AUNQUE TODOS SE REÍAN ,
LOS CARLISTAS TENÍAMOS RAZÓN.
LA CORRUPCIÓN AHORA
UNA VEZ MÁS, la experiencia política y nuestros principios -que no son "nuestros" sino de todos- nos han dado a los carlistas la razón.
Anunciábamos hace mucho tiempo lo que iba a pasar, y ha ocurrido. Lo lamentamos de verdad, pero no es porque no lo hubiésemos anunciado. Sí; nos desayunamos CORRUPCIÓN y luego nosotros a trabajar con honradez. Pero... ¿con qué ánimos?
Al menos que no nos quiten la razón a los carlistas. Ni las soluciones. Sí, los tradicionalistas no fosilizamos la realidad, y menos fosilizamos desesperanzados el mal como ahora está fosilizado con la desesperación de nuestra desgraciada sociedad (¡ay, ay de los conservadores de toda laya!, ¡ay de los que nunca entendieron qué es la libertad, las libertades, basadas en el libre albedrío y las verdades).
La tradición siempre exige renovación, regeneración, y proceso serio de mejora. Es la Revolución la que engaña con mil espejismos y luego se fosiliza, como el PRI en México, como otras épocas en la historia de España (¿recuerda Vd. el sistema canovista del turnismo?).
Nuestra último mensaje fue "EL SISTEMA ES EL CULPABLE", y ya cada vez más lo piensan y lo dicen.
LEEMOS en el periódico digital "Hispanidad" de hoy (21-I-2013):
"Esta mañana muchos españoles desayunaban con una portada de lo más equitativa, a lo tanto monta monta tanto: Bajo una foto de Rubalcaba se informaba de que la Fundación del PSOE pagó 600.000 euros a allegados y familiares de sus líderes. Y por encima de esta información aparecía el siguiente titular: “Decenas de cargos y empleados del PP firmaron recibos de sobres con billetes”.
Los hechos cantan que vivimos entre la CORRUPCIÓN.
La verdadera representación social no puede estar en la división, el imperio de las ideologías, y el arribismo dentro de los partidos políticos. La verdadera representación debiera de ser por instituciones sociales, que es donde se encuentran los intereses reales de la sociedad, y es donde el hombre concreto sí que sabe.
El "trepas", quienes luchan por los puestos y la sopa boba (¡ay si sólo fuese sopita de ajo!), la profesionalización de por vida de aquello que debe ser un servicio, el estancamiento de la creatividad, el acceso de los mediocres a la política... es una de las causas de la corrupción.
El excesivo poder del Estado y de la administración pública, un Estado que dirige la sociedad, el afán inmoderado de impuestos para el gasto público, convertir al ciudadano en recaudador para el Estado, el exceso de dinero en manos públicas... es otra de las causas de que haya tantísimo corrupto.
La falta de mandato imperativo en los políticos, partidos y cargos públicos, es de nuevo causa de la corrupción.
La falta de juicio de residencia (auditorías se llaman hoy) se suma a lo anterior. Esta debe ser para todos y como sistema, pues, cuando se hace a alguno, éste ya está señalado de por vida aunque sea inocente.
Sí; la partitocracia ha destrozado a España: no ha representado a la sociedad, no le ha rendido cuentas, no ha cumplido los programas políticos (todas las leyes corrosivas han entrado con trampas y por la puerta de atrás), se ha impuesto como un axioma y con un poder absoluto, gritó "libertad" pero para amordazar a la sociedad... Y ahora nos ha arruinado, destilando además ejemplos de corrupción generalizada.
En España hay polarización: ya para el bien, ya para el mal. Y ahora estamos en el polo del mal.
Añada Vd. el materialismo dominante, ejemplificado en la propia Constitución que ignora a Dios, que no le reconoce por ser Él es quien es, y que soslaya la importancia de los intereses de la religión entre los españoles. Si el termómetro espiritual y moral baja y está por los suelos, el termómetro de la inmoralidad y la represión sube imparable.
El programa político de la Comunión tradicionalista Carlista da buena cuenta de las salidas que tiene UNA DE LAS MAYORES CRISIS DE LA HISTORIA DE ESPAÑA, DE LOS ESPAÑOLES.
Nos lo hemos ganado a pulso, pero una vez más creo que los españoles no se merecían todo esto. No creo que los pueblos tengan los gobernantes que se merezcan. Difundiendo continuamente desde el poder, a tiempo o a destiempo, falsas dialécticas como "O esto o la dictadura" (que no se lo creen ni ellos), hemos sido engañados durante largo tiempo, nada más... y nada menos. Y robados, pues que nada más y nada menos.
"No va a conocer a España ni la madre que la parió": ¿se acuerdan de quien dijo esto? ¿No parece que unos y otros se han compinchado para hacer lo mismo?
"Si el país está pobre, vivan pobremente el rey y sus ministros" dijo, desterrado por la partitocracia de aquel momento, don Carlos VII.
José Fermín de Musquilda
Pamplona/Iruña, 21-I-2013
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