Entre el poema y el prosa
Lógicamente, en la exageración final del poema recogido a continuación, se encierra la verdad que quiere transmitir; como los cuentos y las fábulas, el poema tiene su enorme mensaje envuelto en la belleza del hondo sentimiento. Es que así de mal estaba España.
Calderón de la Barca atisbó que "el honor es patrimonio del alma, y el alma sólo de Dios". ¿No es el mayor honor el patriotismo como virtud, que expresa el cuarto mandamiento de la Ley de Dios? ¿No lo es la profunda verdad de debernos a nuestros mayores para culminar con alegría, entrega y en el tiempo, con naturalidad y sin forceps, sus afanes y obras mejoradas por nosotros? ¿No es la mayor expresión del alma la defensa de un Dios a quien se ama sobre todas las cosas en esta tierra de gozos, en este valle de lágrimas?
Más diremos: lejos de todo patrioterismo y nacionalismo, Dios está sobre España -ni la patria ni la nación, la "clase social", ni la "IIIª República", ni el "proletariado" de los parados y mileuristas traídos por la izquierda en el poder coaligada a la opresión del capitalismo liberal internacional... son dioses- a la vez que, de tejas abajo, sabemos que no existe España sin religión católica -ni con laicismo perseguidor escondido en mil agravios unilaterales, ni con laicidad que esconde laicismo y lo conlleva, ni con secularizaciones paganizantes como el que culmina la corona de don Felipe ( supuesto VI), que ya ha perdido el amor de la izquierda radical que apoyaba a su padre-. Seguramente por eso, además de lo mucho que los españoles hicieron por la fé católica en el mundo, la masonería fue tan enemiga de España, que de nuevo quiere engüllir y dinamitar.
Lógicamente, el individuo aparentemente soberano -o bien que se cree utópicamente tal en el gran engaño de eso que llaman "modernidad"- no sabe de amores, sino del amor de uno mismo a sí mismo, utilizando a los demás -individuos, grupos o grupúsculos artificales de presión- para afirmarse, para medrar y, si no, quizás para subsistir en el "inframundo" que estamos creando una vez rotundamente alejados de nuestros padres (aita eta ama) y de Dios Jaungoikoa. Bien lo saben quienes quieren destrozar todo lo bueno existente durante años y siglos. El egoísmo insostenible de muchos, la corrupción a todo trapo en las instituciones laicistas -por algo será que aquí no pasa nada, ni con los Bildu, ni con los Podemos o no podemos, pues todo el mundo "se pringa"-, el afán de algunos de crear artificialmente desórdenes, y los grupúsculos manipuladores y de presión estalinista -y de palabra violentísima- que se esconden y agazapan en la nobleza aparente de ciertos gestos victimistas... pasó ayer y pasa hoy una tremenda factura a la sociedad.
En efecto, sin Dios nada podemos hacer.
Tenemos padres (aita eta ama), un padre y una madre. La vida enrarecida por el actual racionalismo y subjetivismo -el liberalismo-, por la desconfianza y el creer del individuo que la piedad como virtud coarta el libre albedrío y hasta la libertad, ha separado a no pocos hijos -que mucho recibieron- de sus padres, abandonándose al albur del viento que agita y marea a los hombres hasta obligarlos a caer, ya en la masa o fuerza bruta globalizada, ya -todo lo más romántico- en la fantasía -sin raíz ni rumbo- amiga de un supuesto pasado remoto pero sin objetiva realidad. Si dicen que la vida es sólo acto de voluntad, ¿qué transmitirán ellos, Dios mío? ¿Para qué tendrán tantos afanes? Esto es lo que transmite el liberalismo, y por caer en el vacío al fin admirará a la Izquierda ideológica que vende bien que ese acto de voluntad soberano no es tal sino que está al servicio de afanes mucho más nobles y objetivos. Claro que, a mitad de camino el liberalismo se queda sin "empuje". Sea lo que fuere, quien cae en tal planteamiento individualista, no será sino carnaza de pasión inútil. Será un darse el gustico para caer enseguida en el vacío -que la vida pasa rápido-. Ya habrá otros que con no tan buenas intenciones recojan el enorme malestar existencial para modelarlo a su antojo, y llevar a todos a la adoración de su mito hegeliano de la nación, la lengua, la clase, la República, el contra todo... Dios sabe cómo, y para qué.
Precisamente, el tener lisa y llanamente padres -sin complicarle inútilmente la existencia con mil cábalas racionalistas- impide ser carnaza para ser modelada ciegamente por otros.
¡La realidad! ¡La realidad es el yo personal de la suma responsabilidad; son los padres en los que uno empieza a configurarse como hijo y en los que algún día ese "yo" se realizará como paternidad, pudiendo culminar así mil ilusiones; es la Patria como suma de familias en el acto de transmitir, y es sobre todo Dios Jaingoikoa que todo lo crea y llena, que todo lo culmina y sobreeleva a una dimensión sobrenatural¡
MADRE QUE SUPO LLORAR
SALIÓ hasta la misma puerta
para despedir al hijo,
allí le besó en la frente
allí le besó lo mismo
que cuando estaba en sus brazos
junto al pecho cuando niño.
Allí le besó en la frente
y en las palabras le dijo:
¡Vas a luchar por España!
¡A ver cómo luchas, hijo!
Hubo un momento angustioso
de palabras silenciosas
y de juramentos íntimos.
Y allí se quedó la madre
mirando marchar al hijo,
hasta que le vio perderse
en la curva del camino,
ni una lágrima asoma a sus ojos
ni un suspiro hinchó su pecho
que seguía con el respirar tranquilo.
Las comadres murmuraban:
¿Tiene el corazón podrido?
-no se ahoga en mares de llanto
cuando ve marchar al hijo-.
Así fue, pero en las tardes
cuando el sol ya está sin brillo
bajo las enredaderas
de eliótropo de olor fino
bajo la nieve cuajada
de topacios en racimo,
una tarde, mala tarde
la negra noticia vino,
llegó entre frases inquietas
separadas, sin sentido,
pero con una verdad
en el frente murió el hijo.
Debieron sonar entonces
blasfemias, horribles gritos
bárbaras imprecaciones
y estallar de amores íntimos.
Se puso un pañuelo negro
besó el viejo crucifijo
que de la pared colgaba
y cerró por siempre la puerta
que se habría entre el camino.
Sola con su soledad
como un pájaro sin nido,
como una rama sin hojas
y como un cauce sin río.
Sola con su soledad
la madre lloro,
un suspiro hinchó su pecho
apuñalado por siete puñales fríos.
Las comadres murmuraban:
¡Ya llora! -ya ha florecido
el corazón de la madre-,
y la madre así les dijo:
yo no lloro al hijo muerto
que con dolor he tenido,
lloro y lloro, mi impotencia,
lloro y lloro, mi destino
porque para darle a España
ya no me quedan más hijos.
Fin
Original inédito de Álvarez de Sotomayor
(Archivo de la HCVC)
(Archivo de la HCVC)
La realidad tiene un corazón de madre. Tal mal estaba nuestra civilización, tan mal estaba la comunidad Patria como suma organizada de familias y herencias, intereses y finalidades que es España (nada tiene que ver con la suma gregaria manipulada y manipuladora), tan mal estaba todo que la madre llega a convertirse en el símbolo de aquello que da todo en el último esfuerzo de supervivencia. "Ser o no ser, esa es la cuestión", ¿no lo dijo -me parece- Shakespeare en ese mar de dudas que suponía su Hamlet?
Todo hace 78 años fue sencillo: la religión católica directamente perseguida, la patria expresamente destrozada por los nacional-separatistas y sobre todo por una loca carrera hacia la Revolución promovida por ciertos partidos que se decían obreristas -¿no recuerda Vd. a los muchos obreros y campesinos, gente sencilla y buena en el llamado lado Nacional?-, y el desorden espontáneo agudizado y extendido voluntariamente por los revolucionarios que expresamente se dirigían al asalto del poder. Stalin estaba al caer.
