El lunes 15 de febrero, a las 12 del mediodía -una hora mala para los laboratores- ha tenido lugar una sesión abierta al público
en el Ayuntamiento de Pamplona con dos temas interesantes: por una parte se trata de una moción de apoyo al
imputado Azcona -increible, pero así es- y por otra se expondrá el tema de la euskoinmersión en las guarderías
de Pamplona.
A lo que voy; ahí han estado algunos tradicionalistas, lo que ha sentado mal a algún tuitero: allá él -el irónico manipulador- si le ha picado.
Así mismo, el martes 16 de febrero, a las 6 de la tarde, ha tenido lugar una concentración en
la escuela infantil Fuerte del Príncipe impulsada por trabajadoras y sobre todo los padres.
Resumiríamos nuestra
posición en dos puntos: defensa de la lengua materna de la gente,
sin imposiciones. Y defensa de la cultura vasca de la manipulación al estilo nazi pero en este caso con raíz en el batúa -la raza no porque no tienen-, que va
a conseguir que mucha gente coja manía a lo que no deben coger manía: la cultura vasca de una porción de nuestros padres y abuelos.
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