Opinión
¡Menudo juego para algunos y qué engaño para los incautos y quienes permiten ser engañados!
Desde hace muchas décadas la situación política de España es del todo anormal y de una situación límite. Recordemos a los olvidadizos que nada de lo que hoy ocurre es nuevo. Sí, de aquellos polvos estos lodos. Los conservadores peperos han hecho perder unas décadas preciosas a la sociedad para corregir los desvíos fundamentales y restaurar España. Al ser actual situación insostenible, comprendo -pero no admito- a quienes por hartazgo o desilusión ya ni hablan de lo que ocurre y "pasan" de todo.
Sea lo que fuere, nosotros queremos a España y los españoles que nos necesitan. No nos agarramos a un clavo ardiendo como es la legislación vigente, porque tenemos nuestros principios que nada más profesarlos comienza la solución. Por eso, al hablar no partimos de cero y vamos a las causas. Si sólo nos queda la palabra, utilicémosla. Si sólo nos queda la sociabilidad entre la gente sensata, reunámonos.
Los extremos a los que hoy ha llegado el PSOE y el régimen político liberal-socialista, sólo muestran su incapacidad, la vergüenza de la partitocracia, del llamado marco constitucional, y el fin del flamante Estado de Derecho.
Amigos constitucionalistas: ¿es que todo lo que está ocurriendo estos últimos años, que vienen de atrás, cabe en la Constitución y el marco legal? Pues sí, todas las barbaridades que están ocurriendo caben dentro de la Constitución. También caben las barbaridades en materia moral y de derechos. Supimos que así iba a ser en 1978, y lo hemos ido comprobando con nuestros propios ojos.
Los últimos ejemplos:
Primero. Hace poco el PSOE legisló junto a Bildu la ley de la memoria (histórica) democrática, donde está enmarcada ETA. Es la vía como los verdugos están reescribiendo la historia, y como sus favorecedores están blanqueándoles al crear desde el poder su propio relato. Relacionado indirectamente con ello, en Navarra se atreven a arremeter contra el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada, erigido por la Diputación Foral de Navarra, y lo hacen asustando a los conservadores y al alto clero diocesano, que ceden torpemente en este tema en vez de clarificar y defender como hombres, directivos y pastores.
Segundo. Hoy, de nuevo el PSOE ha dado otro golpe a los españoles. Por una nueva ley, rechazada por el Senado y aceptada de nuevo en el parlamento, muchos terroristas condenados se van a beneficiar de la conmutación de sus penas por delitos. Y todo por el apoyo de seis votos de Bildu al PSOE para los presupuestos. Presos por presupuestos. ¿Que se vote esto es transparencia al electorado, es justicia, y además democracia de la buena como dice el Sr. Núñez Feijóo que es la española? Pregunto: ¿cabe en democracia pagar al chantajista, claudicar y venderse de esa manera, cabe tal horror e indecencia?
Tercero. Por su parte, los conservadores de no sabemos qué, como es el PP, hipócritas e inútiles cuando se echan las manos a la cabeza, siempre llegan tarde y mal, y maquillan su propia inutilidad. ¿Por qué decimos esto? Pues porque ahora el PP propone que los etarras, aunque hayan cumplido su pena, no puedan presentare a elecciones si no piden perdón y se arrepienten de sus delitos.
Miren: cualquier posible solución tenía que haberse planteado mucho tiempo atrás. Más aún, un propuesta así es una marcha atrás, y ya sólo el proponerla muestra que el actual sistema político es una estafa, y que tantísimos sufrimientos de las victimas del terrorismo y los demás españoles con ellas, para nada han servido.
Más aún: ¿cabe en las leyes que los Bildu dirijan partidos políticos, los apoyen, enaltezcan a los terroristas, sigan sin condenar los atentados de ETA? ¿Cabe que la seguridad de los miembros de la policía nacional vaya a pasar por manos de Bildu?
Conclusión. En el sistema liberal-socialista, en la Constitución de 1978, los grandes partidos pueden amordazar y engañar al pueblo gracias a la partitocracia, a establecer el voto sobre lo que se ignora, a negar el sufragio de los intereses a cambio del sufragio individualista y dirigido por la partitocracia, gracias al juego de mayorías, al excesivo poder del Estado que ayuda a corromperse al más pinta, y a que todo valga para ser ley con tal de tener la mayoría absoluta de los votos, como si de una nueva idolatría se tratase que, en realidad, es sumisión a unas oligarquías ocultas.
Según los hechos, en la Constitución cabe el golpismo institucional que estamos viviendo, que ETA mande en las instituciones del Estado, el golpismo de los peores catalanes, echar por la borda la llamada división de poderes debido a la intromisión del presidente en todos ellos, y el mangoneo partitocrático sobre las instituciones.
Miren, señores conservadores de no sé qué... y otros: cada vez vamos a peor y no se arregla nada.
F. de M.
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