Sí, como la Revolución bolchevique del Lenin ruso (que dió tres golpes de Estado, triunfantes los del 25-X-1917 y 18-I-1918... y tan pancho) o de ese tal Largo Caballero, a quien se le apodaba el "Lenin español", tan amigo del golpe de la llamada Revolución de Asturias. También sabemos que Stalin fue ministro de las nacionalidades; no lo olvide el nacional-separatista y que nadie se engañe. Tampoco hablan hoy, quienes tristemente azuzan la jauría, de la revolución socialista y anarquista siempre antidemocrática de 1934. Pues bien -o mal-; lo contradictorio y muy marxista es que hoy existan en España tantos nacional-socialistas (nazis-socis y luego nazis se llamaron) que sólo pueden ser de izquierdas. ¡Qué más nos da la raza, la lengua o el proletariado... si es hace y es lo mismo! Claro es que quien cae en ello tirará la piedra "al otro". Como para que te critiquen de ser aquello que hasta con histeria criticas. ¡Oh contradicciones de la Contradicción! Claro, como tienes el poder del insulto y la manipulación... Y si no es el poder legal -todos sabemos del entreguismo del sociata ZP a lo Kerensky y del liberalismo español pepero en el poder-, que sea el poder de la calle, que es el doble poder al que jugó Lenin antes de su golpe de Estado en octubre de 1917. Estamos perdidos; y así dicen que "la historia va a avanzar" y que la sociedad va a mejorar -esto último está mucho menos claro-. Sí Stalin estaba y está -a lo Fidel, Chavez y hoy el pobrecito Maduro- de nuevo al caer. Energúmenos... (Es lo que vemos desde nuestra celda cuasi monástica).
Un breve testimonio. Todos los días ama Rosa Goyena Cruchaga -viuda desde hacía unos cinco años- ascendía vestida de negro la prolongada cuesta empedrada del santuario de la Virgen de su pueblo desde el barrio Urrutia, con su hijo pequeño Luis, para implorar a la Santísima Virgen de Musquilda ayuda y socorro para sus hijos: Teodoro como requeté del Tercio de Lesaca y luego de San Fermín y en Radio requeté de Campaña en el frente de guerra, y, Ciriaco, como médico en la peligrosísima ciudad de Madrid. Teodoro decía que no pudo aguantar el que los nacionalistas se fuesen con los comunistas. Decía que fue a la guerra "sólo por Dios" Jaungoikoa. Decía que entró en la guerra de requeté y que salió como carlista. En fin, carlista como toda su familia paterna, y simpatizante como la materna (no en vano una Garralda casó con un Goyena llevando el retrato de Don Carlos en la maleta). El sobrino de Rosa, Jaime Garralda Iribarren, carlista y cabo de requetés, había sido "fusilado por la canalla marxista el 29 de julio en San Sebastián" junto a Víctor Pradera y tantísimos otros. ("El Pensamiento Navarro", domingo, 11-X-1936, nº 12.052). Tenía 20 abriles.
Nunca enredaron sobre el pasado.
Primero el liberalismo ha tapado su nombre, don Jaime, mientras que los manipuladores amigos de los revolucionarios de ayer quieren justificar a quienes le eliminaron. Bajo las más nobles apariencias se esconden los más grandes despropósitos y las más cucas intenciones. Y los manipulados sin enterarse.
Ta zuek, zarronzaliok, karlista anaiak, aurrera guztioz. Aurrera Zumalakarregui aundiak ain goien paratu zuan Jaungoikoa, Sosterria, lege zarrak eta Erregearekiko banderaren azpian; beti zarra, beti berria ta beti bediña dan bandera eder-garbiaren azpian. Aurrera, mutillak¡ Aurrera beti¡ (Antonio Arrúe).
Y los que juegan a vasquitos, para manipular lo vasco en aras a su nuevo ídolo de la Contradicción, váyanse enhorabuena. Otros ya ni juegan, que son más directos.
Ramón de Argonz y de la Urrutia
Pamplona/Iruña
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