Crónica
Premios Hispanidad Capitán Etayo 2022. Ayer 4 de febrero de 2023
(Por José Fermín Garralda) –
AYER, día 4 de febrero, se hizo Acto de
entrega del Premio Hispanidad Capitán Etayo 2022, a don José
Javier Esparza y don Alfonso Borrego.
El Sr. Esparza estuvo
presente en la recepción del premio, y el Sr. Borrego asistió
y lo recibió a través de una videoconferencia abierta al público. Cuando el
Sr. Borrego venga a España dentro de unos pocos meses, se le
hará entrega física de la carabela en plata de Colón. Nuestra más total
enhorabuena a ambos premiados.
Este premio se debe exclusivamente
-hay que aclararlo- a las investigaciones históricas y divulgación rigurosa de
la Hispanidad llevadas a cabo en España y la misma América por don José
Javier Esparza y don Alfonso Borrego. Por todo lo bueno
que han hecho y hacen ambos por la Hispanidad, todos les estamos muy
agradecidos. Seguramente sus intervenciones al recibir el galardón serán publicadas
por la Web.
Las intervenciones de ambos homenajeados
fueron brillantes en su sinceridad, sencillas como un amigo agradecido, claras
en qué es la Hispanidad y en cómo se puede trabajar hoy por ella, y muy
simpáticas para el público. Hablaron de lo realizado y de sus nuevos proyectos.
Sus palabras fueron muy bien recibidas y aplaudidas.
Ambos galardonados mostraron el
ayer americano configurado por España en las libertades, el mestizaje étnico y
cultural, y en una evangelización muy unida a su vez a la promoción cultural y
humana. Un ayer combatido y olvidado por la desbaratadora y mentirosa leyenda
negra, concepto popularizado por Julián Juderías aunque él
no crease su expresión. Una realidad, la Hispanidad, inmensa en extensión, en
densidad y calidad humana y católica, gratuitamente lacerada por esa Hispanofobia
definida por Rafael Altamira, y por la envidia y restantes pecados
capitales. Ambos premiados hablaron de la naturaleza, de los frutos y del
futuro de la Hispanidad en todo el mundo. Sí, hay esperanza porque hay una
fortísima realidad de siglos, a atender, curar y liberar.
La entrega del Premio Hispanidad
Capitán Etayo 2022, fue en la villa y corte de Madrid, en 1407
Restaurante de la céntrica calle Gaztambide. El público asistente
llenó el restaurante. Lucían boinas rojas y, en la presidencia, la Cruz de
Borgoña. Los premios los entregó don Javier Garisoain Otero,
presidente de la Comunión Tradicionalista Carlista, y la Excma. Sra. María
Cuervo-Arango Cienfuegos-Jovellanos, procedente del Principado de Asturias
y presidente honoraria de dicha Comunión Tradicionalista. También dijo unas
palabras de presentación don Javier Pérez-Roldán.
Asistió a la entrega la Permanente de la
Junta de Gobierno de la Comunión y los presidentes regionales de Madrid y del
Reino de Navarra. Estuvo presente el director del museo carlista de El
Escorial, y muchos profesionales entre un público que mostró su cariño y
compromiso con la Hispanidad. Nuestro agradecimiento a los organizadores
de la Junta carlista de Castilla, concretamente a don Carlos, don Javier y
don Primitivo.
Podemos preguntar, ¿y qué es España? La
respuesta surge definitiva: la España oscurecida hoy despertará con ímpetu
joven si se mira en su espejo que es la Hispanidad, si se reconoce en ella y
si, a través de ella, se expresa para servir a los próximos y desde ellos al
mundo entero. Hispanidad y catolicidad están muy vinculadas, y es por eso por
lo que quienes atacan el Catolicismo quieren ver tergiversada y estéril esa
gran potencia espiritual al servicio del Dios redentor y de los hombres que es
la Hispanidad.
Quiero recordar lo que escribió
don Carlos Etayo Elizondo en su libro 14.000
millas en carabela por las rutas de Colón (Madrid, Editora Nacional,
1974), con un colofón dedicado a los descubridores:
«Que su ejemplo atraiga a la juventud
hacia tal postura, desviándola de seguir a los falsos profetas del pesimismo,
de la nada, el materialismo, y haciéndola emprender el
camino de la virtud cristiana, del entusiasmo, del esfuerzo
generoso, con la seguridad de que, siguiéndolo, robustecerán su fe
religiosa y, a la vez que aportan su grano de arena para la correcta
formación del mundo, formarán su propia personalidad sobre bases firmes, y
alcanzarán, aun en este mundo, mucha mayor felicidad que sus hermanos egoístas
y desengañados. Y en el otro verán realizadas las maravillosas promesas de
Jesucristo. Laus deo».
Así vivía Carlos Etayo Elizondo.
Para los conocidos, «el capitán Etayo». Le conocí y trabajé con él durante años
en la propaganda católica sobre todo y también en la carlista, desde 1974, y
puedo constatar que esto que escribía en dicho año 1974, salía de su propio yo
y experiencia vital: la virtud cristiana, entusiasmo, esfuerzo generoso
y fe religiosa le movían en todo lo que hacía. Todo lo contrario al
pesimismo vital, a la desorientación, al vaciamiento de la propia vida. Suele
ocurrir que quien trabaja, actúa y entrega su ser para el bien, no suele ser
pesimista; sí lo es el vaguete, el no activo y el que sigue a
otros porque sí, gregariamente. Sin saberlo, al alabar de esta manera Carlos
Etayo a los descubridores de ayer, estaba expresándose a sí mismo.
Hombre de esperanza cristiana, que
también creía en el valor y fuerzas que Dios le confiaba, para don Carlos
Etayo el primero y primerísimo es Dios y lo primero la fe católica.
Después desfilaba con humildad y recato todo lo demás que nos configura y en lo
que nos expresamos. Todo lo que la recia personalidad de Carlos Etayo soportaba,
era una añadidura de la que él, a pesar de la imperfección y errores de todo
hombre, estaba muy agradecido a Dios. Sabía que Dios le había hecho con sus
aficiones -el mar y la caza-, su ánimo explorador, su inclinación investigadora
que él concretó en la arqueología naval y en las carabelas del gran almirante
de la Mar Océana, poniendo una noble pasión en todos sus trabajos. En don Carlos
Etayo, la exploración e investigación, sus viajes a América -viaje y
tornaviaje- en carabela como las de Colón, sus testimonios escritos… estaba
indisolublemente unido a decir la verdad de España y la Hispanidad, uniendo el
Nuevo Mundo y la Buena Nueva.
Don Carlos Etayo no fue
el único -aunque sí fue lo que se dice único- , pues este
perfil humano y católico viene de muy atrás, pudiéndose encontrar en la España
descubridora, y va muy adelante, como en los homenajeados este año 2022:
don José Javier Esparza y don Alfonso Borrego. Sumamente
agradecidos a ambos, y a don Carlos Etayo,
Galería de fotos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario