la abstención ha alcanzado el 42'1% del censo.

Tanto la citada desorientación del votante como la elevada abstención, expresan la inutilidad de la enorme gradación del espectro partitocrático y la falta de respuesta a una situación extremadamente crítica en todos los sentidos.

¿Por qué ningún político, absolutamente ninguno, satisface ni por mal menor a dicho 42'1% del censo? 

Nuestra conclusión es que en medio de una crisis tan enorme, la exagerada abstención se explica porque:

  1. la sociedad quiere "otra cosa" y no la encuentra, ahogada por la partitocracia y el sistema,
  2. sufrir por arrastre una política fatal de décadas, 
  3. que los políticos olviden los temas principales y magnifiquen los secundarios, 
  4. que entre ellos sólo haya diferencias de grado en el desarrollo del sistema liberal-socialista que todos aceptan, sistema inclinado per se hacia la disolución de la sociedad y la persona,
  5. la falta de respeto público y tergiversar con maledicencias -prácticas nada democráticas de los dizque demócratas-, hacia los grandes ideales necesarios como son la presencia de la religión católica en el ámbito socio-político, la vida humana, el matrimonio, la familia, la educación, el respeto a la propiedad privada, comunal y social, el apoyo a los negocios, las instituciones sociales, el principio de subsidiariedad, los Fueros en el derecho privado y público, la solidaridad entre los pueblos, la unidad de una España plural,  
  6. la falta de instituciones verdaderamente sociales con proyección política, 
  7. suprimir el mandato imperativo y juicio de residencia, 
  8. la corrupción generalizada, 
  9. la guerra que las instituciones públicas hacen a los mayores bienes de los buenos catalanes de siempre,
  10. y que la sociedad, consciente o inconscientemente, recele de una posible manipulación de los resultados electorales, que convertiría la convocatoria en una farsa. 

Los resultados de 2024, tan distintos a las elecciones anteriores, me parecen algo anormales debido a la enorme subida de escaños en el PSOE (¿será por la amnistía anticonstitucional y la sangría de ERC?) y el PP (¿será por el fin de Ciudadanos?). Sobre todo estarán contentos Sánchez y el PSOE, que han recibido -sin merecerlo- un balón de oxígeno con una "victoria" electoral, pírrica como todas. 

La pregunta es: los resultados electorales, ¿se pergeñan  previamente  para dirigir la situación política por uno u otro derrotero? ¿Antes tocó el secesionismo brutal (golpista, ladrón y terrorista... y con Sánchez todo amnistiado), y ahora el secesionismo moderado... de la mano de un PSOE federalista?

De ahí que pido que se recuenten de veras los votos, que no se den los resultados definitivos tan pronto, y que los partidos dejen de repartirse el poder.

A pesar de los notables cambios en la composición del parlamento en Cataluña, los problemas reales no se van a  solucionar sino que tendremos "más de lo mismo". Esto es comprensible, porque la causa principal de los problemas es el propio sistema, y de una política como modus vivendi de los grandes partidos. 

Suplico a los carlistas o tradicionalistas que mantengan su personalidad, y continúen sus trabajos con el mismo afán que hasta ahora han mostrado, sin dejarse cautivar por voces de sirena.

Fermín de Musquilda


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