Siempre es necesario ponerse del lado de los desfavorecidos, los minusválidos, los débiles, y, por supuesto, del más débil e inocente como es el concebido y aún no nacido. Nos referimos a la necesidad de defender la vida contra el crimen del aborto.
Es necesario dar voz a este grito silencioso. Es necesario ayudar a las familias y madres con problemas, evitar la ignorancia de lo que supone un aborto voluntario, evitar que se pretenda engañar con el "no pasa nada", "haberlo pensado antes", "es algo normal"... y otras frases del estilo, y es necesario impedir que algunos se "forren" con ese inmenso negocio que representa el aborto procurado.
Necesitamos, en primerísimo lugar y a la vez, exigir el respeto de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural. El olvido y rechazo de Dios -Él está en el corazón y anhelo de cualquier persona, y es el centro de los pueblos y de las legislaciones- ha traído sucesivamente el deshacer la familia, matar al no nacido, deshacer el matrimonio, y así, llevados por una histórica caída en cascada, llegaremos a la eutanasia en una sociedad tremendamente envejecida. Que luego nadie se queje.
España se ha convertido en un campo de muerte. No sólo es un tema de desprecio a la religión católica por otra parte mayoritaria en nuestra sociedad, sino que también es un enorme problema contra la humanidad. Lógicamente, si mientras se mata con el aborto los vivos sólo pretenden banquetear, en estas condiciones tales personas no pueden tener ni siquiera pan. ¿No sufrimos esa tragedia colectiva que es el paro? Que nadie se queje tampoco de la trata de mujeres y del rebrote de la esclavitud en nuestras sociedades ayer opulentas. Asistimos a una cadena de horror que convierte a nuestra sociedad, a nuestra Navarra, en un tremendo holocausto.
Nos alegra muchísimo que haya navarros, y jóvenes, que se hayan entregado a la labor de una recogida masiva de firmas para exigir que la administración pública y Foral (el primer Fuero es la vida humana, y el aborto el primer contrafuero) desestime la solicitud de permiso para abrir un "abortorio" para ese repugnante crimen que es la llamada eufemísticamente "interrupción voluntaria del embarazo".
Deseamos el mayor éxito a esta iniciativa social, que pone voz al mayor grito silencioso, el de las víctimas del moderno holocausto del aborto. Sabemos que gran parte de nuestra sociedad está a favor de la vida y en contra del aborto, de la manipulación del hombre, de la esclavitud, y del dominio del hombre porel hombre.
Quien crea que nada se puede hacer, o bien es asocial, o un vago, o bien no cree en las grandes posibilidades que representa una continuada protesta social, argumentada y firme.
José Fermín Garralda Arizcun
http://alertanavarra.wordpress.com/
Presidente de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra
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