CARTA ABIERTA
BIENVENIDO, SANTO PADRE:
LA Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra (CTC) quiere dar la bienvenida a Su Santidad en su llegada a nuestra Patria España, reconociéndole como Vicario de N.S. Jesucristo, como maestro de la Verdad, dispensador del Bien y de la Paz, y como amante de la Belleza que inflama el corazón de los hombres.
Porque Su Santidad viene a España, queremos informarle directamente sobre quienes somos. La CTC es un movimiento social y político con más de 175 años de historia. Es típicamente español, pues hunde sus raíces en lo mejor de la tradición de nuestra patria. Tiene vocación familiar, social y política. Por eso, entre otras muchas graves cuestiones, el Programa político de nuestra Comunión dice que:
"No hay sistema que funcione correctamente si quienes lo gobiernan se apartan de las normas de la moral. Durante los últimos años, la acción de los gobiernos liberales y socialistas se ha encaminado a borrar de la vida pública todo lo que signifique Religión Católica. El resultado ha sido una corrupción general: promiscuidad sexual, familias rotas, drogadicción, enriquecimientos ilícitos, etc.
Por tanto la reforma constitucional debe ir encaminada a:
1. Declarar la confesionalidad católica del Estado, único medio de evitar la tiranía los gobiernos, garantizando el sometimiento de la autoridad y la legislación a las normas inmutables del derecho natural.
2. Distinguir entre soberanía política (el rey y sus gobiernos) y soberanía social (la sociedad real, representada principalmente en las Cortes regionales y generales).
3. Dar contenido a la institución monárquica -previo alejamiento de España y del Trono de la familia que por tres veces ha entregado España a la Revolución- en las tareas de gobierno, dotando al Rey de Poder Reglamentario y haciendo que presida las Cortes Generales y las reuniones del Gobierno o Consejo de Ministros, asumiendo el derecho de veto ante las Cortes para las materias más graves, y absorbiendo además, el papel de instituciones como el defensor del pueblo u otras"
SON MUCHOS, Santidad, los jóvenes de "Cruz de Borgoña" y menos jóvenes carlistas navarros, y del resto de España, que han ido a recibiros, y a convivir con la juventud de todo el mundo. Estarán atentos a su palabra, a sus consejos y sus gestos, para llevarlos después a la vida cotidiana individual y familiar, social, y, en lo que proceda, también política.
El Ideario y Programa político del Carlismo mira al Cielo en la Tierra y a sus realidades temporales más nobles, respetando la legítima autonomía de las realidades temporales. En su dimensión política, la CTC tiene su vocación en y para la sociedad temporal, siendo esencial en ella el trabajar con esmero para que todos los poderes públicos -incluidos los Estados- establezcan unas condiciones que ayuden al hombre a vivir según su naturaleza humana, sus mejores tradiciones, sus libertades reales, y su vocación como persona que, en muchísimos casos entre los españoles, se concreta en su vocación cristiana. En efecto, gran parte de los españoles están bautizados, los padres piden formación católica para sus hijos, y quieren morir en el seno de la Iglesia. Por lo mismo, a la vez e incluso como garantía de lo anterior, trabajamos para que los poderes civiles den a Dios lo que es de Dios -el culto debido y reconocer Su Ley-, por ser Él Quien es.
Sabemos que España será católica o no será, como ocurre en otros países, por ejemplo Polonia, Irlanda... España y el catolicismo resultan inseparables, aunque conocemos distinciones y matices que no obstante lo confirman. La tierra española es católica porque es española y es española porque es católica. Creemos que ignorar o atacar esto -que es lo que se ha realizado durante décadas- ha supuesto el actual hundimiento de las instituciones políticas y sociales primero, y, después, de las personas.
Sin querer ser de manera alguna descortés, deseo informarle, Su Santidad, que el Carlismo o tradición de las Españas (o España) ha evitado siempre los errores racionalistas y secularizadores, propios del naturalismo llamado moderno. Son los desvaríos del Liberalismo y de sus sucesores ideológicos como el socialismo y cualquier otro idealismo. Es más, los tradicionalistas -en cuanto tradicionales o renovadores- han combatido dichos errores en el ámbito sociopolítico por el gran mal que causan al hombre concreto, a las familias, a las legítimas libertades, a los católicos españoles, a toda España, y por vulnerar -unido a ello- los derechos de Dios. Por eso defendemos, entre diversos aspectos, los principios no negociables de la vida desde su concepción, el matrimonio heterosexual e indisoluble, la familia, el derecho primario de los padres a la educación de sus hijos, la búsqueda del bien común y no de partido o grupo, el principio de subsidiariedad etc., basados en la Ley de Dios como fundamento, que es la misma Ley natural e interpretada por la Iglesia.
Estamos seguros que Su Santidad bendecirá nuestros trabajos y afanes, y, unidos a nuestros obispos, le presentamos nuestra súplica y nos abrimos a su Mensaje como Pastor universal de los jóvenes, y de los bautizados de todas las edades de España y de todo el mundo.
Su Santidad, los navarros, siempre fieles al Papa, con frecuencia suplican a Nuestra Señora desde todos los santuarios del viejo Reino navarro -porción feliz de España- así: "Santa María, Reina de la paz, ruega por nosotros", "Ama Maria, bakearen Erregina, otoitz gure alde!".
Con total devoción filial, y dándole de nuevo la bienvenida en nombre de los tradicionalistas navarros, y particularmente de su juventud, besa su anillo pastoral,
José Fermín Garralda Arizcun
Pte. de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra
Pamplona, 18-agosto-2011
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