LA POLÍTICA en España no la hace ni la dicta el pueblo que vota, sino que se hace en las trastiendas, antes y después del voto, y no sabemos qué hay ahí.
El clamor social a los políticos es que empiecen a trabajar por el principio, que es pensar en los ciudadanos.
Hoy nuestros políticos no muestran su programa político. Dicen tres cosas en los mitines y ya está. Las cartas que envían a las casas son decepcionantes, especialmente los separatistas vascos antivascos (tienen que callar lo único que quieren, separarse de España) y los de Podemos. El PSOE algo dice, pero es retórico. Salvo excepciones se han quedado sin programa.
Las estrategias postelectorales no son directamente cosa del votante, pues a él se le pregunta qué partido (ni siquiera personas) elige, es decir, básicamente en función de los programas.
Como estos días no se ofrecen programas, sino que básicamente se plantean estrategias, se ha tratado de adosar "una mala imagen social" al principal enemigo a abatir. Por ejemplo: quien no es de Bildu es facha; el separatismo es progreso; quien no es PSOE no es buen demócrata ni está limpio; sólo hay ultraderecha y no ultraizquierda; Ciudadanos es el Centro; todos contra Sánchez; la Derecha es el Mal... Frivolidades de estas pretenden encasillar muy mal al enemigo para quitarle votos y hasta la decencia. Sobre todo si la gente piensa dialécticamente. Aunque a muchos los tales ya les aburren, sin embargo en su día conquistaron el subconsciente porque UCD y el PP les dejaron y hasta les animaron indirectamente, y nos siguen teniendo en sus manos con las bobadas de siempre.
Es la lucha por el poder. Es la lucha más sucia que además lava cerebros. Tan sucio como el intento de secesión en Cataluña por parte de malos catalanes, el apoyo del PSOE al golpismo separatista en Cataluña, el PSOE auto maniatado ante el separatismo, o el intento de blanqueo que tiene EH Bildu juzgando éticamente a los demás y al pasado nacional de la nación que quieren abatir...
También sabemos que George Soros, el conocido especulador financiero del NOM, apoya al Sr. Sánchez, y hasta le visitó nada más ocupar la presidencia tras caer Rajoy. Y en su día apoyó el separatismo catalán anticatalán.
Se busca el efectismo como el transfuguismo del expresidente de la C.A. de Madrid Ángel Garrido a Ciudadanos en perjuicio del PP (la comidilla de los salones), o las decenas de personas del mundo del espectáculo que piden el voto para la izquierda para que "se llenen las urnas de bondad democrática" (cuidado que son horteras y excluyentes...).
Todos sabemos que algo gordo puede pasar con el PSOE de Sánchez, que es federalista y se apunta a cualquier barrabasada; ahora bien, lo que ocurre es que con unos y otros algo muy gordo ha pasado ya. Estamos sorbiendo poco a poco las consecuencias de los errores pasados tanto de los políticos como de aquella jerarquía eclesiática que vivió politizada ya hace décadas.
En vez confrontar programas, el votante se ve obligado a confrontar los posibles y cambiantes pactos que se ofrecen a última hora y sin seriedad alguna (Podemos-PSOE, PP-Ciudadanos, Ciudadanos-PSOE, Otegi-PSOE, Separatistas-PSOE, Ciudadanos-PP-Vox). Esto es un lío. Predominan los golpes de efecto, los giros verbales y los guiños del último momento, por lo mismo que hasta uno del PP (el tal Garrido) se pasa a Ciudadanos en la recta final...
Ojito con Navarra, pues me entero que Santos Cerdán León, secretario de coordinación territorial del PSN-PSOE, dice que "los nacionalistas son un problema, no son de fiar", y a su vez dice: "lo que proponemos para Navarra es un Gobierno progresista con Geroa Bai". ¿Habrá manipulación en la red? Sea lo que fuera, Toma castaña, prueba kokotxas y tócate los pies (dice el pueblo-pueblo). Es decir, ¿alianza del PNV-PSOE? Lo peor, los ocultos jerifaltes del PNV.
¿Cuáles son los verdaderos propósitos de los partidos en todo lo que hacen, incluidos los pactos? Aquí hay ocultismo y sólo lo saben ellos. Juegan a despistarse unos a otros, ya decapitar al electorado.
Tensan las elecciones el golpismo en Cataluña anticataluña, y los separatismos. Esto es el miedo oculto en el electorado. También los hay engañados.
¿Qué pasará? Cada vez se sabe menos. Las encuestas y sondeos son un bluf. Lo seguro es que Podemos, los bildu-etarras y los separatistas quieren a Sánchez. Leí en ABC que Otegi ha ofrecido un millón de votos a Sánchez. Los separatistas no van a necesitar ir al Parlamento español -ni quieren porque es español- siempre que Sánchez reciba sus votos y se deba a ellos. Sánchez será el Kerensky de España. Entre un Kerensky radicalizado y el residuo del tal Iglesias (el del casoplón) va a estar el duelo en adelante. Sólo un pacto Ciudadanos-PSOE evitará que Sánchez pase a la historia como el Kerensky español, y, aunque no pactaron en Andalucía, todo puede pasar, aunque el pacto de ambos es algo complicado porque uno es federalista y constitucionalista de ocasión, y el otro es jacobino y legalista de la letra de la Constitución.
Ojalá me equivoque.
La partitocracia nos crea estos líos mentales. Nos han llevado a su terreno pero para asquearnos de él. El programa político en ellos es lo de menos. Lo de más es el poder por sí mismo, y la natural tendencia de toda esta dinámica, ya cansina -y lo que nos espera-, a la destrucción de la sociedad y de la gente, que es el sufrido pueblo español.
¿Por qué nos quieren antirreligiosos, descreídos, apátridas, pasotas y pobres, cada vez más pobres, despoblados de nuestros hijos y sin futuro? Todo ello se consigue con la INMORALIDAD más brutal y el ESCEPTICISMO del decadente. De esta manera, España, pueblo espiritual y hasta quijotesco, cae en lo más hondo y hasta en el hazmerreir mientras los capitalistas internacionales se frotan las manos. Sí, porque España sigue siendo una potencia. Pues va a ser que se tirarán de los pelos cuando la sociedad se independice de la partitocracia y las ideologías y se rehaga.
Lo cierto es que la izquierda y el separatismo no son progreso, y que PP, Vox y lo que quede no son la Restauración de la política, de España (las Españas) y los españoles
La bondad -lo que algunos apellidan bondad 'democrática'- no está en la partitocracia sino en la sociedad que vive y deja vivir, que trabaja dignamente y anima a trabajar, que se esfuerza por dar trabajo, que respeta y quiere ser respetada, que reza a Dios Jaungoikoa y sabe darse sin pedir nada a cambio, que reconoce que Dios -en Cristo- es el origen último de la autoridad política y por eso respeta y defiende todo lo bueno de los demás, siendo Dios el verdadero defensor de los más débiles y que nada tienen, que cuida del débil y genera amor, que dice SÍ a la vida del concebido y aún no nacido SIN EXCEPCIONES, que se multiplica en el matrimonio de veras y la familia, que quiere una verdadera comunidad y representación social y política, que quiere a sus vecinos y defiende sus derechos, que respeta y ama a su patria chica -en sus Fueros para todos- y grande -que es España-, que quiere una juventud limpia y sana, que respeta el derecho natural y la moral más básica, que respeta y defiende los derechos de la Iglesia en los lugares públicos, y que sufre viendo tanta tontería y teatro, total para querer mandarnos. ¿Pero no saben que al español no se le puede mandar así como así?
Ramón de Argonz
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