Felices Pascuas de Resurrección
ESTE es el gran saludo. La Resurrección nos permite entrar a la Vida de Dios, que incluye el acogimiento alegre y confiado a todos y de todo lo bueno que hay y debe existir en el mundo. Es paso previo a la patria definitiva, con una eternidad de salvación o, Dios no lo permita, de condenación. La salvación y condenación ya comienzan a plasmarse en este mundo, y de ahí nuestra responsabilidad, la necesaria apertura a la Gracia de Dios, y nuestra fe firme en la Resurrección de Jesucristo.
Tras la Semana de Pasión, Cristo ha resucitado, ¡aleluya!
Toda limitación y todo mal tiene solución en quien es Camino, Verdad y Vida. Tanto en la vida individual y familiar como social y política. Sí, incluida la política, pues el Estado como sociedad perfecta que es en su esfera, interpela al hombre. Y hoy no sólo le gobierna y pregunta dentro de sus competencias, sino que se impone de forma totalitaria extralimitando sus competencias y sacando a flote lo peor del viejo paganismo.
Refiriéndose a la realeza de Cristo, tan vinculada a la Resurrección del Señor, Pío XI enseña: "La celebración anual de esta fiesta recordará también a los Estados que el deber del culto público y de la obediencia a Cristo no se limita a los particulares, sino que se extiende también a las autoridades públicas y a los gobernantes" (Quas Primas nº 20).
Argumento es, aunque menor y subordinado al anterior, que la Buena Nueva da pruebas más que suficientes de cómo salva la naturaleza de sus extravíos, de dónde sacaremos la fuerza y perseverancia para hacer todo el bien, que los creyentes por el Bautismo -ofrecido a todos los hombres- somos elevados al plano sobrenatural, y en nombre de Quien somos, nos movemos y existimos. Súmese a ello las raíces cristianas de Europa, pero también las ramas y frutos cristianos de la sociedad española, y saber qué y quiénes han provocado artificial y hasta violentamente -incluso con la persecución religiosa que estamos sufriendo en España- el proceso hacia el nuevo paganismo.
José Fermín Garralda
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