AGENDA
Escudo
pintado localizado en Pamplona Foto: JFG
|
Día de la Dinastía Carlista
La Junta Regional Carlista
de Navarra – CTC
le invita a la Santa Misa del
MARTES 4 de noviembre,
festividad de San Carlos Borromeo,
elirrintzi@gmail.com
La Dinastía fiel al pueblo español contra el
Liberalismo y la irreligiosidad en la vida social y política, exigió que, si el país estaba pobre, viviesen pobremente el rey y sus
ministros.
La Dinastía
insobornable.
|
MONARQUÍA DE VERDAD
La
monarquía de España o las Españas fue eminentemente popular. Defendió al pueblo
llano, al vecino débil, a la familia, las instituciones sociales y laborales,
los sindicatos libres y no politizados, la personalidad municipal y los
comunales, la verdadera representación social. Defendió a las llamadas clases
trabajadoras -urbanas y rurales-, la propiedad individual, colectiva e
institucional, y el salario familiar para que todos los miembros de la familia
viviesen dignamente. Se opuso a la desamortización o latrocinio de los bienes
de las instituciones asistenciales, municipales y de la Iglesia. Ello es
correlativo a su carácter de monarquía católica. Se tomó muy en serio la
Doctrina Social de la Iglesia, y también por eso sus reyes fueron admirados y
amados, en oposición a la denominada “monarquía” liberal o liberal-socialista,
que –mera apariencia de monarquía y sujeta a cambios y recambios tácticos- nada
hace, vive del cuento, “reina” con la ley del aborto, y se sujeta sumisa a las
grandes finanzas y a los centros del poder internacional. Una caricatura tal de monarquía es lo mismo que una República.
"Ahora, al pobre pueblo se le ha chupado la
sangre y dejado desnudo... En cambio, para engañarle se le ha puesto sobre la
cabeza una corona... de espinas" (Aparisi Guijarro). RdeA.
“¡Adelante,
mis queridos carlistas! ¡Adelante por Dios y por España! Sea ésta vuestra
divisa en el combate, como fue siempre la mía y los que hayamos caído en el
combate, imploraremos de Dios nuevas fuerzas para que no desmayéis.
Mantened intacta vuestra fe, y el culto a nuestras tradiciones, y el amor
a nuestra Bandera. Mi hijo Jaime, o el que en derecho, y sabiendo lo que ese derecho
significa y exige, me suceda, continuará mi obra. Y aun así, si apuradas
todas las amarguras, la dinastía legítima que nos ha servido de faro
providencial, estuviera llamada a extinguirse, la dinastía de mis admirables
carlistas, los españoles por excelencia, no se extinguirá jamás. Vosotros
podéis salvar a la Patria, como la salvasteis, con el Rey a la cabeza, de las
hordas mahometanas y huérfanos de Monarca, de las legiones napoleónicas.
Antepasados de los voluntarios de Alpens y de Lácar, eran los que vencieron
en las Navas y en Bailén. Unos y otros llevaban la misma fe en el alma y el
mismo grito de guerra en los labios”.
“Nuestra Monarquía es superior a las personas. El Rey no muere. Aunque
dejéis de verme a vuestra cabeza, seguiréis, como en mi tiempo, aclamando al
Rey legítimo, tradicional y español, y defendiendo los principios
fundamentales de nuestro Programa”.
Carlos VII, Testamento
político, Loredán, 6-I-1897.
Día de la Dinastía, Comunión Tradicionalista Carlista
de Navarra, 4 de noviembre de 2014
|
Dios, Patria, Fueros, Rey
elirrintzi.blogspot.com
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario