Carta del presidente de la CTC de Navarra
Oh, Señora del Pilar, Madre clemente, a Ti recurrimos.
Ntra. Sra. del Pilar de Zaragoza |
1. Antes de pediros socorro (pues sabemos nos atenderéis), de nuevo este año os damos filialmente las gracias, con todos los aragoneses, españoles y la Hispanidad, por haber venido a la ciudad de Zaragoza en carne mortal.
Gracias, madre de la esperanza, por sostener la Fe de los españoles hasta el heroísmo y martirio en muchos momentos horrorosos de nuestra recia Historia. Durante los dos últimos siglos raramente ha habido tranquilidad, desarrollo sostenido y progreso. Sólo lo hubo tras la última Cruzada, aunque en tal período anidaron y se desarrollaron los gérmenes de los males de hoy, por no haberse realizado una auténtica restauración de la Patria.
Gracias, madre y refugio nuestro, por inspirarnos y socorrernos en la última Cruzada frente al comunismo y haber evitado que explotasen las dos bombas que el odio lanzó, sin éxito, sobre el santuario de El Pilar. Ahí se conservan expuestas en sus muros y no las vamos a quitar (como quieren que hagamos los herederos espirituales de quienes las arrojaron), pues sería ocultar tu milagro. Los milagros están para que se sepan. Milagro fue la Cruzada y ahí está el Valle de los Caídos y, en Navarra, el monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. Este último, fue desacralizado salvo su cripta, fue vejado, incluida su cripta por la exhumaciones en 2016, todo ello posible por la dejación del arzobispado y algunos laicos. Gracias porque en la persecución religiosa al clero (más de siete mil inmolados en 1936-1939), no hubo ni una apostasía. Que sí, que los milagros están para que se sepan, no para olvidarlos y apagar la llama que nos ilumina.
2. ¿Qué deciros, dulce Señora, que no sepáis?. Sí, estamos a punto de perecer en nuestra fe católica, atacada sin rubor en el ámbito religioso por esa antigualla del modernismo y las actuales herejías, escondidas pero reales en Alemania y todo el mundo.
Llevamos años con los valores religiosos y patrios atacados por una legión de demonios, cuando ya en 1978 se expulsó a Dios de la CONSTITUCIÓN, y junto a ello se evitó, con soberbia e ingenuidad, todo Norte o barrera que diese la alarma (y llegado el caso frenase e impidiese) ante las agresiones que se iban a ejecutar contra Dios, la Iglesia católica y los hombres. Preguntemos a los de 1978: ¿es que los españoles del momento no podían tener algo sagrado, para sí o sus hijos? ¿Es que España no tenía su propia vía, la del cristianismo y la Hispanidad?
Dijeron en 1978 que sólo era sagrado el prohibido prohibir, el prohibido poner puertas al campo..., y así estamos hoy, sin nada sagrado (hasta el TODOS tienen derecho a la vida de la Constitución se ha vulnerado por el tribunal constitucional)... salvo el mal sacralizado. Si en 1978 hubiéramos reconocido expresamente a Dios, y hubiéramos optado por declarar la religión que El ha fundado, la católica, tendríamos la Verdad como Norte en los primeros artículos de la Constitución, en las cosas más básicas, y no hubiera existido problema alguno.
Consecuencia de ello, hoy morimos hundidos, cuando se corrompe a los niños en la escuela y no se oyen voces de OBJECIÓN DE CONCIENCIA, que antes eran moda pgracias al frívolo egoísmo de no hacer en el Servicio Militar.
Burlados por gran parte de los políticos de hoy, que aprovechan un sistema político impío desde 1978 (y por favor, no recurran como escusa perversa a dictaduras y fascismos, que con eso -fruto de su cobardía y comodidad- ya no engañan a nadie), desleal a Dios y a los verdaderos derechos y obligaciones de los hombres, y donde cabe todo lo malo y hasta se persigue lo bueno.
3. A vueltas con el pecado origen. No es que la gente quiera realmente esto, sino que siempre siguió a sus líderes (también cuando les engañaron con eso de ser "mayores de edad") que no sabían ni querían hacer otra cosa que seguir las ideologías mas disolventes del s. XIX y XX.
El pecado origen, exigente Señora, amante de la Verdad, fue propuesto con engaño en 1976 y 1978, y en él caímos los españoles para igualarnos con los países que arrastraban sus errores, rebajándonos al Mundo. El pecado de la soberanía nacional (que sea ley absolutamente todo lo que diga la mayoría numérica de los que votan), soberanía que también se ha visto que es un cuento.
Tal pecado, Señora, no partía de una sociedad podrida, enferma, relativista o tonta. Pues no, partía de una sociedad bien formada pero que aceptó, engañada por todas sus élites (salvo partecitas del pueblo organizado), el truco de la Revolución más radical.
