Boletín Oficial de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra

viernes, 3 de noviembre de 2023

Fiesta de la Dinastía carlista, los reyes de España

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Invitamos a todos los amigos y correligionarios del antiguo Reyno de Navarra, a celebrar este gran día, en el que honramos, tanto a los reyes de España -las Españas-, que después de estar varios años gobernando y batallando al frente de los españoles fieles a la justa causa, tuvieron que ir al destierro, como a los reyes que en consecuencia siempre sufrieron por estar  desterrados de su Patria.

En España fueron queridísimos hasta la exageración, por ser los reyes que "se la jugaron", que se enfrentaron, en pie de paz y en pie de guerra durante años, a la Revolución anticristiana y antitradicional, hasta aceptar el destierro por no traicionar los ideales y derechos irrenunciables de su pueblo. Miles y miles de españoles, muchos de ellos voluntarios -pensamos ahora en los navarros de Carlos V, Carlos VII y Alfonso Carlos I- dieron su vida por ellos, precisamente por lo que significaban.

Los españoles leales a la justa causa, vieron su amor acrecentado cuando sus monarcas legítimos residían en Bourges, Venecia y otros lugares. ¡ Ningún rey anterior gozó del amor de su pueblo como ellos! Pudieron vivir muellemente de ceder a la Revolución, pero prefirieron no ceder y ejercer meritoria y ejemplarmente sus responsabilidades. Sus penalidades eran las de la mejor Causa, la de Dios, Patria, Rey. ¿Su premio?: el amor de millones de españoles, mantenido a lo largo del tiempo, y el premio que Dios les haya otorgado por cumplir sus difíciles obligaciones.

Su memoria se mantiene a través de las generaciones. Se transmite de padres a hijos, y la tienen quienes descubren ésta maravilla de fidelidad sociopolítica. ¡¡Qué diferencia con la familia rival!!

Su vida se eleva a categoría de símbolo por su fidelidad a unos principios, precisamente por ser verdaderos, y por su lealtad a un pueblo, uno y muy variado. Pero también es un claro ejemplo para el hombre del futuro inmediato, el de la objeción de conciencia y la defensa de lo irrenunciable.

Supieron hacer realidad que el gobernante lo es para el pueblo, y no al revés. Que el gobierno es para la sociedad, y no para que sacrifique a  esta a sus intereses y caprichos. Supieron que "rex eris si recte facias,  si non facias non eris", esto es, que eres rey si haces bien, si no lo haces no lo eres . Un bien objetivo y verdadero ante Dios, un bien común. ¡Qué gran ejemplo para los políticos de hoy! ¡Pero cómo uno que se intitule "monarca" puede firmar la ley del aborto, si precisamente está para defender a los más débiles e inocentes!

Reyes de origen y de ejercicio, libres de veras -porque lo quisieron y así lo necesita el pueblo español-, en el desempeño de su suprema magistratura, y a modo de padres de los españoles.

Carlos V, Carlos VI, Juan III, Carlos VII, Jaime III y Alfonso Carlos I, el último rey aceptado por todos los carlistas, fueron una realidad, fueron y son un ejemplo, son un signo y, para todos los hombres de hoy, son un símbolo frente a los gobernantes ilegítimos -puestos como faroles útiles para el engaño o promotores directos de mentiras y vanidades-, frente a los aprendices de dictadores al estilo Pedro Sánchez, y frente a los jerifaltes de la Agenda 2030 ante la que todos se inclinan, menos una Dinastía y un rey que se precie de legítimo.

En España faltan líderes de veras, y monarcas que lo sean por España, por los españoles y la Hispanidad.

Carlos V (y VIII de Navarra)  y sus egregios sucesores.

F. de M.



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