Boletín Oficial de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra

viernes, 2 de diciembre de 2022

San Francisco Javier, co-patrono del viejo Reyno de Navarra

Felicidades

Felicitamos a todos los navarros que tienen, en todo o parte, el nombre de Javier. 

El 3 de diciembre celebramos a nuestro co-patrono de Navarra San Francisco Javier, y con especial cariño en este IV Centenario de su canonización. 

Celebramos el día de Navarra, que para su consistencia y felicidad necesita la intercesión de San Francisco Javier, además patrono universal de las Misiones. 

Las Javieradas son una de las expresiones modernas de nuestra fe y la unidad de Navarra. Lo mismo el Camino de Santiago, ayer y hoy. 

Los navarros lo son y se unen en torno a los grandes ideales y principios, en torno al universalismo católico, a su andar por América, a su contacto directo con la naturaleza que tan bien cuidan, y al recibir a sus hermanos del Nuevo Mundo. Esto confirió vitalidad a nuestros mayores y la conferirá de nuevo a nuestra generación y a la que nos suceda. Esto une Montaña, zona Media y Ribera, y hace a los navarros -allá donde estén- alegres y bulliciosos -cada uno a su estilo-, con una recia personalidad que llena la historia, y hace a Navarra fértil, multiplicativa y próspera.

Cuando los navarros sustituyen a Dios por la nación o la política e ideología -las que sean por muy de moda que estén-, es cuando, capitidisminuidos, comienzan a desaparecer con tales de la faz de la tierra.

¿Quién puede dar más? Navarra es una gran síntesis. El delito es dividirla, separar sus elementos que no se comportan como un puzzle... y hasta contraponerlos. Cada pieza del "puzzle" si lo hubiere, está modelada -más que influida- por el todo gracias al paso del tiempo, una vez que cada elemento se desarrolla directamente en sí mismo (burujabetza o subsidiariedad), e insensible, indirecta o directamente, según el caso, al servicio del todo. En la unidad de toda Navarra esta su fuerza y permanencia. En su diversidad radica su irradiada belleza. En su voluntad de hacer, paso a paso y con calma, una gran obra para siglos, está la reconciliación de sus gentes, a veces manipuladas y exacerbadas en nuestra actualidad en crisis. En el corazón de todos los navarros, sin malear, está el deseo de paz.

Navarra es un singular y milenario Reyno, una suma de personalidades universales de todo tipo y condición, unos santos que son gigantes, unos misioneros desparramados aún por todo el mundo y orgullo de nuestras familias e iglesia diocesana, dos catedrales, cientos y cientos de parroquias e iglesias, abadías, santuarios, monasterios y multitud de pequeñas ermitas, unas gentes que en cualquier sentido han mostrado su heroísmo en múltiples ocasiones porque sabían por qué vivían y por qué morían, el amor a la música popular y después culta, juristas, escritores y artistas admirables, una naturaleza bellísima y sin igual con su absoluta variedad, escarpados picos y mansas llanuras, granito, más caliza y extendidas  arcillas, una diversidad ecológica como en ningún lugar de la tierra, aguas cantarinas, fuertes torrentes y poderosos ríos que surcan grandes valles, foces de vértigo, la vara del fosco bosque transformada en cayado en aquellos pastos y desierto bardenero, la luz del brillante pastizal transformada en enjambre de colores en la huerta feraz, una variedad y complementarios temperamentos, psicologías y expresiones según la etnología y etnografía de sus gentes, lenguas de todo tipo con un dominio de dialectos vascos, un sólido castellano y la primera  lingua navarrorum, una singular vitalidad familiar patriarcal o matriarcal o ambas suavizadas por el paso del tiempo, el cuidado y la atención a "la casa", los comunales y el auzolan, los caseríos, cendeas barrios y ayuntamientos, las cinco merindades a recuperar como organización, las cooperativas y todas las restantes instituciones económicas y sociales en la variedad de sociedades anónimas, limitadas y laborales, el derecho privado (el Fuero Nuevo a restaurar) y el derecho o fuero público que debe ser recuperado, parlamentos y diputaciones, cámaras y tribunales de justicia, la apertura al otro, la hospitalidad y fidelidad, y la fiesta... el baño en rojo, la vida religiosa, las cadenas laureadas y la corona regia, la solidaridad en el sufrimiento y en las alegrías, el buen hacer y el tiempo superadores de conflictos, y una mirada amplia por toda España, América y más allá... siempre en plazos de futuro.

Sí, Navarra es una gran síntesis, y no hay mayor error que dividirla en Norte y Sur como si de tierra y mar se tratase, o que la montaña se anteponga a la Ribera o la Ribera a la Montaña: hacer eso es de locos. Es no estar al servicio de Navarra sino de otros intereses espurios. Es no tener patria. Navarra es una y se dice de muchos acentos, como diferente es la aportación y recepción de cada uno a la síntesis que une a todos en el fondo del ser social y en parte del ser individual o privado. 

Pues ya sabemos, a restaurar el primer Fuero que es el reconocimiento al Dios de nuestros padres, en privado y público, en la calle y en los parlamentos. El segundo es el derecho a la vida humana desde su concepción a su muerte natural. El tercero es el matrimonio como Dios manda. Y así vamos sumando una escalera de solidez y liberación, de subsidiariedady solidaridad, de alegría y futuro confiado, tan combatida por los que ponen su ego y afán de poder y dominio, el dinero o su vientre como principio de todo. 

San Francisco Javier, ruega por nosotros. 

Fermín de Musquilda


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