A vueltas con el impuesto sobre las hipotecas.
Que la PARTITOCRACIA se apriete el cinturón.
Las instituciones políticas en Navarra van a discutir si el impuesto sobre las garantías hipotecarias (Actos Jurídicos Documentados AJD que se abona en los documentos notariales, judiciales y mercantiles) lo pagarán los bancos o bien quedará exento.(Prensa Nacional).
Ante la polémica suscitada y por lo que respecta a Navarra:
El PP quiere que desaparezca el tributo que grava las hipotecas. Quiere que no lo paguen los clientes, y tampoco los Bancos, porque estos al final -dice- lo repercutirán en los clientes.
UPN quiere que se elimine el tributo en las viviendas habituales y que en el resto de viviendas sean los bancos los que asuman ese pago a Hacienda.
Podemos, de Pérez, se opone a la exención de bancos. Lo mismo otros partidos de ultraizquierda.
EH Bildu se desmarca de estos últimos para imitar a Euzcadi: quiere que el impuesto quede exento en la compra de la vivienda habitual, y se opone a que la banca repercuta el impuesto al cliente.
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De por sí, sabemos que quien adquiere el bien o servicio es quien paga el impuesto al Estado. Por ejemplo, el penoso impuesto del IVA. El PSN quiere que se modifique la ley para que así se considere "adquirente" a la entidad financiera que da ese préstamo, aunque el móvil no es el sentido común o que el Estado reduzca sus ingresos a beneficio del ciudadano, sino su deseo político de "quedar bien" ante el posible votante. Por otra parte, nadie dirá que quien compra una casa es "pobre".
Las tasas también las pagan los que se benefician del servicio público.
A la Banca se le pone entre la espada y la pared: ¡a ver quién es el primer Banco en repercutir los costes al cliente! Decimos esto porque el presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia CNMC afirma: "No vamos a permitir que se produzcan conductas coordinadas".
El Gobierno PSOE, amigo del intervencionismo radical y hasta del dirigismo -si se pone a planificar algo nos iremos al carajo-, va a vigilar para que la Banca no prepare el terreno para la futura tasa a las transacciones financieras.
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Nosotros queremos que se suprima este tributo e impuesto: que no se grave a los ciudadanos y tampoco a la Banca. De pagarlo, preferimos que el tributo lo pague el ciudadano a que lo pague la Banca: 1º porque ASÍ EL CIUDADANO SABE LA GRAN CANTIDAD DE IMPUESTOS que pagamos al Estado. 2º porque la Banca lo repercutirá en el ciudadano de una u otra manera. 3º porque es ilógico e indigno que quien compra no pague el impuesto sino que se lo pague la Banca.
Ya digimos que todo esto nos parece una hipocresía oportunista por parte de los partidos políticos.
En efecto, hasta ahora nadie dijo nada. Ahora todos quieren quedar bien con los votantes. Son tan ilógicos que quieren que los impuestos no los paguen los compradores sino "otros", en ete caso la Banca, que quieren hacernos ver que es mala y aborrecible -muy marxista ello-.
Que pague la Banca nos parece un despróposito porque quiebra lo estipulado en la ley por juristas y políticos sesudos, por el agravio comparativo que supone respecto a lo establecido y acostumbrado en el sistema de impuestos y tasas, y porque desvela cierta malevolencia a la Banca.
Ante la hipocresía de la PARTITOCRACIA, y para ser coherentes, díganos los políticos: QUÉ HA SIDO Y COMO SE ESTÁ GESTIONANDO EL RESCATE REALIZADO EN SU DÍA a los Bancos con el dinero de todos los ciudadanos.
Para ser coherentes, y si tanto aman a los ciudadanos, ¿POR QUÉ SUBEN IMPUESTOS EN VEZ DE BAJARLOS? ¿POR QUÉ EL CIUDADANO Y LAS EMPRESAS están gobiados a impuestos y hasta se ciegan las fuentes de riqueza?
¿CÓMO GESTIONAN LOS INGRESOS que por la fuerza de la ley nos sustraen a todos los ciudadanos?
¿CUÁL ES EL NIVEL DE MALGASTO Y DERROCHE del dinero público que hay en España, en las Comunidades autónimas, en la Comunidad Foral de Navarra?
SI NECESITAN DINERO, que la Administración se apriete el cinturón y que además no perjudique las fuentes de riqueza.
Aquí EL PROBLEMA ES OTRO: dejemos claro que deseamos MÁS SOCIEDAD Y MENOS ESTADO (hasta que la máquina del Estado desaparezca y convierta sus instituciones en lo que deben de ser: la suprema potestas).
F. de M.
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