DOS NIÑOS contemplan en la fotografía la cadena de vida humana de la parte inferior de la pancarta ABORTO NO, Dios ama al embrión, y cómo ésta cadena de vida se rompe con la comisión de un sólo aborto provocado.
Fue ayer, 25 de junio.
El aborto es la gran lacra del siglo XXI, y también lo es el silencio culpable de nuestra sociedad, hundida por el relativismo en la Constitución, por la paralización que provoca la fagotización de la política en manos de la partitocracia, y por el olvido y hasta menosprecio al concebido y aún no nacido. ¡Qué egoísmo, Dios mío! Es egoísmo, la indiferencia y los voceros de la muerte nos destrozan a todos, en especial a los más inocentes y desvalidos.
¿Cómo explicó la mamá que estaba con los niños la defensa del concebido y aún no nacido?:
- "Estamos aquí para decir que las mamás quieran mucho a sus niños, y para que también los políticos les quieran mucho. Todos estuvimos en la tripita de mamá y en ese lugar todos estamos seguros y protegidos".
Este es el futuro. No hay otro.
Añadamos alguna consideración con permiso del amable lector.
¿Qué vamos a esperar de la destrucción de nuestra sociedad navarra, fruto de anular el derecho a la vida del concebido y aún no nacido en el Parlamento navarro, fruto del abortorio de Ansoáin u otro cualquiera, y consecuencia de los dineros públicos entregados para la comisión de asesinatos desde hace mucho tiempo, antes que la tal Uxue Barkos -bajo cuya presencia se mata a niños y niñas, sean o no vasquitos y vasquitas- llegase con cierta torpeza a un poder que no defiende a quien debe. ¿Y la objeción de conciencia de los políticos? Con políticos si conciencia, Navarra está al borde del precipicio como Comunidad, su Fuero está a punto de extinguirse -si ya no está extinguido- una vez vulnerado el fuero fundamental a la vida humana, y está en trance de perderse como comunidad diferenciada.
¿Qué se merece la sociedad navarra, nuestra Comunidad, ayer Foral porque no hay fuero que valga si no se defiende sin excepción el derecho a la vida del concebido y aún no nacido? ¿Nos merecemos el castigo etarra? ¿Nuestra disolución? ¿La llegada de los eusko nazis?
Si Vd. quiere destrozar, paralizar, masificar a una sociedad, destruya su alma y todo lo demás será fácil. Esto pasa en Navarra, esto ocurre en Cataluña, así lo sufre España. Eso sí, no crean Vds. que Euzcadi dejará de convertirse en un infierno; cuando sean mayorcicos, sus propios "hijos" y "compañeros" de camada, les eutanasiarán.
Si no díganselo al Sr. Pedro Sánchez, promotor de la eutanasia y de desmembrar España, metiendo a la fuerza a Navarra en Euzcadi lo mismo que Suárez metió ahí a Álava y los pacientes alaveses.
Sí; la restauración del bien tiene que ser global.
Ramón de Argonz
Foto: cedida
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