...carlista de Pamplona?
Se trata de la celebración de la festividad de la Inmaculada
Concepción el domingo siguiente a su octava, fundada en el privilegio que la
juventud carlista de Pamplona recibió de San Pío X. Durante muchos años se asiste a la Santa Misa en la
preciosa iglesia de las MM. Recoletas, junto a la plaza de los Ajos, en cuyo
retablo barroco refulge la imagen de la Inmaculada.
Los jóvenes han celebrado este día durante más de cien
años. A él invitan a sus mayores. Ahora corresponde la celebración al relevo
generacional, al de los que desde los 17 años organizábamos la Santa Misa y
luego la comida de Hermandad y acto político en el restaurante Bidasoa (en 1985
vino D. Juan Casañas), ya desaparecido, el Club de Tenis (vino Eloy Landaluce),
el Basaburúa, el hotel Tres Reyes….
A los pies del altar, seguimos viendo relucir un ramo de
preciosas flores junto a las banderas de España y Cruz de Borgoña. El lema de
este año es: “¡Despierta, España!”
Se creía que el covid-19 iba a retraer a muchos. A
unos sí, pero a otros no, apareciendo nuevas caras jóvenes. Algunos de los
amigos asiduos de Guipúzcoa, Vizcaya, Álava y Aragón no pudieron estar por el
confinamiento. Se siguieron las normas de prudencia, y ya está.
Los saludos a la salida se transformaron en una rauda
marcha hacia el Rincón de la Aduana, donde se encuentra la imagen de la
Inmaculada. Otros años allí era la ofrenda floral, pero este año las obras de
la zona lo impedían.
En la plaza de la Inmaculada -también La Aduana- se reunieron
parte de los asistentes a las Recoletas. A pesar de las obras, desde el lado de la capilla de San Fermín se veía la imagen
blanca del monumento, y ahí dos asistentes hablaron con el megáfono. Los niños
correteaban y la bandera de la Cruz de Borgoña se agitaba al viento. Algunos de
los paseantes se quedaron a escuchar. Concretamente una mujer que había estado
en la segunda manifestación contra la Ley Celáa de educación. Quienes estuvieron
en la primera, hoy no podían dejar de celebrar a la Inmaculada.
Un joven miembro de Cruz de Borgoña, que está a punto de
tener el segundo hijo, hizo una oración preciosa a la Inmaculada, que reza así:
Los carlistas llevamos toda la vida haciendo de profetas,
anunciando las desgracias por venir. Todo ello se ha cumplido, porque una cosa lleva
a la otra ya que los males nunca llegan solos al estar fuertemente
relacionados.
La frase más repetida por los carlistas en las últimas
décadas ha sido la de “Tronos a las premisas, cadalsos a las
consecuencias”, que recoge la incoherencia de quienes se lamentan por cada
nuevo peldaño hacia la mayor degradación, pero sin reconocer que fue porque en
su momento alguien decidió que había que bajar hacia ella.
Lo que llegue en adelante, no dejará de ser una vuelta de
tuerca más. Los que nos han escuchado ya saben qué cabe esperar. Los que se
rieron han sido barridos por la ola. No queremos engordar de orgullo, porque ahora
se abre un tiempo nuevo muy duro. La travesía del desierto toca a su fin. Como
sabemos de dónde venimos y a dónde vamos, y la verdad de las cosas, estamos
llenos de esperanza, aunque se anuncien grandes trabajos y esfuerzos.
Vienen tiempos de acción más que de precaución. Hay que organizar
la resistencia y la reacción. Allí donde perviva un núcleo carlista pongámonos
a su servicio. Sé bienvenido, y como el camino no será fácil, ten ánimo y fe,
haz lo que debas… y suceda lo que Dios quiera.
Si este año no hubo comida de hermandad y jolgorio como
todos los años es habitual, un grupo hizo su celebración en un restaurante de
una avenida próxima. Hay que tener respeto pero no miedo por el Covid.
Este respeto que debemos tener hacia nuestros
conciudadanos supera -y así debe de ser- el miedo que impone un Gobierno
social-comunista que lleva una hoja de ruta pretotalitaria de paralización
social y ocupación institucional. De las Redes hay que pasar a la calle.
El Gobierno opresor del tándem Sánchez-Iglesias, se debe
al sistema político e ideológico y a unas circunstancias concretas. Sin dicho
sistema, estas últimas serían superables e incluso no se hubieran dado. Ya es
la tercera vez que el liberalismo conduce en España al marxismo. Primero fue
antes de 1923, luego tras 1931 y de nuevo ahora.
Más allá del apostolado de confidencia, hay que rehacer la
sociedad, y, como hay mucha gente buena y capaz, hay que denunciar y atacar con
entereza al Gobierno.
Formación, organización y acción sigue siendo nuestro
lema. A los españoles les corresponde despertar ante el actual dominio de
mentirosos y asesinos -aunque ya los había antes entre los conservadores de los
males…-. ¿Es fuerte decirlo, no? Pues bien, hay que apechugar con la realidad.
¡Nada sin Dios! ¡Viva España!, una España Foral con personalidad, y derechos de
veras para cumplir los propios deberes.
F. de M.
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