Repitamos: el pecado origen decía así: admitan que no hay casi límites al campo (los mitos liberticidas y marxistas de 1968, los del todo vale y prohibido prohibir), para que, después de haber crecido nosotros mientras gobiernan Vds., nosotros volvamos a poner limitaciones en aras de una verdadera igualdad y libertad que el capitalismo hace imposibles. Pero, ojo, no se trata de un puñado de limitaciones -y buenas-, sino de prohibiciones por doquier -y no tan buenas y hasta malas-. Si, esos son los jacobinos de hoy, los que decían que todo valía. Los que querían trepar bajo la apariencia de igualdad de oportunidades y democracia. ¡Ay de los engañadores democristianos, santurrones y meapilas en el mejor de los casos, y los tontos que por ignorancia, complejos o falsas humildades les siguieron, que habrán dado cuenta a Dios!
Sabíamos, Señora del Pilar, que era un error que Dios no tuviese derechos en las instituciones políticas, que era un error el que no había nada bueno y sagrado que defender previamente desde la ley, y que era un error creer que nada, lisa y llanamente, debía bloquearse en la Constitución ante el embate que se iba a plantear y en el que todos los países católicos estaban perdiendo.
¿Qué pasa, que el mal no tiene consecuencias inexorables ni víctimas? ¿Y no son los políticos de hoy los que han consagrado supuestos derechos inexistentes que nadie puede atacar ni poner en duda? ¿Y no fuerzan a obrar el mal -Educación para la ciudadanía, Skolae y los planes de hoy...-? ¿Los encargados de velar, no sabían en 1978 que se iba a llegar a ello, ya por la lógica de las cosas ya porque otras muchas veces se había llegado?
4. Consecuencia de ello, el embate -Señora y Capitana de los milites Christi- se ha planteado paso a paso por unos, con prisa y sin pausa por otros, hasta los extremos a los que hemos llegado de corrupción, asesinato de niños en el vientre materno y también de los mayores, de escandalizar a los pequeñuelos, de decir sistemáticamente que el bien es mal y al revés, lo que es un pecado contra el Espíritu Santo.
Al final, Señora y pilar nuestro, hemos llegado a lo que se veía venir: el mal de la revolución radical es tal que impone sus paradigmas de una forma absoluta, radical, total y tiránica. Hoy se persigue el bien y se impone el mal. Se nos obliga a corrompernos. Y eso ocurre en España, la que S.S. Juan Pablo II calificó de tierra de María. Este "cambiazo" mediante engaño, no es nuevo sino habitual en la historia. Estúdienla.
5. Recurrimos a tí. Señora y madre, sé nuestro socorro que somos unos pecadores que, por acudir de veras a tí, ya están arrepentidos de veras. Sálvanos del error origen, y de sus consecuencias como la actual divulgación sin límites del mal y su imposición. Pecamos desde 1978 admitiendo el error originario, pero estamos arrepentidos. Lo que hay intocable, debe de reconocerse como tal en cualquier Constitución. Así es metafísicamente y, por ello, así debe ser en la práctica. Otra cosa se transforma en el tobogán de bajada sin remedio que hemos vivido.
En el pecado está la penitencia. Pecamos, aunque muy pocos saben que el castigo recibido han sido los gobernantes que hemos tenido, los hoy posibles, y por si fuera poco, un socialista apoyado por la ralea comunista y separatista de España.
Estamos como nos merecíamos: sin Dios, sin jefes honrados, con la patria hecha jirones, con la mayor corrupción nunca vista, con el engaño totalitario de la Agenda 2030, y con muy poca esperanza.
6. Lo que nos exiges cuando recurrimos a Tí. Si acudimos ante Tí, Señora buena, con una Esperanza que sentimos hecha añicos, sabemos que presentándonos a Tí en el día de hoy, NOS DEVUELVES TAL ESPERANZA AUMENTADA Y REDOBLADA porque tu omnipotencia está de nuestro lado, pues eres Madre, y la mejor de las madres. Sentimos que nos pones una condición, y es que ataquemos las premisas del mal y no sólo sus consecuencias.
Quien diga que es mucho ir a las premisas, que sea lógico, que estudie hasta qué extremos nos hemos de convertir a Dios según el magisterio sociopolítico de la Iglesia de siempre (que nadie lo enseña), y que vea que el error actúa con las cartas marcadas y con engaño. (¿Igualdad ante la ley de los hombres en el bien que de los hombres en el mal?). Más aún, que sepan que desde 1978 el liberalismo radical, el socialismo y el comunismo sabían lo que querían: la imposición del mal a los buenos, primero con engaños (muchos han cedido) y luego a la fuerza, que es donde estamos hoy y se anuncia un futuro borrascoso. ¿Es que no lamentamos, de muerte, las imposiciones del mal en el día de hoy?
En efecto, la Revolución moderada conduce a la radical. España ha mordido el suelo, ha caído en tierra, sin querer aprender del pasado. Si queremos redención, no mordamos de nuevo la manzana de Eva, Señora, y líbranos del mal.
Nuestra Señora del Pilar, ruega por nosotros.
José Fermín Garralda.
Pte. de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra.
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