Festividad
HOY es un día de gran alegría, que nos hace superar la apatía espiritual como pueblo, que nos hace superar penas y quejas, la falta de esperanza y el descontento crónico que advertimos en la sociedad familiar y -sobre todo- en la sociedad política.
Sabemos que aquellos polvos han traído estos lodos, y que aquellas premisas han desembocado en las consecuencias que todos conocemos. Los conservadores de los males originarios en política -que sin duda colaboraron activa o pasivamente en ellos- se equivocan, por lo mismo que la España que fue se ha convertido en un erial, al menos en apariencia. No en vano los carlistas seguimos soplando y avivando las brasas, con ilusión y alegría.
Tanto en la persona individual y familiar, como en la sociedad y la política, la falta de Dios y el desviarse del camino que Él nos ha marcado a través de la ley natural y la revelación cristiana, han desembocado en el vacío, el desasosiego y el descontento, la inseguridad y el sinsentido. ¿Quién dijo que la Ley es contraria a la libertad? ¿Quién dijo que para saber qué desean los españoles hay que someterlos al bombardeo y manipulación de poner todo en entredicho continuamente? ¿Quién ha dicho que en el algarada y no en el sosiego está el ejercicio del deber cotidiano? ¿Quién que hoy tenemos una política representativa?
Pues bien, Nuestra Señora del Pilar es la que nos muestra al Hijo. España, Tierra de María, ya sabe cómo se llega al Hijo, cómo se defiende a nuestros hijos. Pusimos el corazón en la economía y el buen vivir, y no tenemos ni a Dios del que las leyes apostataron, ni paz, ni prosperidad, ni trabajo... ni por no tener, no tenemos ni hijos.
Revolucionarnos... ¿contra qué y quién, si no es contra nosotros mismos? Conservar... ¿qué y para qué, si el hoyo o pozo es cada vez más sucio y hondo?. Sólo queda renovar lo bueno que hay en nuestra Patria -que hay mucho-, con alegría espiritual y juventud de espíritu.
Para colaborar en una variedad de proyectos de fondo adecuados a tus facultades, las propias de cada uno, puedes escribir a este blog que visitas. Tenemos que acostumbrarnos a dar nosotros el primer paso en servicio de nuestra Patria, para recoger finalmente los frutos cosechados. Servir a la sociedad política que es España, es una de las primeras obras de caridad, misericordia y justicia que tenemos entre manos. Sabemos qué queremos y solicitamos brazos para trabajar.
Virgen del Pilar, rogad por nosotros.
12 de octubre de 2020,
Vocalía de Actos, CTC de Navarra
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