Aborto: barbarie y despeñadero moral. Así estamos en España.

 Noticia

https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=50709&utm_medium=email&utm_source=boletin&utm_campaign=bltn241018

¿Por qué España está tan hundida? Son las consecuencias de ésta barbarie moral, de éste despeñadero moral producido por el aborto voluntario. Por ello casi todo está hundido, los buenos quedan paralizados, y nos gobierna, con la mayor convicción de su horrenda legitimidad "democrática", el gobierno corrupto de Pedro Sánchez. 

A fuerza de voluntarismo, de partitocracia, de posibilismo y del llamado voto útil..., a fuerza de lograr el poder por encima de todo... la democracia en España se ha convertido en demagogia y en un sistema corrupto. 

No adoraremos al ídolo que han creado desde 1978, impuesto ocultamente por todos, y hoy de forma declarada de cara a la galería por el social comunismo, en el que desde luego éste último no cree en su fuero interno, lo que le da ventaja para tener acorralados a todos los españoles incautos.

El social comunismo es el castigo que Dios nos ha tenido preparado para que nos corrijamos. ¿Qué hará el PP...?

En este enlace destacamos las afirmaciones siguientes:

«Vamos al despeñadero moral», dice el cardenal

El cardenal Felipe Arizmendi, reflexiona sobre la violencia, la crisis social y la legalización del aborto en México, calificándolas como expresiones de una «barbarie» moral.

El cardenal exhorta a los creyentes a defender la vida humana en todas sus etapas, pese a la presión de las leyes actuales, y subraya que tanto la ciencia como la fe cristiana coinciden en este deber:

Con el argumento de no criminalizar a las mujeres que abortan, porque dicen que pueden hacer con su cuerpo lo que quieran, no toman en cuenta el derecho natural del concebido a la vida. Es un ser humano al que se asesina, aunque tenga unos segundos de haber sido concebido. Es un ser inocente e indefenso, no un criminal que se elimina cruelmente. No es la religión, sino la ciencia misma la que afirma que hay ya vida humana no hasta la doceava semana, sino desde el inicio de la gestación».

F. de M.