CADA DÍA tiene su afán. Pero la fiesta de los Mártires de la Tradición es para celebrarla durante todo el año.
Esta festividad se celebra con alegría día a día, mediante el trabajo bien hecho y gracias a la colaboración desinteresada, realizada con sacrificio y lo que se dice "sabiendo perder", lo que en realidad significa que se sabe ganar.
Muchos agradecen que les comuniquemos esta celebración especial del 10 de marzo.
Sabemos que el alcalde de EH Bildu de Pamplona tiene entre manos un canallesco affaire. Tal es abrir la posibilidad del derribo del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. Sólo plantearlo ya es practicar un modo de atentado. Esto es una sinvergonzonada.
Otra cosa: ¿qué diríamos todos si el monumento fuese a los brigadistas, gudaris y milicianos...?
¿Ha elegido el día 9 y 10 de marzo con una finalidad simbólica? También fue el 10 de marzo cuando ya hace unos años los sectarios del Parlamento, presidido por el socialista sr. Castejón (q.e.d.), reprobaron a la Iglesia, a la Junta carlista etc. ante el alzamiento de 1936. Por lo visto, tales saben muy poco de historia y mucho de presentismo ideológico.
Tampoco se nos olvida que el año pasado 2017, la tal Aznárez (Podemos), presidente del Parlamento de Navarra, instaba púbicamente a Uxúe Barkos (Geroa Bai versus PNV), presidente del Gobierno de Navarra, a impedir que la Comunión Tradicionalista Carlista celebrase un funeral por los Mártires de la Tradición en Pamplona el 10 de marzo . Barkos le respndió que no podía intervenir en la libertad religiosa. Pues mire: es que "esto" ya no basta.
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