Agenda
Un grupo de pamploneses, con ausencias porque el Covid-19 no perdona y los niños exigen una especial atención familiar en el propio domicilio, se concentraron ayer en denuncia a las leyes permisivas, ejecutoras y promotoras del aborto voluntario, el mayor genocidio conocido. Ya se nos empieza a caer la cara de vergüenza. Hay que rezar y actuar mucho. Nada es suficiente.
Los transeúntes no leer las caras sino la pancarta: "ABORTO NO. Dios ama al embrión"
2.573.120 vidas destruidas. Unos 1.000 millones de euros de dinero público para los centros privados de aborto.
Vocalía Vida y Familia CTC de Navarra
28-XII-2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario