Boletín Oficial de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra

martes, 24 de marzo de 2020

Ante la consagración de la Iglesia de Portugal y España a Sgdos. Corazones de Jesús y María: 25 de marzo de 2020

CARTA



DESDE el santuario de Fátima, el Cardenal Patriarca de Lisboa consagrará la Iglesia en Portugal y España al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. Será hoy 25 de marzo, tras el rezo del Santo Rosario, por las víctimas de la pandemia del coronavirus. 

Agradezcamos esta maravillosa iniciativa de los hermanos en la Fe católica portugueses, pues ya el 30-VI-2019 España renovó su consagración al Corazón de Jesús.

Somos políticos y por eso precisamente, como tales políticos,  elevamos y ofrecemos nuestras personas, familias y sociedades a Dios nuestro Señor, de la mano de nuestra Madre, buscando Su misericordia y el remedio a nuestros males. 

Los pobres de corazón ante Dios son los preferidos de la Señora, y nos hacen más bien a todos nosotros que todos los  envanecidos en su ciencia y saberes. Lo más pequeño de Dios es mucho más sabio y grande que lo más grande y sabio de los hombres. 

Suplicamos, en ésta consagración a los sagrados corazones de Jesús y María, un remedio global para España y Portugal, y para el mundo entero. Como sincero y global debe ser nuestro arrepentimiento personal y -en cuanto tal- a veces colectivo ante Dios, como personales y globales son nuestros males. 

Somos políticos, como todo vecino y ciudadano lo es, preocupados 
por la vida de todos ante la pandemia del coronavirus, las familias y la sociedad desde abajo arriba. 

Por eso buscamos alejarnos de los políticos vanidosos e  incompetentes, soberbios e ideólogos, egoístas, que quieren tener la sociedad a su merced para modelarla a su antojo. Está visto que quienes les votaron, se equivocaron. 

Queremos también un sistema socio-político que no mienta, ni corrompa, ni engañe a los votantes, ni permita que estúpidos aunque guapillos /as o snob, ocupen el poder supremo de la nación. No queremos partitocracia, ni un sistema débil y sujeto a una absoluta temporalidad. El actual sistema quema muy rápido a todos -sobre todo a los trepas-, lo que indica que algo está muy mal en él. Queremos un sistema que no vulnere la verdadera representación de la sociedad y por instituciones sociales, y que devuelva a ésta su verdadero protagonismo. Queremos que no pueda ser posible que el matrimonio Iglesias-Montero ocupe simultáneamente dos carteras ministeriales, ni el amiguismo, ni el nepotismo, ni el enchufismo, ni las redes clientelares de poder. Esto sólo genera redes de corrupción. Queremos mandato imperativo y juicio de residencia. 

¡Qué diferencia existe entre los pastorcillos de Fátima de ayer, encargados del Mensaje, y los profesionales de hoy que están sirviendo con heroísmo al bien común por un lado, y, por otro, los señoritos social-comunistas que viven como pequeño-burgueses y maravillosamente hasta en palacetes! ¿Quieren decirnos estos últimos cuál está siendo su misión en la sociedad? ¿Para qué quieren estar en la cúspide del poder político, aliándose incluso en contra de muchos votantes socialistas? Treparon bien alto y a costa de España y los españoles, y han caído más que  rápido. 

Como todo hoy día adquiere una velocidad vertiginosa, también el mal y el Bien desvelan pronto su naturaleza...  floreciendo éste allá donde antes existía frialdad y tibieza. 

Muy Señora nuestra, roca firme y madre fidelísima, protégenos ante la pandemia del coronavirus, y también de las oligarquías que deshacen la vida humana por el aborto y eutanasia buscando así la muerte de lo que es humanidad, que deshacen el matrimonio, familia, y sociedad, que buscan  descristianizarnos, descatolizarnos, desespañolizarnos, hacernos ignorantes y dependientes de un oráculo vano -y diabólico-, y hasta deshacernos material y biológicamente. 

Santa María, salud de los enfermos, protégenos de la pandemia del coronavirus, y también, como auxilio espiritual,  de los políticos y las leyes humanas que no ponen a Dios y Su santa Ley como frontispicio de su mandato. 


Dicen que el Gobierno conocía la existencia del coronavirus antes de la manifestación de 120.000 personas en Madrid el 8 de marzo, que permitieron y a la que asistieron varias ministras. Inoperante, actuó tarde. Responsable de la actual pandemia sanitaria, prolongará la crisis social y económica durante años, y -con los Gobiernos anteriores - la crisis política, de credibilidad y sobre todo moral y religiosa. De todos ellos, Santa María, protégenos.

Ya se elige quién vive y quién no, por falta de medios sanitarios. El Ministerio de Sanidad ha reconocido que en algunas unidades se tienen que aplicar “criterios restrictivos” para ingresar a los pacientes, con criterios no sólo clínicos, sino de administración de unos recursos escasos, priorizando así la mayor esperanza de vida con calidad. En Italia ya no se atiende a los mayores de 80 años: se les “dejará morir”. Esta pseudo fraternidad revolucionaria es un horror, y quiebra la igualdad predicada por la flamante Constitución de 1978 (Art. 1), que ha permitido y permite todos los horrores. Espectáculo aciago y dantesco, a nuestros ancianos los  sitúan  entre el muro y las tumbas (Infierno, X).

Dicen que médicos quieren poner firmes al Gobierno, pues "esto" aún se puede parar: se pudo parar ayer no dejando salir a madrileños a la playa, y se puede parar hoy cerrando Madrid a cal y canto, comprando reactivos, haciendo al fin los test y las pruebas de infección de forma masiva, y luego aislar en hoteles a los infectados.... pero para curarles.

Nunca podíamos imaginar algo así, tan grave, tan rápido, en nuestras casas y vidas, y ya. El aviso que nuestros educadores nos daban cuando éramos jóvenes, de lo iba a pasar si España rompía "oficialmente" con Dios, se ha ido haciendo realidad paso a paso y se hace ahora mismo. ¿Es que queremos parar esto prescindiendo del Dios encarnado y hecho hombre?

Sagrados corazones de Jesús y María, nosotros, desde nuestra menor o mayor vocación política -siempre tendremos alguna-, os suplicamos misericordia, y que nos hagáis buenos padres de familia e hijos, buenos profesionales de la salud, buenos maestros, empresarios..., sacerdotes santos y buenos políticos porque sean verdaderos amantes del Bien común. Nadie, de los que hoy hacen mal, sobra de entre nosotros si se convierte a Dios y trabaja por el bien común, y todos sobramos si seguimos sin convertirnos a Él y encerrados en el egoísmo, porque en ese caso haremos daño, mucho daño. 

Con los corazones llenos de Esperanza en los Sgdos. Corazones de Jesús y María, que viva Cristo Rey. 

José F. Garralda
Presidente de la Junta carlista de Navarra CTC

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