LUCÍA enfrente del Parlamento de Navarra la pancarta siguiente:
La concentración ha coincidido, como algunas otras veces -las menos-, con el Rosario por la Vida en Ansoáin, que se celebra el último viernes de mes.
Una chica de
unos 15 años, de buen parecer y alegre, hacía piruetas con la bicicleta delante
de nosotros. Dos veces ha querido acercarse y hablar. El primer gesto era como
si el “Aborto No” le extrañase, sin precisar muy bien en qué sentido. Sin
embargo, dos veces ha clarificado: “Esto es una mierda, me refiero a no
abortar. Si me quedo embarazada con 18 años, ¿Qué voy a hacer?”. Para hablar, sobre
todo se ha dirigido a las mujeres de la concentración. No se qué le habrán
dicho, pero otro le indica: “pero tu ya vives”, “el niño es otra persona”, y otra añade “déjale vivir como tu y disfrutar como tu disfrutas”. La verdad que se le veía
una chica alegre y desenfadada con su bicicleta, saludando incluso a unos
conocidos. Es increíble a qué extremo puede llegar la desinformación, la
frivolidad o el egoísmo. También se han acercado muy poco después otras dos
muchachitas, que han hablado algo con las manifestantes.
Al final, después de rezar un misterio del Santo Rosario, se
ha leído casi todo el discurso del dr. Abel Albino, pronunciado en Argentina el
17-V-2018, con la idea de leerlo la próxima vez con el megáfono para
conocimiento de todos.
Al otro lado
del Paseo de Sarasate, un desfile de unas cincuenta
personas de edad muy madura pedía el acercamiento de los presos terroristas. Cualquier familiar es capaz de reclamar eso, pero cualquier Estado es prudente si no lo concede. Comento a mi acompañante que la falta de lucha
en favor de la vida trae después desfiles callejeros como ese, y que las cosas se pondrá peor. La tibieza y adocenarse trae males en cadena. Por su parte, él no podía cllarse, y dice a los de la triste comitiva que también los asesinados quisieran estar paseando por la calle.
Una vez en la
Santa Misa, el pater ha mencionado varias veces a lo Santos Niños Inocentes del
Nuevo Testamento, porque, hoy 28, es su día. La primera vez que lo dice vinculándolos al aborto voluntario, casi
aplaudo de contento, porque nunca se oye hablar de este tremendo tema en la
celebración de la Santa Misa.
Al escuchar
en el Introito que “los mártires inocentes pregonan hoy Tu gloria”, el fiel podía extrañarse en un primer momento, porque el niño asesinado, aunque sea mártir, parece
contradictorio con la gloria de Dios. Sin embargo, recapacitando, enseguida se
advierte que lo que el hombre menosprecia, desprecia y tira, resulta que era y es amado
infinitamente por Dios. ¿Será posible? Dios salva y eleva al perseguido hasta donde el
hombre no puede ni soñar. Más todavía, por lo mismo que el Mundo no “ve” la
muerte de un aborto asesinado porque se oculta y silencia el hecho, tampoco “ve” con los
ojos de la carne -aunque intuya algo con los de la Fe- la gloria y el infinito
valor del niño inocente que pregona la gloria de Dios Padre.
El pater también ha
dicho que, aunque la muerte de un niño no es un momento de gracia y menos si es
asesinado, sin embargo los Santos Inocentes del Nuevo Testamento son la antesala
de la Iglesia, porque fueron los primeros que entregaron la vida por Cristo aún
si saberlo. Nuestra época -continuó- es de leyes injustas, de pensamientos
soberbios, de actitudes soeces. Ante esto, la Iglesia no puede estar callada. Ella
no debe callarse. Dios sabe hacer justicia. Esos niños, aún siendo pequeños,
clamaron al Padre Abba en Su Hijo.
En las preces si pidió por el eterno descanso de los bebés que han sido abortados
libremente.
Me he acordado del silencio que envuelve siempre la calle sobre este gravísimo tema social, -"...¡cómo pasan, sin veros, las gentes!"-, así como de la muchacha alegre pero ignorante -desinformada- o tremendamente egoísta, y del daño que hacemos cuando callamos debiendo hablar.
Pues ya sabemos, a salir del adocenamiento y la tibieza. A salir a la calle.
Ramón de Argonz
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