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Se ha llegado a arrancar cruces por las bravas, que nadie se escandalice de ello públicamente -salvo unas minorías-, y ahora queremos que los mahometanos puedan -lógicamente si quieren, claro está- degollar tranquilamente carneros en un polideportivo municipal. Y encima vienen algunos del alto clero echándose las manos a la cabeza, como el arzobispo de Madrid y cardenal de la Iglesia católica, que acendió tan rápido que no me extraña de la bobadas que dice. ¡Ah, amigo Cobo...! -con todo respeto a lo sagrado, desde luego...-.
Lo ocurrido en Jumilla, bonita tierra bañada por el sol, solar de paz y buenos caldos, ha generado una oleada de ataques a su Ayuntamiento democrático por no haber concedido el polideportivo municipal para la fiesta del cordero que celebran los musulmanes.
Esta denegación ha sido por motivos de sentido común incluidos los de higiene y ecológicos. Nosotros añadimos otros motivos como los de seguridad, la proyección de futuro y también el deseo -y necesidad- de mantener un ambiente social o público donde las manifestaciones religiosas externas sean sobre todo las católicas. El motivo es socio-religioso (si me apuran sería político-religioso o religioso aplicado a la política), pues España no tiene una raíz musulmana sino católica, y aquí especialmente la religión aún da sentido a la sociedad. Todavía no somos paganos. De esto sabemos mucho los españoles.
Ofrecemos un enlace que explica bien las razones de dicha denegación.
JFG
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